lunes, 22 de febrero de 2016

LECCIÓN 12: RECIBE LAS PERLAS DE LA GRACIA

21/02/2016                       El Camino del Corazón Lección 12.  Jeshua-Jayem                                @cursorecargado


LECCIÓN 12

RECIBE LAS PERLAS DE LA GRACIA


Ahora, comenzamos.

Una vez más, saludos, amado amigo. Una vez más, venimos a morar y a celebrar contigo. Una vez más, venimos a morar con la Santa Mente que es la Filiación. Venimos a morar con nuestros hermanos y hermanas, y venimos como hermanos y hermanas. De hecho, venimos a morar en este proceso mediante el cual la Filiación se recuerda a Sí Misma como el Hijo —algo para contemplar aquí. De hecho, amado amigo, vengo en esta obra en particular para servir como el portavoz principal, para así, a través de este mi amado hermano[1], compartir contigo aquello que ya reside dentro de ti.

Vengo —venimos— a unirme, a unirnos contigo que has elegido responder a una cierta llamada que trae una expresión creativa que puede hacerle comprender al mundo la única Verdad que puede liberar al mundo. ¿Liberarlo de qué? Liberarlo del miedo y de todos los hijos que el miedo ha engendrado —la culpa, la deshonestidad, la falta de valía, la limitación, la necesidad de sufrir, el juicio, y la lista sigue y sigue.

En última instancia, cuando un jardinero quiere mejorar la calidad de la tierra en la que le gustaría que nazcan sus flores, el jardinero no toma en cuenta los efectos de las malas hierbas, es decir no toma en cuenta aquello que está en la superficie. Sino que más bien, se apresura y extrae la raíz. Cuando haya extraído la raíz, ya no verá más los efectos de las malas hierbas.

Por lo tanto, en verdad, nosotros no venimos a mejorar lo que tal vez se podría pensar que es la superficie del jardín, la superficie del terreno, sino que venimos a atacar a la raíz que se encuentra en lo profundo de la mente, en la profundidad que he llamado el Corazón o el Alma. Todo el esfuerzo que hacemos, entonces, está diseñado para arrancar de raíz a la mala hierba del miedo que ha hecho un hogar en la profundidad de tu ser.

Hemos puesto el empeño en compartir contigo en estas primeras doce lecciones lo que nosotros hemos elegido llamar El Camino del Corazón, que requirió por parte de ti que en verdad te comprometieras a participar con la devoción necesaria y extrajeras la sabiduría que te ha sido ofrecida. El Camino del Corazón ha sido diseñado para eludir lo cognitivo, es decir, a la mente pensante, y para atacar a las raíces del miedo que habitan en lo profundo de la mente en un lugar que es, por lo general, inconsciente. Todo lo que hacemos busca y trata de disolver a esa raíz en lo más profundo de tu ser.

No podemos hacer esto por ti; solo podemos hacerlo contigo. Porque nunca se puede forzar nada en la mente del Hijo de Dios. El Espíritu Santo no hace ningún esfuerzo para usurpar, o quitarte, tu libertad. Porque en tu libertad, reside todo el poder bajo el Cielo y la Tierra.


DESCUBRE LOS OBSTÁCULOS AL AMOR

La Gracia no desciende hasta que tu Padre reconozca que estás dispuesto a preparar un lugar para recibirla. Es por esto que, en el proceso de sanación y despertar, no es necesario buscar el Amor. Solo es necesario preparar el lugar, el terreno, al elegir descubrir los obstáculos al Amor —que todos ellos se reducen al miedo— y estar dispuesto a aflojar esa raíz, para que pueda ser removida del jardín de tu consciencia.

Entonces, la Lluvia de la Gracia que purifica, que transforma, que despierta, y que trae la Consciencia de Cristo a la mente puede descender suavemente. Pues cuando la lluvia cae sobre un terreno duro, golpea el suelo y se escurre, y el jardín permanece estéril[2]. Pero el sabio jardinero, que ha ablandado el terreno, que ha metido la mano a fondo para comenzar a arrancar las raíces, que ha tamizado el terreno para dejarlo blando, abierto y poroso con la intención de dar nacimiento a un hermoso jardín, de hecho, será, asistido,[3] entonces, por la Lluvia de la Gracia que caerá suavemente, sin que tenga que ganársela. Se da libremente.

