LECCIÓN 24
AHORA TODO DEPENDE DE TI
Amados y sagrados amigos, yo vengo a unirme contigo, no desde un lugar que está separado de donde tú estás, sino desde un lugar en el cual estamos eternamente unidos como una Mente, un Corazón, una Creación, un Amor. Yo vengo, entonces, a morar contigo desde un lugar en el cual tú has habitado eternamente. Yo vengo a morar contigo porque te amo. Yo vengo a morar contigo porque tú eres como yo soy —el pensamiento del Amor en la forma.
Llegamos ahora a la conclusión de El Camino de la Transformación; ese camino que le permite a las percepciones de la mente ser transformada desde la ilusión a la Realidad, desde el miedo al Amor. Ese camino es el camino en el cual tú llegas hasta el umbral, o hasta el borde del Reino de los Cielos, en el cual tú estás finalmente listo para usar el poder de la mente para afirmar solo lo que es verdad. Y lo que es verdad es inquebrantable por siempre.
En ningún momento ninguna sola ilusión que haya robado a través de la inmensa expansión de tú ser jamás ha cambiado la Verdad que es verdad siempre. La declaración de esa Verdad es la esencia de las palabras que yo también alguna vez tuve la necesidad de decir:
Yo y mi Padre somos uno. Yo, como un rayo de luz, soy uno con esa Fuente de Luz desde la cual todas las cosas brotan.
Yo, como una gota de agua, soy uno con el océano desde el cual toda la humedad surge.
Yo soy Aquél que fue enviado desde el divino misterio para dar a luz lo bueno, lo santo, y lo bello para reflejar en el tiempo y en la forma lo que es sin tiempo y sin forma, a lo que yo me he referido como Abbá, o el Padre, esa Fuente creativa que da nacimiento a todas las cosas y que tiene una inmediata y directa relación con toda la creación.
Esa Verdad es la verdad acerca de ti. Ésta ha sido, de hecho, la única cosa que ha sido verdad siempre. Y en cada momento, el poder de la mente te permite recordar la verdad, si la mente elige la verdad.
ELIJO SER LA VERDAD
El Camino de la Transformación ha sido diseñado para guiarte a ti con ejercicios específicos, con muchas preguntas fundamentales, hasta el umbral de esa decisión en el cual la mente declara por sí misma, desde dentro de sí misma, y entonces extiende hacia afuera:
Yo y mi Padre, yo y mi Fuente creativa, yo y el Amor somos uno.
Desde este momento en adelante, yo camino y vivo como alguien que ha elegido usar el poder de la mente, el poder de la conciencia el poder de la intención, el poder de la pureza, el poder de su propio ser, para conocer la Verdad que establece a todas las cosas libre.
Yo elijo ser la verdad que permite que la libertad sea extendida a todos los demás.
Yo elijo caminar en este plano, mientras todavía el cuerpo dure en ese breve tiempo, como Aquél que ha sido enviado como un rayo de luz para hacer brillar la luz en un mundo que le teme a la luz.
Te invito, entonces, mientras concluimos El Camino de la Transformación, a que reserves algo de tiempo y te apartes del rugido y ruido del mundo, para que retires de ti todas las creencias que hayas tenido acerca de ti mismo o acerca de alguien más. Y allí, en el silencio de tu propio corazón, simplemente reconozcas que la Verdad debe ser la verdad siempre, y que el tiempo está en tus manos para que uses el poder de la mente que te ha sido dado por tu Creador de la única manera que puede ser usada sanamente:
¡Yo y mi Padre, yo y mi Fuente creativa, somos uno!
¿Por qué esto es importante? Al final, toda técnica, todas las metodologías y las estrategias, son realmente medios mágicos para desalojar a la parte egoica de la mente que insiste en imponer la autoridad de sus ilusiones y entonces seducir, trucar a la mente, para traerla a un lugar donde ésta debe entrar para que verdaderamente de un paso adelante y entre como la Vida misma. Todas las estrategias y todas las metodologías, incluso esas que nosotros te hemos dado a ti en estas lecciones, se te han dado a ti debido que la mente está dominada por las ilusiones.
