20/04/2015 El Camino de la Transformación. Lección 16. Jeshua-Jayem @cursorecargado
LECCIÓN
16
EL
NACIMIENTO DE LA CONSCIENCIA EGOICA
Ahora, comenzamos.
Y una vez más, saludos para ustedes,
amados y santos amigos. Como siempre, es una alegría venir a morar con ustedes
de esta manera. Y venimos en este día a
comunicarnos a través de éste, nuestro amado hermano, mientras continuamos
contigo en El Camino de la Transformación.
Dentro
de la palabra transformación, hay una gran sabiduría. La transformación
requiere que exista aquello que mora en
la forma. Y tú eres eso.
Tú eres Espíritu. Tú eres el que ha surgido
como un rayo de Luz desde la Mente de Dios, como un rayo de luz de sol. En ese comienzo
sin forma, tú eres la Consciencia Misma. Eres la Inteligencia Misma. Tú eres la
dicha radiante; eres la compasión. Tú eres el potencial para crear sin fin.
Tú eres
Dios Mismo. Ahora, que es la primera vez que hemos sido tan osados —ya que
tratamos de ser suave durante estos años— para muchos de ustedes que se han
mantenido durante este tiempo con la disposición y voluntad de permanecer en
este curso. Es la primera vez que te hemos descrito a ti como Espíritu, como Aquello que es Dios. Esto solo puede
significar que aquello que tú eres en esencia, en tu ser esencial, es Dios Mismo.
EL
PRIMER NIVEL DE CREACIÓN — ESPÍRITU PURO
El primer nivel de Creación, entonces,
es cuando Eso que llamamos Dios, o Abbá, al principio comenzó el indescriptible,
e inexplicable misterio de darse nacimiento a Sí Mismo, a partir de la matriz
eterna de Su Ser. Ese primer nivel de la Creación era Espíritu Puro —algo sutil, un sutil movimiento, en el que un suave Rayo de sol comienza a
emerger del Sol o un rayo de Luz que silenciosamente comienza a emanar desde la
Luz Misma.
En Espíritu Puro, eres ilimitado; eres
sin forma. Pero no estás sin Consciencia.
No estás sin Ser-autoconsciente. En el Espíritu, solo existe el Ser —no el ser
y el otro, no el ser separado en la forma, sino simplemente el Ser —radiante,
brillando, sin límites —solo, pero no solitario y triste. Más bien, lleno con
el Ser, lleno de Dios, lleno de Amor.
Este primer nivel de la Creación nunca cambia. Es como Dios Mismo. Porque
el Rayo de sol es como el Sol, así como el Rayo de Luz es como la Luz. Un
impulso, entonces, ha comenzado —un impulso extendiéndose desde la
Potencialidad Pura de todo lo que Dios Es. Porque el Amor busca solo extenderse
a Sí Mismo. La extensión es una actividad; es un movimiento. Y para que haya
extensión, necesariamente debe haber sido creado, entonces, eso que tú llamas espacio. Pero incluso en este
nivel de Creación, el espacio del que hablamos no es exactamente como el que tú
percibes en tu mente, o como el que tú crees que contiene a los planetas que
giran alrededor del sol.
Más bien, digamos, que era algo más
parecido, a un concepto matemático. Era la idea
de espacio, en el que podría ocurrir la extensión. Aún no existían los soles ni
los planetas. Todavía no existía ni un solo átomo ni una sola molécula de
materia. Solo había Pensamiento Puro, Amor Puro, Puro Ser, comenzando a entretenerse, y enfatizo esa palabra por
una cierta razón, a entretenerse con la idea de espacio puro, pura extensión —ilimitada,
sin fronteras, por siempre. Existía el Espíritu Puro. Eso es lo que Tú Eres, ahora y siempre. El Espíritu nunca cambia.
Eso, entonces, es lo que existe en ti, justo
aquí mismo y justo ahora mismo, incluso mientras lees estas palabras, incluso mientras
te percibe a ti mismo como un cuerpo sentado en una silla, o tendido en el
piso, —justo aquí mismo y justo ahora mismo, más allá de todo lo que ves con
tus ojos físicos, de todo de lo que eres conscientes como cuerpo y dentro del
cuerpo, más allá de la actividad del nivel de la superficie de la mente con la
cual estás más familiarizado, en la que casi sin cesar existe, lo que llaman el
encendido de las neuronas del cerebro, de tal manera que la mente pareciera que
nunca está sin imágenes y pensamientos, más allá de todo eso, —el Espíritu Es.