Se te han ofrecido Gotas de la Gracia en todas y en cada una de tus lecciones mensuales. Algunas las has recibido; algunas no las has notado todavía. Algunas Gotas de la Gracia están esperando penetrar en los niveles más profundos de tu consciencia a medida que continúas con tu voluntad, con tu disposición de liberarte del miedo. De repente, una Perla de la Gracia[4] que aún no había sido recibida se hunde profundamente. Entonces, el reconocimiento vendrá; el despertar vendrá.

De repente te encontrarás a ti mismo diciendo: “Espera un minuto. Esta percepción interna, esta visión, esta intuición que acabo de tener me suena muy perecida a algo que estaba en la primera lección. Hmm, creo que voy a volver a echarle otra ojeada. ¡Sí, ahí está! ¿Me pregunto por qué no lo noté la primera vez?” Simplemente esto es un proceso natural ya que las Gotas de Lluvia de la Gracia no tenían todavía un lugar donde ser recibidas.

Comprende entonces —y esto es de gran importancia a medida que avanzamos hacia la siguiente parte de El Camino de la Maestría— de que todo lo que se revele a partir de este punto se sustentará en lo bien que el jardinero haya cultivado la tierra con las herramientas que se le han dado. Si las herramientas no han sido utilizadas, el suelo se mantendrá duro, las gotas de lluvia se escurrirán empozándose al lado del jardín, a la espera de que el suelo sea debidamente preparado.

De todo lo que se te ha dado que puede continuar —y que continuará— sirviéndote mucho, será la simple práctica de morar y permanecer por cinco minutos como Cristo. Observando todo lo que veas, todo lo que sientas, todo lo que pienses, como si solo un Cristo perfectamente Despierto (el Uno) fuera lo que se sentara en la silla.

Sé que esto suena muy simplista para ti, pero el camino es fácil y sin esfuerzo. La complejidad nace del mundo, y no de la Mente de Dios. Por lo tanto, continúa muy bien con esa práctica, y permite que sea el fundamento a partir del cual se prepara el terreno —y se aflojan las raíces del miedo— incluso en formas que no puedes comprender con la mente pensante. Porque las raíces del miedo no son solo simplemente ideas. Son los efectos de las ideas, a las que se les ha permitido penetrar profundamente en el inconsciente.

Esta es la razón por la que en las próximas doce lecciones, llamadas El Camino de la Transformación, no requieren de esfuerzo, sino de permitir; no requieren pensar, sino de sentir; no requieren de hacer nada, sino confiar.

Esas raíces del miedo deben disolverse en un nivel que es más profundo que aquel que la consciencia de la mente pensante puede llegar a alcanzar. La mente no fue jamás diseñada para ser tu maestro, sino para estar alineada como un sirviente del Corazón Despierto, al igual que la flor florece y esparce su aroma para que todos puedan ver aquello que no se ve, pero que está en el fondo de la tierra, y que ha sido bien preparado. Para que así las únicas raíces que absorban los nutrientes de la tierra sean las raíces que habla de la Vida y la belleza, no las que hablan del miedo y de la falta de valía.

Trata, entonces, de no buscar más. Porque el lugar está preparado para ti, y solo tienes que ir a él. Por lo tanto, estaremos cultivando con más profundidad el arte de la rendición, de la entrega, descansando cada vez con más profundidad en ese lugar de silencio que es el umbral a la perfecta Sabiduría Divina. El Camino del Corazón es la preparación del terreno que permite que ocurra verdaderamente El Camino de la Transformación.

La transformación no es completa a menos que envuelva, abarque y se exprese a través de la mismísima vida que conoces, allí mismo en tu partícula de polvo, que está girando alrededor de un sol en una pequeña parte de un universo. Expresándose en tu Tierra y en tu marco de tiempo, en tus relaciones, en tu experiencia y en tu vida tal como la conoces, como la vives, como la respiras, ¡como la sientes!

Así que, para muchos de aquellos que están leyendo (veo que la respiración comienza a detenerse) deja que la respiración fluya y date cuenta de que tienes la libertad de regresar a las lecciones anteriores y ver si hay algo que te perdiste. Cuando lo hagas, hazlo desde un lugar de Cristiandad:

Yo soy Aquél, el Uno, y estoy eligiendo entrar en El Camino de la Transformación mediante el cual la consciencia humana, la experiencia de vida humana, se convierte en la expresión viviente, en el fruto que ha brotado de la tierra en donde han sido bien plantadas las raíces de la Gracia, del Amor y de la curación.