El arte de disminuir el valor que la mente ha puesto sobre las ilusiones es todo lo que se puede enseñar. Toda la enseñanza está diseñada para regresar a la mente hasta el umbral del Reino de los Cielos. Allí y solo allí, la misma mente, la cual en esencia eres tú, debe desde lo profundo de su ser —sin ataduras o apego con nadie ni con nada— declare su decisión de despertar. Y asuma su manto de responsabilidad para dar a luz en este mundo solo la luz de la Verdad en cada momento, con cada respiración, con cada gesto, con cada intención, con cada visión, con cada pensamiento, y con cada decisión.
De hecho, amados amigos, El Camino de la Transformación te lleva hasta el umbral del camino del verdadero conocimiento. Este es un viaje sin distancia hacia una meta que nunca ha cambiado. Es simplemente un cambio de mentalidad: la decisión de valorar la Verdad, y solo a la única Verdad.
Cuando esa decisión ha sido aceptada plenamente —podrías pensar que es como la plena aceptación que encarna en cada cédula de tu ser y en la totalidad de todo lo que tú eres— esto se convierte en la perfecta devoción de tu unión con Dios. La perfecta devoción de reconocer que como lo creado, es tiempo de rendir la resistencia a la verdad, y aceptar que el Amor de Dios te ha sido dado a ti completamente, sin medidas, sin condiciones. Y que tú has sido creado para vivir desde ese Amor, que ese Amor puede informar cada pensamiento y cada acción, que ese amor puede emanar a través de ti, la misma fuente de tu propia identidad. “No más yo, sino tuyo”, podría ser una forma de decirlo.
Cuando la mente plenamente llega a reconocer que ninguna otra decisión tiene valor o propósito, que ninguna otra decisión puede traerle al alma la paz y la plenitud que ésta ha visto de muchas maneras en el campo de la ilusión, entonces el Padre dará el paso final por ti. Es decir, mediante un acto de gracia, esa diminuta gotita de agua que parecía estar tan separada del océano se disuelve y se mezcla dentro del propio océano. Ya no hay más un ser separado que pueda encontrarse. El cuerpo-mente se pone de pie y continúa todavía por un poquito de tiempo, hasta que su propósito se cumple. Entonces, se le hace a un lado, como a un juguete que ha sido superado por la edad.
La mente, el poder de la conciencia, se introduce calladamente en la perfecta y eterna Verdad que ha sido verdad siempre:
Solo existe el Amor de Dios. Yo estoy simplemente en la existencia para expresar esa verdad.
En el camino del perfecto conocimiento, todos los esfuerzos se suspenden. Y la mente fluye, nacida por el Amor. Esta fluye como el viento, sin saber de dónde viene ni a dónde va, porque su seguridad no está en el mundo. Su certeza está en el Amor. La Paz impregna la totalidad de la mente, donde quiera que ésta fije su atención. Todas las cosas del mundo han sido traducidas en simples medios mediante los cuales la Verdad puede ser comunicada a la totalidad de la creación, a un hermano o a una hermana.
Porque en verdad, todo tú eres exactamente eso —perfectamente igual, perfectamente inocente, perfectamente radiante y brillando por siempre.
Tú te vuelves el ungido. Tú te vuelves el mesías, el que trae la palabra de Dios. Tú te vuelves el Cristo. Sin embargo, esto no es una realización o logro. Es simplemente el retorno de un antiguo recuerdo de lo que siempre ha sido. La mente, que ha rendido y entregado toda resistencia al Amor, simplemente permanece y mora en la certeza de un conocimiento perfecto. Esto aguarda por ti ahora, justo al otro lado de la decisión final.