Mucho más allá de este planeta, y sin
embargo, justo donde este planeta mora, mucho más allá de este universo, y sin
embargo, justo donde este universo mora, mucho más allá de todas las
dimensiones, de las dimensiones infinitas de Creación, y sin embargo, justo
donde esas dimensiones infinitas existen, —el
Espíritu Es.
Aquí se encuentra a lo que me he referido
frecuentemente como el “Mundo Real”. Aquí, la paz mora eternamente con perfecta consistencia y sin interrupción. Aquí, la Realidad viviente Es, y que ha sido reflejada
en la oración:
Yo
y mi Padre somos Uno.
En otras palabras, cuando la Consciencia
trasciende Su percepción de Sí Misma de ser solo una existencia condicional —de
ser solo las formas de existencia, tales
como el cuerpo-mente, el sentido particular de ser como algo separado de todos
los otros seres, la brizna de hierba, la nube en el cielo, la roca sobre la
tierra— cuando la Consciencia trasciende ese sentido de Sí Misma, no mora en una
relación de pensamiento. No observa al Espíritu como algo más y entonces expresa:
“Ah, eso es lo que yo soy. Grandioso”.
Más bien, hay una sensación viviente en
la que la Consciencia como tal, como el Ser, que descansa en el Ser y que simplemente
conoce. Porque solo el conocimiento
es inmediato, y no mediante cualquier
concepto, forma, o experiencia.
En semejante momento, y solo toma un
momento, hay un despertar inmediato a la realidad del Mundo Real. En cierta
forma, y nota que dije en cierta forma,
cuando la Consciencia entonces danza de nuevo en la extensión del Espíritu, en la extensión
de la Realidad, en la creatividad, en la Creación. En forma humana, puede decir:
“Yo y mi Padre somos Uno”.
Existen muchas de estas afirmaciones que
dentro de la familia humana se han pronunciados para expresar ese despertar,
esa Realidad.
LA
CREACIÓN DEL ALMA
Ahora, en este movimiento incesante de Aquello
que nunca se mueve, como el rayo de luz que emerge de la Luz Divina —ilimitada,
eterna, sin obstáculos— en el mismo deseo de ser creativo, para extender la
creatividad sin cesar (y eso es lo que la Creación es), el Espíritu comienza a condensarse o a descender (estos dos términos son muy espaciales).
Nuevamente, estamos utilizando un
lenguaje que tiene su fuente en tu lado de la cerca; es decir, en el lado de la
cerca de la existencia fenoménica, no en el lado de la cerca del Espíritu,
donde difícilmente se requiere de lenguaje.
El Espíritu continúa su danza, como la
Mente Una, Dios el Padre, entretiene la
extensión de la Creación. Y el Espíritu comienza a condensarse en algo que jamás había ocurrido todavía. El
pensamiento, y otra vez, todavía estamos operando a un nivel del Pensamiento Puro,
Pura Potencialidad —todavía no existe la profunda oscuridad del espacio de tu
universo o de cualquier dimensión en lo absoluto— el pensamiento comienza a
condensarse en un pensamiento de individualización.
Quizás has visto en los comerciales de
televisión, cuando la leche se vierte en un vaso en cámara lenta. Entonces a medida
que la leche golpea el cristal, comienza a subir de regreso por los lados cuando
el vaso comienza a llenarse. Y en el último instante, cuando el envase se
endereza y el vertido se detiene, el movimiento que se inició crea el fenómeno
de una gota redonda de leche que se eleva y, que por un breve instante, parece que
se separa del cuerpo de leche que está en el vaso.
Esta emerge y en una fracción de
segundos, tú, que estás viendo la pantalla, tienes la consciencia de una gota individualizada de leche que parece existir
completamente independiente del propio cuerpo de leche. Entonces, en el momento
siguiente, cae de nuevo en el cuerpo de leche, y tú pierdes la consciencia de
ella como una cosa separada, de una gota separada de leche. Pero que todavía es
leche. Desde tú lugar de percepción, meramente pareció como si hubiera tenido una existencia separada.