Haz esto, pero no desde la perspectiva de que estarías haciendo algo errado, o algo fuera de lugar. Sino a partir del deseo de ser el maestro jardinero, el que da nacimiento a esa fruta que extiende la belleza y el aroma de la felicidad para que todos la reciban, para que todos la vean, para que todos se maravillen.

No obstante que, esa belleza que brota del hermoso jardín del jardinero no fortalece al ego del maestro jardinero, porque un maestro jardinero sabe que él o ella solo ha sido el cuidador de la tierra. Porque la magia que produce la flor no le pertenece, es simplemente aquello que se le ha dado para que la administre:
la consciencia.

La consciencia es el regalo de la Vida, que fluye desde la Mente de Dios. Tu mente, entonces, es la tierra del jardín. Todo despertar y toda transformación no ocurre en ninguna parte, salvo en ese jardín.

Se ve que algunos de ustedes están todavía tratando de comprender a la mente al verla como si fuera algo que está encerrada dentro de la forma de tu cráneo, y que de alguna manera cohabita con lo que llaman la materia gris del cerebro. Ten la seguridad que, tu mente es ilimitada por siempre. El cuerpo que se sienta en la silla en tu ejercicio de cinco minutos es como una gota de espuma que se expresa en la punta más pequeña de una ola en un océano infinito. Ese océano está así mismo dentro de la extensión ilimitada de tu Mente. Tú eres tal Consciencia —¡Espíritu Puro!

La única pregunta, entonces, es la siguiente. ¿Estás dispuesto a permitir que esa gota de espuma se transforme en aquello que siempre exprese plenamente solo el Amor de Dios, a pesar de que esa expresión es algo temporal, ya que el cuerpo es algo que ha surgido en el campo del tiempo y que desaparecerá en el campo del tiempo? ¿Estás dispuesto a decir: “¡Qué diablos!” y permitir que el Amor sea tan completamente encarnado como le sea posible estarlo, por la fracción de segundo que el cuerpo está en este mundo?

Expresar la maestría es el efecto de El Camino de la Transformación en este mundo, en este tiempo, en este pequeño momento diminuto. Ten la seguridad que, en el grado en que apliques tu atención para expresar la maestría, en el grado en que utilices el tiempo sabiamente para ser el Cristo encarnado, cuando el cuerpo se desvanezca y éste ya no siga velando, no siga ocultando de ti, la magnificencia de la Luz que tú eres, esa Luz más nunca te volverá a cegar. No te contraerás en el miedo. Simplemente dejarás que este mundo se vaya suavemente y con tanta facilidad como un niño que abandona un juguete que ha superado por la edad, porque su utilidad se ha completado.

Todo lo que ves —el cuerpo, tus relaciones, tus objetos, tus artefactos y tus estrellas, tus vientos y tus aguas— serán eventualmente dejados a un lado por ti. No desde la negación, sino simplemente al reconocer que su utilidad se ha terminado.

De hecho, amado amigo, mientras vamos concluyendo las primeras doce lecciones, revisa bien para ver que ninguna Gota de la Gracia haya sido ignorada. Abre el corazón cada vez más profundo. Permite que esas Perlas, esas Gotas de la Gracia, penetren aún más profundo, no solo como ideas en la mente pensante, sino como sentimientos en las células del cuerpo.

Permite que esto cree para ti en el flujo de la respiración una dulzura, una sensibilidad en la forma en que tu pie descansa sobre el suelo de la Tierra con cada paso. Permite que comience a transformar la forma en la que apoyas la mano sobre el hombro de tu hermano o hermana. Permite que la dulzura impregne tu mirada mientras contemplas a los demás —viendo al Cristo dentro de ellos que está creciendo en una hermosa flor cuyo aroma y belleza será como una bendición para muchos. Porque no hay nadie entre ustedes que no sea el Cristo en evolución. Recuerda siempre que lo que ves es lo que obtienes, del mismo modo que enseñas, aprendes.


UNA MEDITACIÓN PARA LA LIBERACIÓN

Observa bien, entonces, y pregúntate esto:

¿A quiénes reconozco en mi existencia que he juzgado y encerrado en cierta caja, y que he decidido que eso es todo lo que ellos son?

Ahí encontrarás una meditación muy fructífera para la reflexión. Te sugiero que utilices los siguientes treinta días y tomes algo de tiempo para usarlo sabiamente y permitas que los nombres, las imágenes y las caras de los que has juzgado regresen a ti y les digas:

Ya sabes, madre, padre, expareja (o quien quiera que sea),
ahora lo entiendo.
Te he puesto en una caja y he tirado la llave.
Tú estás atrapado, por lo que te he dicho.
Y ahora, te libero, para que yo pueda ser liberado.