Mira bien, entonces, en todo lo que te ha acontecido a ti durante las pasadas doce lecciones. ¿Has tenido encuentros casuales, entendimientos internos (insights), visiones y todo esto ha sido por casualidad? ¿Ha sido por accidente? Difícilmente, porque en lo profundo de tu ser tú elegiste entrar dentro de El Camino de la Transformación. Tú elegiste abrir lo profundo de tu ser a una reflexión de la verdad que tú ya sabías, dada a ti por un viejo hermano quien te ha amado a ti desde antes de que el tiempo fuera, alguien que ha simplemente elegido promulgar la extensión del Amor en todas las formas posibles.
Como te he dicho a ti muchas veces, no estoy limitado en la manera cómo me comunico con cualquier mente que abra un lugar para mí. Este camino es sin embargo uno de muchos. No obstante, este es el camino en el cual has tomado la decisión de permitir que esa comunicación sea conocida en la conciencia de tu mente. Éste es el contexto en el cual tú has elegido permitir tu liberación del miedo y aceptar el Amor.
Una vez te dije que todas las cosas que comienza en el tiempo, en el tiempo terminan. Porque su propósito no es llegar a sustituir a lo que es eterno. Sino ser medios mediante los cuales el recuerdo de lo eterno regrese cada mente que es parte de la Filiación —la mente una, la Mente de Cristo, en la cual tú habitas y en la que tienes tu verdadero ser.
El Camino de la Transformación, entonces, tuvo un comienzo y tiene un final. El Camino del Conocimiento verdadero, que comprende la siguiente parte de estas lecciones, tendrá un comienzo y un final. Puedes estar seguro, te digo a ti que cuando El Camino del Conocimiento te haya sido impartido a ti, y que nosotros hayamos entrado dentro de la perfecta mezcla en la cual tú sabes que caminas en un plano tan despierto como yo alguna vez lo hice, entonces el propósito de El Camino de la Maestría y de nuestro período de enseñanza-aprendizaje habrá llegado a su conclusión.
Esto no significa que yo me aparte de donde estás. Sino que eso significa que tú habrás entrado dentro de la certeza de que eres Aquél. Y lo que pretendías obtener de mí, lo encontrarás en el templo de tu propio corazón. Allí yo me uniré contigo — no como tu maestro o tu salvador, sino como tu amigo y tu igual, como un co-creador.
Tú serás libre, entonces, porque ya no buscarás más el conocimiento de mí. Tú extenderás el Amor desde el alma de tu propio ser. Y serás libre de invitarme a mí como a un amigo que se une contigo en tus creaciones. ¡Esa es una invitación que yo aceptaré con mucho gusto! Porque el único propósito de la creación en extender el Amor.
CUMPLIR CON TU PROPÓSITO
La relación es eterna. La amistad es eterna. La co-creación es la esencia del conocimiento de Dios. La co-creación tiene el único propósito de dar a luz lo bueno, lo santo, y lo bello. Lo cual trae la vibración de la verdad y la refleja en el mundo del tiempo, toca al miedo y lo disuelve, toca la culpa y la reemplaza con el perdón, toca la resistencia y a la tensión y la reemplaza con la voluntad y la paz.
¿Puede haber algún otro propósito en la existencia sino esto? Para esto fue que tú naciste en la santa Mente de tu Creador. Para esto tú has viajado a través de los laberintos de todas las cosas diferentes al Amor, que puedes verdaderamente elegir retornar con perfecta libertad en el matrimonio del Creador y lo creado, divino niño, divina chispa.
Porque la unión del Padre y el Hijo o del Creador y lo creado es tan íntima y tan perfecta y tan llena con la perfección del Amor que, en verdad, ya nunca más verás donde terminas tú y comienza tu Creador. Tú serás como el perfecto amor de Dios, entregado a ese Amor, impregnado por ese Amor, mezclado con ese Amor.
No obstante, sabrás siempre que tú eres lo creado. Tú eres como la ola del océano, y el rayo del sol. Te maravillarás con cada respiración. La espaciosidad vendrá a la mente, e incluso dentro de las células del cuerpo, en el cual tú moras en el conocimiento de la —más allá de toda conceptualización, más allá del alcance de toda creencia, más allá de la esperanza de toda religión— realidad del Espíritu viviente del Dios viviente.