Ahora bien, esto es una analogía, por
supuesto, ya que el Alma no está hecha de leche. Pero esto crea una imagen para
ti de lo que ocurre cuando el cuerpo de Espíritu continúa en su entretenimiento
de creatividad, a partir de la cual surge lo que hemos llamado el Alma —el primer, sutil inicio del pensamiento de individualización,
que es una individualizada expresión de la plenitud del Espíritu, que es la Luz,
que es Dios.
¿Por qué? Todo por el gozo de extender
la Creación, para que Aquél, El Uno pueda ser consciente de Sí Mismo en una
infinita variedad de formas. Aquí es donde comienza —la delicia de la Creación. ¡Eso es lo que Tú Eres! En el Alma Pura
todavía solo existe la Potencialidad Pura. Todavía no ha ocurrido lo que se
conoce como experiencia. Existe, sin embargo, la primera sutil consciencia del
Ser Uno que es consciente de Sí Mismo.
NACE
LA SEPARACIÓN
Mientras que el Alma continúa la
extensión de la Luz, de la Creatividad Pura, ésta se condensa. Desciende al
siguiente nivel, si tú quieres. Una vez más, ya que estamos utilizando el
lenguaje de tu lado de la cerca, no hay muchas otras maneras de hablar de esto.
El Alma desciende o se condensa, y empieza a crear una consciencia más profunda
de Sí Misma como una cosa
individualizada.
Ahora, Su discernimiento de Sí Misma
como Espíritu está adquiriendo una nueva coloración, una nueva vibración. Se
está convirtiendo en algo que está muy cerca de lo que muchos de ustedes han
experimentado en sus propias meditaciones y oraciones, o como aquella vez que
escuchaste el llanto de un niño, o cuando caminaste en la madrugada a través de
un bosque, cuando tu mente egoica fue trascendida temporalmente, y tuviste un
sentido de tu Unidad con Dios, aunque, todavía te sentías como otro distinto a
Dios —criatura y Creador, Hijo y Padre —unidos, pero de alguna manera diferente.
Aquí es donde se
puede decir que ha ocurrido la separación. Porque es aquí, en el primer nivel de la Potencialidad Pura de este único
pensamiento, que es aquello que la Inteligencia Es, aquello que el Amor Es, aquello
que la Luz Es. Me he referido a esto en Un
Curso de Milagros como la Mente. Y la Mente no es meramente el parloteo que
ocurre en el cerebro humano al que tú te refieres como “pensar”. ¡La Mente es
mucho más vasta que eso!
Es aquí, en este primer nivel de
percepción sutil del Ser como una matriz individualizada de consciencia, que
tiene discernimiento de Sí misma, y sin embargo, ese Ser o Dios es de alguna
manera algo diferente a lo que el Alma percibe de ser Ella Misma. Aquí es en donde por primera vez, nace el
único pensamiento de separación, en este punto muy sutil, mucho antes de que
los planetas de tu universo surgieran, mucho antes de que la multidimensionalidad
de la Creación llegara a ser. Aquí, tú eres. Aquí, no hay sino el Alma Una, la única
expresión del Espíritu Uno, que en Sí Misma es la única expresión de Aquél, El Uno
que eternamente Es.
Aquí, la creatividad da lugar a la
fuerza del pensamiento. Es desde el Campo del Pensamiento, del Pensamiento Puro,
que esa Creación ahora empieza a brotar inmediatamente a la existencia en un
ser. Aquí, en este nivel sutil, la gota de leche aparentemente se ha separados a
sí misma y ahora siente el discernimiento
de sí misma como separada del cuerpo de leche. Y por un momento, solo por un
momento, hay pura dicha, porque es todavía el Uno quien lo está haciendo— a
partir del entrenamiento, a partir del puro juego, a partir de la exuberancia
de extenderse a Sí Mismo y a su infinito Poder, incesantemente y sin limitación.