Contempla sus imágenes. Permite que los recuerdos de las experiencias que has compartido con ellos regresen. Si hay sentimientos, por todos los medios, permítete sentirlos. Contémplalos en tu mente, hasta que sienta que la dulzura ha disuelto la prisión en la que los has colocado. Porque mientras la prisión comienza a derretirse, sentirás y sabrás que florece tu libertad.

No se puede llevar el miedo hasta el Amor. No se puede llevar el juicio hasta el perdón. No se puede llevar la limitación hasta lo ilimitado. Estas cosas deben ser liberadas en el mismo nivel en el que fueron primero creadas. Por lo tanto, toma nota y toma muy en cuenta, que esta práctica no debe pasarse por alto. Date treinta días con el objetivo de verdaderamente volver atrás y digamos que es como para que limpies bien, para que realices bien el perdón o para que liberes lo que aún te falte por hacer. No deje que la mente diga: “No sé si lo hice lo suficientemente bien”. Porque comprende, que es el Confortador el que te libera a ti y a los demás, a través de tu voluntad de permitir que esto ocurra.

Ahora que esto tendrá algunos efectos. Esto significará que cuando verdaderamente lo hayas hecho, nunca más tendrás ninguna justificación o excusa para culpar por cualquier tipo de experiencia que hayas tenido o cualquier sentimiento que alguna vez hayas sentido a los que por esas razones tú habías mantenido en prisión. A menudo, la mente humana, la mente del ego, quiere culpar con su juicio a los que has mantenido encerrado en prisión.

Por ejemplo:

“Lo que yo he experimentado fue por culpa del alcoholismo de mi padre. Lo que yo he experimentado en la vida, fue por culpa de mi madre quien se mantenía ocupada atendiendo cuarenta mil asuntos a la semana. Lo que he experimentado fue por culpa de mi socio en los negocios, quien me ha robado mis monedas de oro. Lo que ha causado mi sufrimiento fue por culpa de la posición de las estrellas en el cielo cuando elegí encarnar. Si tan solo hubieran estado correctamente ubicadas, yo estaría bien”.

Mientras concluimos El Camino del Corazón, te digo, que no entres en El Camino de la Transformación hasta que tengas verdadera y plenamente satisfecha tu consciencia de que no te estás aferrando ni siquiera al más sutil ápice de percepción de que, de alguna manera, tú eres una víctima del mundo que ves. Tus relaciones no han causado nada. Todas ellas simplemente te han demostrado lo que ya habías decidido que fueran en verdad. El mundo, entonces, no es la causa de nada. Simplemente ves aquello para lo que has utilizado la libertad de tu consciencia para tramar en secreto sobre ti mismo.

Por ejemplo, la carencia no es causada por los impuestos. Los impuestos son causados por la decisión de necesitar creer que hay un poder fuera de ti mismo que necesita de toda tu energía. El gobierno no causa que tú seas un subordinado. Tu sentido de ser un subordinado, culpable, débil y limitado es lo que da nacimiento a la idea de gobierno. Entonces, algunos de ustedes como hermanos y hermanas amorosos dicen: “Bueno, yo voy a representar esa parte”. Luego ellos se convierten en los políticos que crean los sentimientos de descontento que ahora tienes.

El mundo no es causado por nada, excepto por las elecciones que has hecho como una consciencia libre. Tú has inventado el pensamiento y luego te sumerges en lo que te refleja de regreso aquello en lo que ya has decidido creer. Esto significa que El Camino de la Transformación es un camino en el que uno se vuelve empoderado, en cada momento, para ser plenamente responsable de decidir claramente lo que verás y que no te vas a conformar con menos. Entre más lo practiques y lo entiendas, más rápido ocurre. Hasta que uno alcanza el punto en el que se producen los milagros.

Sin embargo, solo son milagros para los que no entienden cómo funciona la consciencia. Puedes alcanzar el punto en el que extiendes la palma de la mano y deseas probar la manzana más dulce que jamás se haya creado, y ésta, literalmente, aparecerá en la palma de tu mano. Por supuesto, llegado a ese punto, tú ya estarías mucho más allá en lo absoluto de cualquier necesidad, incluso más allá de creer que necesitas una forma física.