El Camino de la Transformación, entonces, llega a su conclusión mientras tú te sientas tranquilamente contigo mismo y observar las pasadas doce lecciones, las intuiciones internas, los cambios, los encuentros casuales. Y tú aceptas y sabes que el ser —la mente, las percepciones que comenzaron hace doce elecciones— ya no existen, excepto como un eco de un viejo recuerdo. Y tú ya no necesitas investir el poder de tu identidad con lo que ya se fue.
El Camino del Conocimiento verdadero comienza con esto. Puedes estar seguro, que el tiempo que pases en contemplación antes de que comience la siguiente parte este curso —que será conocido como El Camino del Conocimiento— es tu transición final, si simplemente lo aceptas.
Este es el momento en el cual puedes darle la espalda el pasado y no volver la mirada atrás nunca más. Este es el momento en el cual puedes dar un paso dentro de la luz del futuro de tu propio destino personal, sostenido en las manos de un perfecto Creador amoroso que ya tiene un plan para ti, o tú no habrías nacido. ¡Porque tú ciertamente no eres un accidente!
Este momento antes de que comience El Camino del Conocimiento es el más crítico para ti. Porque ahora depende de ti, a solas, decidir reconocer la Verdad, decidir con que te comprometes —con la voz del Espíritu Santo o con la voz del miedo.
¿Estás comprometido a usar las cosas del espacio y el tiempo para reafirmar las viejas creencias de que estás separado de Dios?
¿O vas a utilizar las cosas del tiempo —para permitirle al Espíritu Santo a usarlas por ti— para demostrarte que tú estás en el mundo, pero ya nunca más del mundo? Tú ya no estás poseído por el mundo ni el mundo es tu dueño, sino que tu dueño es esa voz del Amor que te dio nacimiento y que te envió para que naciera el mundo.
El mundo es solo esa vibración en la cual la paz, el perdón, y la sabiduría moran. El mundo es como una vibración, una ola que emana desde la profundidad del océano que habla de lo bueno, lo santo, y lo bello. Éste ve las cosas del espacio y el tiempo — incluso ve al cuerpo— y no ve nada que dé miedo. Sino que ve todas las cosas en su perfección, en su inofensiva inocencia que posee y permite la totalidad de tu perfecta libertad.
Tú eres Espíritu puro. Eres como el viento. Tú no puedes ni poseer ni ser poseído, porque le perteneces al Creador. El Amor te abraza. El Amor te impregna. Y tú no escuchas otra voz sino la voz del Amor. A través de tus ojos brillará una luz tan clara —porque de hecho, los ojos son las ventanas del alma— que a través de ti puede empezar a emanar la Verdad que es verdad siempre. Y tú no tendrás miedo de mirar a los ojos de un hermano o hermana y decirles:
Yo soy Aquél que ha sido enviado por el Padre. Y si yo estoy contigo en este momento, es porque mi único propósito es estar presente como el Amor —contigo, por ti, por nosotros, y por toda la Filiación. Esta es la decisión que he tomado. Este es el ser que traigo. Esta es la verdad de la cual soy devoto. Te traigo solo Amor.
De hecho, amados amigos, El Camino del Corazón fue diseñado para abrirte a la realidad de que dentro de ti yace un centro de paz, un centro de perdón, un centro que puede empezar a llevarte hacia el conocimiento verdadero.
El Camino de la Transformación fue diseñado muy específicamente —para aquellos de ustedes que verdaderamente siguieron sus instrucciones— para disolver ciertos patrones en la mente, para reactivar tu poder de deliberadamente decidir lo que pensarás, lo que sentirás, lo que crearás, lo que creerás, y que frecuencias de pensamientos serán aceptable para ti.
Ahora bien, tú llegas hasta el umbral de una decisión que cierra la puerta de un pasado que alguna vez fue hecho erróneamente y que ha sido corregido, a través de la gracia, a través del regalo del Espíritu Santo que fue colocado dentro de tu mente y corazón. Y a la apertura de una puerta de una vida que fue vivida —sin buscar el Reino— pero una vida vivida en el Reino, en la luz de un Reino de Verdad perfecta:
¡Yo y mi Padre somos uno!