Es como, si Dios, Quien se convierte en
ti, sostuviera este pensamiento: “Yo
ciertamente no puedo separar mi Ser de mi Ser”, porque eso sería una limitación. Así que el Uno crea una gota de Sí Mismo,
que conlleva la percepción de
percibirse a Sí Mismo como separado de algo que ahora es por primera vez, otro. Aquí está la germinación, la
semilla plantada, para la consciencia egoica. Pero eso está todavía un poco más
adelante en la historia.
Cuando se soñó el primer pensamiento de separación,
nació una nueva energía. Y lo que había sido dicha pura, lo que había sido libertad
pura, seguridad pura, ahora cambia ligeramente de forma. Se podría decir que
una gotica de leche dentro de la gota de leche parece separarse y asumir su
propia energía. Que la hemos llamado miedo.
Aquí no nace la extensión, sino la contracción,
o la experiencia de la contracción, cuando
el miedo surge en la consciencia.
Ahora el río comienza a caer en cascada
muy, pero muy rápidamente, —a partir del miedo, a partir de la primera semilla
incipiente del pensamiento: “Yo estoy
solo. Estoy separado de mi Creador”. Sin embargo, en realidad, es el Creador
percibiendo al Creador, y creando la percepción de que Dios está separado de
Dios.
Con
ese pensamiento, se produce una explosión, muy parecida a lo que los
científicos han llamado el “Big Bang”, la “Gran Explosión”. ¡Ellos no saben lo
cerca que están! Simplemente tienen que hacer un cambio y darse cuenta que la
Gran Explosión ocurrió en la Consciencia Misma, no a partir de la materia pura, o como sea que fuera.
En el Big Bang o en la Gran Explosión de
la Consciencia, imagina que de repente una gota de leche explota en el espacio, lo que viene a ser el
pensamiento de separación, y que ésta se convierta en una matriz infinita, o un
serie de puntos infinitos —pequeñas goticas de leche, pequeñas goticas de Consciencia,
pequeñas chispas de la Divinidad, pequeñas partículas de Luz.
Para utilizar otra analogía del ámbito
de la ciencia, la onda de luz se ha convertido en partículas de luz. ¿Cuándo y
por qué, quién puede decirlo? Solo el Uno, Quien está realizando el nacimiento
de Sí Mismo, lo sabe. Y tú eres Ese Uno.
Cuando estas partículas de luz ahora se extienden (y, otra vez, tenemos otro
termino espacial), se extienden a
través de los confines infinitos de la Potencialidad Pura del Espíritu, —que es
Luz, que es Dios— cada partícula posee
el mismo exacto potencial. De hecho, no se podría, diríamos, encontrar diferencia
alguna entre los puntos de Luz, en lo absoluto —ninguna. Si fueras a medirlas, ellas serían del mismo tamaño,
aunque no tienen tamaño. Si midieras su frecuencia o vibración, daría en todas lo
mismo —idénticos puntos de Luz que ahora parecen
haber tomado existencia en diferentes puntos del espacio.
Es decir, hay la sensación de que
mientras son idénticas en cualidad y substancia, existe una ligera diferencia
en el espacio que ocupa cada uno de ellas, como si tomaras dos lápices
idénticos y pones uno en el lado izquierdo de la mesa, y otro a la derecha.
Aunque están hechos de la misma sustancia, pero ahora, en el gran contínuum del
espacio, lo que es idéntico está ocupando dos puntos del espacio, cada uno con
la perfecta libertad que refleja la perfecta libertad del Dios Uno.
Infinitos rayos de Luz, que ahora reflejan
y reflectan la perfección de la libertad de la Potencialidad Pura, que es la
Luz Misma —la Potencialidad Pura para
crear. Y cada uno tiene dentro de sí el pensamiento, el reconocimiento, de la
percepción de la separación.
El miedo ha nacido. Y con él, los
pensamientos de: “Yo estoy solo. Yo no
soy ese otro punto de Luz que está allá. Yo solo soy yo mismo”. Mientras
que la energía del miedo continúa, la contracción, la condensación, el descenso
continúa. Ahora, lo que había estallado instantáneamente (esto aún no requiriere
del tiempo) es la multitud, la
multidimensionalidad infinita, que es la Creación, —excepto el universo físico que
todavía no ha nacido. El universo físico requiere
del concepto del tiempo. Porque solo
en el tiempo la dimensión física puede existir.