Comenzarás entonces a tener una sensación de lo que es tu maestría al ser capaz de mirar al mundo que ves y observar con claridad que es lo que ha estado cambiando en él. Observarás como se manifestará con rapidez y sin esfuerzo aquello que tu corazón verdaderamente desea —debido a que estás en alineación con la Mente de Dios— Cuando la brecha entre el deseo puro y el reflejo manifiesto de éste sea cada vez más y más pequeña, tú literalmente, sentirás en el cuerpo emocional que está creciendo tu maestría.

Sabrás que tú eres simplemente un Hijo de Dios que está jugando, sin cesar, en la caja de arena de todas las posibilidades llamada la Mente. Y que no hay, literalmente, nada ahí afuera que sea sólido, no hay nada por ahí que no guarde relación contigo.

¡Así que! Es ahí a donde iremos si deseas venir en este viaje, si estás dispuesto a estar verdaderamente comprometido a arrancar de raíz a cada raíz de miedo que se ha afianzado adentro en la profundidad de la mente que ha llegado a hacerse inconsciente a causa de tu odio a ti mismo. A esto se le ha llamado la separación de Dios. Y por lo tanto, debido a que se ha vuelto inconsciente, te ha gobernado. Es el tiempo de liberar a lo ingobernable, al permitir que únicamente aquello que puede arrancar de raíz a la raíz del miedo venga a ocupar el lugar que le corresponde dentro de ti: la Mentalidad Crística.

¡Así que! Entonces, tienes una tarea ante ti. Ir adentro de ti mismo y preguntarte:

“¿He tomado el tiempo suficiente para concentrarme totalmente en cada lección?”

Puede que te des cuenta:

“Cuando leí la tercera lección, estaba tratando de ver el partido de fútbol en la televisión. ¿Me pregunto si me he perdido algo? Hmm. Cuando leí la séptima lección me dirigía a una cita para cenar con esa nueva chica que tiene un cuerpo que se ve tan tentador para mí. ¿Realmente me senté con esas lecciones para extraerles todas las perlas que me ofrecían? Quizás mejor voy a volver a ellas y realmente me tome un tiempo de tranquilidad en el que deliberadamente me aparte del mundo y esté pendiente de cada palabra”.

Sin embargo, hazlo con un cuerpo relajado con una respiración suave, con una mente suelta, sin ansiedad. Sé, por lo tanto, como una esponja que permite que las gotas de lluvia sean absorbidas dentro del ser, y eso es todo. El conocimiento no es un esfuerzo cognitivo. No es la organización de las ideas en un orden que satisfaga a la mente pensante.

El conocimiento es la recepción de una vibración que comienza a ablandar el terreno del corazón y a disolver la raíz del miedo de tu ser. El conocimiento es el resultado de la transformación del jardín que se te ha dado y confiado —el campo mental que eres. Esa mente impregna al cuerpo. Impregna al espacio a tu alrededor y se mezcla danzando con las otras redes infinitas de relaciones llamadas las “otras mentes”— energía danzando dentro de energía, ilimitada por siempre, a partir de la cual todas las cosas del tiempo nacen y desaparecen.

Así que, como ves, donde yo moro es algo que está en todas partes a la vez. Y así como también lo haces tú; simplemente que tú no lo sabes todavía. Yo moro con una variedad infinita de amigos que se han dado cuenta de la Verdad y que se han liberado. Ellos están creando infinitamente, sin cesar, aquello que extiende sus tesoros, que es lo bueno, lo santo, y lo bello. Muchos de ellos te han dado imágenes de coros de ángeles cantando alabanzas a Dios. Es la misma cosa.

Porque cuando la extensión de la alegría se vuelve libre de expresar solo lo bueno, lo santo, y lo bello, esto es como una vibración de muchas notas, un coro de consciencias creativas, chispas de divinidad, que permanecen perfectamente ilimitadas y ellos lo saben. Y sin cesar extienden su más profunda felicidad al permitir que lo bueno, lo santo, y lo bello fluya a través de ellos desde la infinita, misteriosa, incomprensible e incontenible Mente que es Dios. Del mismo modo que la luz del sol crea y fluye a través de los muchos rayos de sol que se extienden hacia fuera hacia los confines de tu universo como luz, que a partir de ellos nacen los planetas, los animales, el agua, los árboles, los pájaros y los seres humanos.