Nada puede surgir por accidente.
Mi único propósito es permitir y aceptar la creación
de que lo bueno, lo santo, y lo bello
puedan ser extendidos a través incluso de este cuerpo-mente,
donde quiera que ocurra.
porque mi deleite es el Amor de mi Creador,
mi devoción es la extensión del Amor,
mi paz viene de aceptar a mis hermanos
y hermanas en la simplicidad de una celebración
que no conocerá final.
Estoy perfectamente consciente de que hay muchos de ustedes, mientras leen estas palabras, quienes sentirán, no obstante todavía, una sutil contracción, como breves intentos de miedo —por última vez— de reclamar la propiedad de su ser. Tú eres libre de elegir de otra manera. Tú eres libre de decir:
¡No! Esta es la verdad que yo acepto. Esta es la verdad que yo conoceré. Esta es la verdad en la que yo viviré – no a través de otro, sino por mí mismo.
Porque mi única responsabilidad desde el momento de mi creación fue aceptar la expiación para mí mismo, para permitir que la transformación ocurra en lo profundo de mi propia mente, de modo que las ancestrales palabras en verdad se vuelvan mías: ¡yo y mi Padre somos uno, lo sé!
De ahora en adelante, soy libre de caminar en esta Tierra con mansedumbre, no para esforzarme avanzando hacia el futuro, sino para nacer por medio de las alas del Amor, que me llevarán hasta el cumplimiento de mi destino. Y mi destino solo puede ser aquel que refleja a Dios en este mundo.
Ya nunca más dejes que el miedo reclame autoridad sobre la mente. Esto no significa que ocasionalmente lo sentirás como una ola a través de ti. La diferencia es que tú ya no necesitas valorarlo.
LA ETAPA FINAL
La etapa final, El Camino del Conocimiento verdadero, es para reclamar tu derecho de ser perfectamente feliz. Y la perfecta felicidad puede venir solamente desde la decisión del alma de reconocer la decisión de valorar la verdad y de vivirla. Nada más puede traerle al alma la consumación de su paz. Ninguna otra decisión, ningún otro proceso de pensamiento, trae al hijo hasta el Padre, trae a la hija hasta la Madre, trae lo creado hasta el Creador, trae el rayo de sol hasta el sol, trae la ola hasta el océano, en perfecta remembranza de que solo el Amor es real. Y lo que es real no puede ser amenazado.
El mundo ya no tiene el ilusorio poder que una vez tú le diste. Éste ya no se vuelve algo al cual tú debas amoldarte para sobrevivir. Porque tú eres la Vida eterna, y tu vida es sostenida en la abundancia del Amor de Dios.
Te pones de pie, entonces, sobre el umbral de tu completa transformación de la percepción del mundo. Que será radicalmente cambiada instantáneamente en un pestañar de ojo, la mirarás y le dirás:
Aquí no hay nada que tenga un poder más grande que el poder del Amor de Dios. Porque yo moro en ese Amor, yo soy libre no necesito nada del mundo.
Yo soy simplemente libre de darle al mundo. Y lo que yo dé se me agrega a mí, porque al enseñar yo aprendo, y por medio de dar yo recibo.
Mi amor a Dios solo se compara con el amor a mi Ser tal como Dios lo creó —perfecto, completo e inocente.
Mi amor por mi ser es tan profundo y tan purificado de la falsedad de la culpa y de la pequeñez y del egoísmo que ¡yo quiero todo de Dios!
Y yo daré a luz solo lo que me permita a mí sentir y saber ni unicidad con esa frecuencia y con esa Luz.
Una vez te dije que si tú no estabas lleno de gozo, esto solo podía ser debido a que elegiste usar el poder de tu mente para pensar de forma diferente que tu Creador. El Camino del Conocimiento te llevará a ti dentro de la certeza de un perfecto gozo que es inconmovible. Imagina, entonces, no más altibajos de depresión, no más altibajos de desconfianza en ti mismo — solo el puro ser de Amor, justo donde el ego solía reclamar derechos de propiedad.