Aquí es donde comienzas a descubrir lo
que en tu lenguaje llaman, desde tu lado de la cerca, la jerarquía de los seres
angelicales, de los mundos angélicos. Ellos son puntos de Luz, exactos como tú,
pero no en la experiencia del tiempo, ni en la condensación que tú llamas
cuerpos físicos —ni siquiera los cuerpos del más bajo astral. Y sin embargo,
esta multidimensionalidad de la creatividad que es una danza radiante tiene tan
solo un dejo de sensación de separación, de “otredad”, o miedo.
LA
CREACIÓN DEL UNIVERSO FÍSICO
En esta multidimensionalidad, que
todavía está impregnada de Luz y que es como la Luz Misma, la condensación continúa.
Y aquí los científicos ya han comenzado a utilizar esto, ¡por lo que puedes ver
cuantos pasos les falta! Pero aquí la Luz comienza a condensarse en la
partícula de materia. Una vez más, ocurre la explosión, cuando el uno, que podrías
llamar el átomo básico —o Adam, hmm— explota
en la Gran Explosión, el Big Bang. Y la multitud de cuerpos, los cuerpos
planetarios, incluyendo el sol central de tu minúsculo y pequeño universo, ha
nacido.
El universo físico, del que tú formas
parte como ser humano, es enorme más allá de la comprensión. Sin embargo, es
como una diminuta mota de polvo. Es como un pequeña partícula de Luz, que
parece flotar libremente —como una pequeña gota de leche que parece haberse
separado a sí misma del cuerpo de leche— tu universo físico parece flotar
libremente y es inconsciente de la multidimensionalidad de Luz radiante, de Espíritu
y de Dios en la que flota, a partir
del cual se le ha dado su propia existencia.
Tú no eres ni estás, por lo tanto, fuera del Espíritu. Podrías decir que estás
sostenidos amorosamente —la totalidad de tu dimensión física— en el centro del Espíritu.
Mientras que continúa esta condensación,
lo que ustedes han dado en llamar “vida”, comienza. Se establecen las
condiciones, ¿emergiendo de qué? ¿Del puro azar? ¡Difícilmente! Emerge a partir
de la Potencialidad Pura, del Poder y la Inteligencia Perfecta para crear.
Aunque ahora, esa creatividad se expresa
a sí misma—más y más— a partir del miedo, y no a partir de la dicha pura. Es
como tomar la nota de una flauta y amortiguarla ligeramente, de manera que
tiene una cualidad diferente. Sin embargo, todavía es energía pura. Pero ¿qué podría
ser el miedo, sino energía? Así como el amor es energía, la compasión es
energía, la tristeza es energía, y la ira es energía.
¿Lo ves? El miedo es solo una energía, y
nada más. En sí misma, es perfectamente
neutral. Porque todos los eventos son
neutros. Y el miedo, es simplemente una danza o un juego de la energía
misma, que debe ser un evento completamente neutral, hasta que surge algo que
la percibe y experimenta de forma diferente. ¿Y qué podría ser eso? El
nacimiento de la consciencia egoica.
EL
MIEDO TOMA SU FORMA FINAL
Aquí, el miedo se ha condensado en
su forma final. No podría haber una
mayor condensación de la energía que ha llegado a convertirse en miedo, porque
la consciencia egoica es una consciencia
llena de miedo. El ego es miedo.
Y no obstante, está hecho del Poder Puro, de la Potencialidad Pura, de la Creatividad
Ilimitada.
Ten la seguridad, de que todos ustedes han
tenido la experiencia de saber cuan incesante puede ser la creatividad de la mente
egoica. Porque sin cesar, ésta sabe cómo buscar inmediatamente a otro hermano o
hermana, buscar un evento sobre el planeta, o puede buscar en cualquier cosa, y
así de rápido en un abrir y cerrar de ojos, en un lapso que ni siquiera
requiere de un pensamiento —la consciencia egoica puede cambiar sus valores,
puede cambiar sus percepciones, para crear lo que quiere crear.