Imagina, entonces, que ese es tu destino —ocupar el lugar que te corresponde a mi lado, para unirte a tus hermanos y hermanas en la infinita y perfecta creatividad, como un arpista que incesantemente toca con sus dedos las cuerdas que crean las más bellas notas. Donde las combinaciones jamás cesan.

En cada momento, experimentas el fruto de las flores que brotan desde el jardín que tú has preparado tan bien para recibir la Lluvia de la Gracia. Lo bueno, lo santo y lo bello que fluye a través de tu mente sin obstáculos que descansa en perfecto matrimonio o unión, con aquello que es tu Creador, tu Fuente, por siempre, por siempre, eternamente.

¡No es una mala forma de pasar la eternidad! Pero si miras hacia adelante, y sientes que hay una distancia entre el lugar donde te encuentras y donde la realidad está, te perderás las oportunidades que se requieren —justo donde te encuentras— de practicar ir hacia dónde vas, al serlo y estar ahí ahora. Hay un dicho que dice: el viaje más largo comienza con el primer paso. Y el comienzo es tan importante como el final. Porque en el comienzo, el final ya está presente.

El Camino de la Transformación te pide que verdaderamente llegues a estar presente donde te encuentres, al cultivar deliberada y conscientemente, con cada pensamiento y cada respiración, la disposición necesaria de permitir que sea disuelta la raíz del miedo. De modo que lo bueno, lo santo, y lo bello sea todo lo que emana de ti, como un faro que ha sido enviado a la creación que está a tu alrededor.

No te demores. No pierdas el tiempo. El tiempo puede, de hecho, ser desperdiciado. Pero escucha muy bien, porque el tiempo también se puede perder. Hay un dicho que percibimos en muchas de tus tontas películas, en la que alguien se “desperdicia”. ¿Cuántas veces te has dicho a ti mismo: “Bueno, yo creo que voy a desperdiciarme?” ¿De cuántas maneras has sido inconsciente? ¿De cuántas maneras has adormecido a tus sentimientos? ¿De cuántas maneras has juzgado a tu hermano o hermana? ¿De cuántas maneras has decidido aferrarte a pensamientos tales como?: “Yo nunca podría hacer eso. ¿Para qué serviría ? ¿Es un desperdicio”?. ¡Oh, sí! Acabas de ponerte una pistola en la cabeza y apretaste el gatillo. Te has desperdiciado a ti mismo al perder el tiempo.

Cada momento es como un portal a través del cual lo bueno, lo santo, y lo bello pueden ser expresados, al cultivar la consciencia, ya que es a través de ella que el poder de hacer eso crece. ¡Oh, amado amigo, esos momentos de tu tiempo son muy valiosos! No contemples al mundo pensando que es el mismo viejo mundo.

Recuerda, entonces, a medida que comienzas a llegar al final del estudio de El Camino del Corazón, que aquello que ves afuera de ti es solo el reflejo de lo que has permitido vivir adentro de ti. Y simplemente pregúntate:

¿Es esto lo que deseo que continúe?
¿Qué es lo que verdaderamente quiero?
¿Para qué es, mi propia conciencia?
¿A qué me comprometo?
¿Cuáles son mis creencias?
¿A dónde elijo libremente colocar el poder de valorar?

Porque lo que valoras [chasquido de dedos], lo experimentas inmediatamente. El mundo se inclinará en reverencia y te dirá:

“Muy bien. Nos has dejado saber lo que valoras. Te lo reflejaremos de regreso, porque te amamos, porque somos una parte de ti. Dios nos libre de quitarte tu libre albedrío”.

Por lo tanto, si valoras la desesperanza, el mundo será un lugar sin esperanza. Si valoras la carencia de monedas de oro, va a seguir viendo la carencia de monedas de oro, que solo significa la carencia de un flujo de energía. Si valoras la soledad, seguirás estando solo. Si valoras el derecho de estar juzgando a los demás, experimentarás el fruto de la separación.

Si valora la dulzura, la dulzura vendrá. Si valoras recibir Amor —escucha esto cuidadosamente— si valoras recibir Amor, el mundo comenzará a mostrártelo en tu puerta en personificaciones completamente diferentes. Diferentes vibraciones, diferentes patrones de pensamiento te serán reflejados de regreso y te permitirán recibir el Amor. Porque nada puede ser recibido hasta que se prepara un lugar para que entre. Y solo puedes dar lo que estás dispuesto a recibir. Si recibe una gota de agua en tu vaso, eso es todo lo que puedes darle a otro. Pero el que recibe todo, da todo. Y el que da todo, recibe diez veces más[5].