La vida para la cual fuiste creado para vivir está en la palma de tu mano. La decisión de finalizar El Camino de la Transformación por el simple reconocimiento de que, “Solo la Verdad puede ser verdad y yo estoy completamente comprometido a ser solo eso” te llevará hasta el Reino.
No más viajes hasta él, sino más bien, el eterno viaje dentro de él, misterio sobre misterio, milagro sobre milagro, sublime belleza sobre sublime belleza, la paz creciendo dentro de la paz mientras tú te rindes y te sumerges dentro de la realidad de la presencia de Dios por siempre jamás, por siempre jamás, por siempre jamás. Porque Dios no tiene final y no sabe ni de alto ni de profundidad. No hay límites para la Realidad del Creador.
No hay más grande gozo que permitirle a tu conciencia, que es el regalo de tu discernimiento, que ser por siempre impregnado cada vez más profundo y más profundo y más profundo por la certeza de un perfecto conocimiento:
¡Yo soy Aquél! Yo moro en ese Amor previo a cada respiración, a cada pensamiento, a cada gesto.
Este cuerpo no es lo que yo soy, pero lo usaré como un medio de comunicación. No lo usaré para separar mi ser de mi hermano o hermana. Lo usaré para expresar los caminos del Amor, los caminos del respeto, los caminos de la mansedumbre, los caminos de la aceptación, los caminos de la apreciación, los caminos del agradecimiento. Veré a mi Padre en mi hermano y en mi hermana. Y los amare y los honraré como el vehículo, el canal que lleva la luz de mi Padre incluso hasta mis ojos físicos.
Me regocijaré en el deleite de como la luz del sol brilla sobre el rocío en el pétalo de una flor. Escucharé el ladrido de un perro y sabré que el misterio se ha manifestado.
Y caminaré en esta Tierra como aquél que es libre, como aquél que es la amplitud a través de la cual solo el Amor permanece y se ofrece.
Y muchos serán enviados a ti que despertarán en tu presencia — en incluso momentos “ordinarios”. ¡Tú te paras en el umbral de todo aquello que el alma había deseado! ¿No es este el tiempo de envolver con los dedos a lo que ha sido puesto en la palma de la mano?
Yo soy Aquél.
El tiempo de vivir en el Reino, guiado solo por la voz del Amor, por la voz de la Verdad, por la pureza del Espíritu.
PASAR TIEMPO A SOLAS PARA RECLAMAR Y VALORAR SOLO LA VERDAD
Así que, te pediré, ahora, que apartes aunque sea un poquito de tiempo en el que permanezcas completamente solo contigo mismo. Para reconocer la Verdad que es verdad siempre. Te invito a que uses el poder de la claridad de tu mente para que decidas en contra de valorar las ilusiones, y que uses el poder para valorar solo la verdad, para que puedas ofrecerte a ti mismo dentro de una luz a través de la cual la Verdad que es verdad siempre llegue a incrustarse concretamente en la totalidad de tu ser. Porque tú, de hecho, conocerás la Verdad y sabrás que ésta te creó libre.
Pasa algo de tiempo para ti mismo — tranquilo, a solas. Te dije una vez hace mucho tiempo, que la decisión la tomaste a solas, en lo profundo de tu ser, de ver si tú podrías crear diferente a Dios, si tú podrías transformante ti mismo en algo que era diferente a como Dios te había creado. Esto ha sido todo el drama y el sueño del reino de la separación.
Tú debes volver a reclamar la propiedad, a solas, en el que tú decides utilizar el poder de la mente para tomar una decisión diferente —en lo profundo de tu ser. Porque tú te pones de pie a solas ante tu Dios, quien espera pacientemente que Su Niño despierte y reciba los regalos que el Padre le obsequiaría al Hijo, lo que el sol le brillaría al rayo de sol, lo que el océano le daría a la ola.