PIDE POR AYUDA PARA DISOLVER LOS MIEDOS

El Camino del Corazón es un buen comienzo. Te hemos visto con gran diversión, pero al mismo tiempo, siempre con gran compasión, siempre con perfecta paciencia, y siempre con perfecto Amor. Te hemos llamado través del espacio y el tiempo, y si tú has oído la llamada, entonces la conexión o la relación con nosotros ya está establecida. No hay, entonces, puente que cruzar —solo la buena voluntad de recibir lo que es verdad:

Jeshua está disponible para mí siempre. María está disponible para mí siempre.

Al que llamarías mi amigo, San Germain, está disponible para ti siempre. Toda la familia, el linaje de maestros que han buscado a través del tiempo crear una frecuencia, una vibración que pueda disolver los efectos de los pensamientos negativos que se han extendido desde tu mente, que crea el humo y el velo que te rodea. Para disolver eso, todos nosotros estamos a tu disposición, y ¡nuestro número es legión!

Ten la seguridad, de que tú no estás solo. En cualquier momento, solo tienes que llamarme a mí, y yo estaré contigo. ¡Y yo no vengo solo! Para algunos de ustedes, entonces, les recomendamos que en aquellos momentos en los que sientan que necesitan un poco de ayuda, cuando el miedo parece que viene, pero que tú sabes que debes seguir adelante, cualquier cosa que sea, cualquier cosa a la que creas que le tienes miedo, simplemente di:

Legiones de ángeles, maestros y amigos,
cuyo número es infinito más allá de la comprensión,
Ustedes que han sido enviados directamente por Dios
para ayudarme a atravesar este abismo,
vengan ahora, porque yo lo declaro y los recibo.
¡Y por lo tanto que Así Sea!

Entonces, da el paso que tengas que dar. Que no será en tu imaginación. Nosotros estaremos contigo. Y el final perfecto es verdadero. El miedo no es más que la ilusión que has elegido valorar con el fin de experimentar lo que es sentirse separado del Amor. Eso es todo. Simplemente agitaste tu varita mágica cósmica y dijiste: "Hágase el miedo para que lo pueda experimentar”. Eso es todo.

Te amamos. Más allá de tu actual comprensión, te amamos. Más allá de toda comprensión —incluso en lo que podrías percibir que es el nivel donde nosotros funcionamos y actuamos— está la presencia del Amor de Dios, que es eso lo que simplemente buscamos verter en ti, ya que al dar, continuamente recibimos. ¡Las Leyes de la Consciencia funcionan para nosotros al igual que funcionan para ti! Nosotros simplemente estamos más consciente de ellas.

¡Ese Amor, el cual es Dios, es incomprensible por siempre! El Rayo de Luz del Sol nunca puede comprender al Sol. Yo soy un Rayo de Luz para ese Sol. Tú eres un Rayo de Luz para ese Sol. Por lo tanto, nosotros estamos hechos de la misma Sustancia, y esa Sustancia nos sostiene por toda la eternidad. El mayor gozo es rendirse, entregarse plenamente y permitir que esa Luz ilumine tu camino sin cesar.

El que libera al mundo abraza al Creador. Y el que libera al miedo recuerda al Amor. El que encarna el perdón vive en paz. Y el que renuncia al control conoce a la confianza perfecta. El Cristo Despierto que haya entregado, rendido el nudo del miedo, llamado el “yo”, descansa en lo ilimitado para siempre, en perfecta comunión con toda la Creación. Y esa unión nunca se termina. Simplemente se expande y se extiende como la Vida que surge, como la Creación que surge, extendiendo lo bueno, lo santo, y lo bello.

Una flor que florece en la primavera por un día es lo bueno, lo santo, y lo bello. Los rayos de luz solar que danzan sobre los océanos de este mundo creativamente, cantan lo bueno, lo santo, y lo bello. El pájaro que se posa sobre tu cerca y canta tu canción de la mañana ha salido de ese infinito y perfecto Sol y sus notas extienden la alegría de los Hijos de Dios. Así, también, la sonrisa en uno de tus hermanos y hermanas que ha recibido una Perla de la Gracia a través de ti es la Creación misma, la presencia de lo bueno, lo santo, y lo bello. Cada pensamiento amoroso que permites que sea cultivado en el jardín de tu propia mente extiende lo bueno, lo santo, y lo bello.

Por lo tanto, canta esa canción sin cesar. Mantente dispuesto, mientras concluimos El Camino del Corazón, a celebrar tu voluntad de abrazar la perfecta liberación, tu creatividad y el poder que tienes —el dominio sobre aquello que has plantado en el terreno de tu mente. Prepara muy bien ese terreno mientras completas la primera parte de este curso, para que las Perlas de la Gracia puedan llevarte por El Camino de la Transformación.

Y con esto, amado amigo, por el tiempo en el que leas esto estarás celebrando tu nacimiento como Cristo, como cuando aquellos rayos de sol se expresaron a través de las historias que se han contado del nacimiento de Cristo en el mundo. Para mí, esto ocurrió hace dos mil años. ¿No es el tiempo ahora para que dejes que ese mismo nacimiento sea totalmente consumado en ti?

Por lo tanto, ya estamos concluyendo este mensaje por ahora. Sabes que ha sido nuestro honor y nuestra alegría permanecer y morar contigo. Hay una gran multitud de seres que te rodean en cada momento para recordarte que tú has elegido responder a una llamada que se remonta hasta la misma Mente de Dios, quien se ha extendido para llamar a Su Creación —tú— de regreso hacia Sí Mismo, de modo que tú puedas extender deliberadamente el Amor sin cesar.

Nosotros te damos Amor. Te sostenemos con perfecta paciencia, sabiendo la Verdad que es verdad únicamente, acerca de ti. Y nunca te abandonaremos.

Que la paz, entonces, este siempre contigo.




[1] Se refiere a Jayem porque es a través de él, que Jeshua ha canalizado El Camino del Corazón. (N. del T.)
[2] Marcos 4:3-6 Parábola del sembrador: ¡Oíd! He aquí, el sembrador salió a sembrar; y aconteció que al sembrar, una parte de la semilla cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en un pedregal donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó por no tener profundidad de tierra. Pero cuando salió el sol, se quemó; y por no tener raíz, se secó. (N. del T.)
[3]Mateo 13:23  Pero aquel en quien se sembró la semilla en tierra buena, éste es el que oye la palabra y la entiende, éste sí da fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta. (N. del T.)
[4] Mateo 13:45,46 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas; el cual, hallando una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró. (N. del T.)
[5] Mateo 19:29 Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. (N. del T.)


Nota:

Lección revisada, se hicieron algunas pequeñas correcciones a la traducción (el 18/01/2017).


Nota del traductor

El traductor de este libro procede de Venezuela. Esta es una traducción no oficial. Se le recomienda a los lectores adquirir la traducción oficial en www.shantichristo.com también pueden obtener otros materiales complementario en la Fundación Shanti Christo. La traducción es casi literal para no alterar en nada el mensaje original de Jeshua ni la estructura del texto, es la intensión de Jeshua permitir que cada frase se retenga dentro del corazón, que cada idea llene la mente y el cuerpo con su frecuencia o vibración real. Ya que así fue diseñada cada palabra, la estructura de cada frase, la cadencia y el humor. Se ha evitado el uso de términos que pudieran desconcertar a los lectores de los otros países de habla hispana. La mayoría de los pronombres de la segunda persona del singular y del plural se han traducido por “tú/tu/ti/te/tus” incluso cuando está claro que Jeshua le habla a un grupo de personas. 


La Fundación Shanti Christo acaba de poner a disposición la traducción al español de esta exquisita obra espiritual.

Te recomiendo que adquieras los libros de "El Camino de la Maestría", en la página web: www.shantichristo.com/ 



Esta traducción no oficial fue realizada por Oscar Ruiz, 



El Camino de la Maestría

se compone de tres libros:


1er  Libro   "El Camino del Corazón"

       de la Lección 1 a la 12


2do Libro  "El Camino de la Transformación"

       de la Lección 13 a la 24


3er Libro  "El Camino del Conocimiento"

       de la Lección 25 a la 35





Recomendaciones: 
  • Cada libro debe estudiarse durante un año, y cada lección durante un mes, al final de los 3 años de estudio habrás alcanzado la Maestría.
  • Compra un diario y un bolígrafo que solo debes utilizar en El Camino de la Maestría.
  • Coloca sobre la portada de tu diario una imagen que represente para ti, tu idea más elevada del Amor.
  • Anota todas tus experiencias, todo lo que sientas, guarda el diario y el bolígrafo en un lugar donde no colocarás nada más, ese será tu lugar sagrado.

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