Los regalos que esperan por tu despertar son todo el poder sobre el Cielo y la Tierra de dar a luz lo bueno, lo santo, y lo bello, para caminar en el tiempo como alguien que está fuera del tiempo, para morar como un cuerpo-mente, aunque es alguien que sabe que es Espíritu puro, brillando temporalmente a través del cuerpo.
Se te da a ti —ahora— en lo profundo de tu silencio interno, reclamar la propiedad de tu mente, para dejar a tus padres, para dejar a la sociedad, para dejar a todos libres de responsabilidad. Nadie te ha causado a ti que sientas lo que sientes, que pienses lo que piensas, y que actúes como has actuado.
Tú has usado el poder de la mente para intentar el gran imposible de hacer de ti mismo algo que es diferente a como Dios te creó. Ahora es el tiempo de deliberadamente usar el poder de la mente para decidir con tu Creador. Este es el final de toda búsqueda. Este es el final de todo esfuerzo. Esto trasciende en mucho a las más puras y más grandiosas de las estrategias y metodologías. Esto está más allá de la plegaria. Esto está más allá de la meditación. Esto es simplemente la Verdad.
Por consiguiente, permanece calmadamente. Aquellos de ustedes que, en verdad, tomarán la decisión y que cruzarán al otro lado del borde, a través del velo hasta el Reino, permanecerán junto a nosotros por las próximas once lecciones en El Camino del Conocimiento, el camino del perfecto conocimiento. Y tú verás la totalidad de tu vida radicalmente transformada. Porque ese debe ser el caso cuando el buscador ya no busca más, y es reemplazado por uno que ha encontrado —¡y que lo ha reconocido!
Los milagros guiarán el camino. Porque la mente que se ha entregado a la verdadera devoción del Espíritu Santo es ilimitada por siempre en todas las formas. Y la totalidad de la creación se moldea a sí misma para estar al servicio de aquél que es el ungido y que así lo reclama, y que vive solo para dar a Dios al mundo. Nada surgirá antes de que tú, esa voluntad no se ocupe y conozca y se involucre en ello. Las murallas se disolverán.
Tú serás el milagro-dispuesto. Serás aquél que brilla perfectamente sin esfuerzo, en perfecta paz y en perfecto gozo. Tú serás el Cristo encarnado. Y ese es el propósito para el cual fuiste dado a luz en la Mente de Dios. Y es en esa Mente que tú estás sostenido —¡ahora y por siempre jamás!
Que la paz sea contigo —en este día y siempre. Por lo tanto que estés, en el perfecto conocimiento de que yo soy tu hermano y amigo, y no soy nada más sino eso. Yo soy alguien que te ama y que ve solo en ti la luz de la Verdad, y que espera el día en que podamos crear juntos como iguales —en honor y en devoción al gran misterio que es el Amor del Creador.
Que la paz sea contigo siempre. Amén.
La organización Shanti Christo acaba de poner a disposición la traducción al español de esta exquisita obra espiritual.
Te recomiendo que adquieras los libros de "El Camino de la Maestría", en la página web: www.shantichristo.com/
Esta traducción no oficial fue realizada por Oscar Ruiz,
El Camino de la Maestría
se compone de tres libros:
1er Libro "El Camino del Corazón"
de la Lección 1 a la 12
2do Libro "El Camino de la Transformación"
de la Lección 13 a la 24
3er Libro "El Camino del Conocimiento"
de la Lección 25 a la 35
Recomendaciones:
- Cada libro debe estudiarse durante un año, y cada lección durante un mes, al final de los 3 años de estudio habrás alcanzado la Maestría.
- Compra un diario y un bolígrafo que solo debes utilizar en El Camino de la Maestría.
- Coloca sobre la portada de tu diario una imagen que represente para ti, tu idea más elevada del Amor.
- Anota todas tus experiencias, todo lo que sientas, guarda el diario y el bolígrafo en un lugar donde no colocarás nada más, ese será tu lugar sagrado.
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