Y lo que quiere crear es aquello que le
da continuidad a su existencia. Al igual como sucede en el cuerpo físico,
cuando una célula se vuelve cancerosa y decide salirse de control, y de actuar
como si no fuera dependiente de las leyes del propio cuerpo que mantienen al
cuerpo sano, ¿qué comienza hacer? Comienza a crear células semejantes a sí
misma. El cáncer simplemente es un error
de percepción a nivel del cuerpo que se ha salido de control y que piensa por
sí misma, creando a su propia imagen,
en lugar de extender la imagen, si
quieres verlo así, del Creador y de vivir en armonía con la Mente Uno que crea
en radiante dicha, sin otra razón que la de extender lo bueno, lo santo, y lo
bello.
Sin embargo, Dios no crea la limitación,
y por lo tanto, Él no le retira la creatividad al poder del ego. Al contrario, debido
a que Dios es Amor, todo el poder bajo el Cielo y la Tierra está disponible y
puede ser aprovechado por la consciencia egoica.
Entonces, ¿qué es la consciencia egoica?
Todos ustedes saben lo que es tener la absoluta
certeza de que están separados y solos, y de que debes confiar en tu propio
proceso de pensamiento, y en nadie más allá —no solo de los límites de tu
cuerpo o de tu piel— sino en nadie más allá de tu única, contraída sensación del
“yo” que no tiene para ti ninguna conexión absolutamente, y que a nadie le
importa. Y te lamentas: “estoy solo. Estoy
separado. ¿Cómo diablos voy a hacer? Tengo que resolver mi propia vida. Tengo
que averiguar cómo funciona el mundo. ¡Tengo que hacer que funcione para mí!”.
El miedo ha tomado su forma final.
Ahora, hay un olvido completo de Dios, del Uno, del Espíritu, incluso del Alma. El cuerpo representa un nivel de vibración, todavía lo
bastante inteligente, todavía muy
inteligente. Es como una matriz de energía, la misma idea de la condensación en
forma humana, a partir de la cual las formas siguen creándose, siguen creándose,
siguen creándose, siguen creándose. Has hecho eso para ti mismo un número
infinito de veces.
El cuerpo
es la representación del ego. Porque
te das cuenta de que mientras te sienta en tu silla, estás absolutamente seguro
de que tú no eres la pared en frente de ti. Mientras estás sentado en tu silla,
tu consciencia, tu discernimiento parece decirte que tú eres el lector y no el
autor, y que no eres tú el que se sentó en una silla y tuvo con Jeshua ben
Joseph, cierto linaje o vibración de consciencia, que son pensamientos
radiantes que descendieron a través de la matriz del cuerpo-mente que es
propiedad exclusiva de alguien llamado Jon Marc. Hmm. Tú no eres esa persona.
Y piensas: “No, yo no. Si yo quisiera no podría hacer eso. Eso convierte a Jon Mark en alguien especial. ¡Y
ciertamente eso hace que Jeshua sea alguien muy especial! Porque yo soy tan solo
esta mota de polvo, este cuerpo-mente separado, que está sentado en esta silla,
leyendo estas palabras que vibran con cierto significado y que crean ciertas
imágenes y entendimientos en mi mente. No obstante que están siendo colocadas
dentro de mí, pero yo no puedo ser como ellos”.
Esa es la consciencia egoica que está
diciendo: “Yo ‘no’ soy El Uno. Yo ‘no’
soy Dios. Yo ‘no’ soy Espíritu Puro. Yo ‘no’ soy el Alma Pura. Yo soy esta
‘cosa’ que está sentada en esta silla, ahora”. ¿Y sabes algo? ¡Tú tienes
toda la razón, tú eres eso! ¡Eso y
mucho más!
La mente egoica es la que crea la separada
percepción de que ella es tan solo una pequeña porción, delgada del pastel. Esto
crea una ilusión, una distorsión, en la Consciencia Misma, como un pequeño
punto luminoso en una pantalla de radar que le dice al observador de la
pantalla que hay alguna cosa allí. La
mente egoica dice: “Yo estoy separado.
Estoy solo. Yo no puedo pensar con la Mente de Dios. No puedo experimentar la Consciencia
de la Unidad. No puedo ser como Jeshua. No, yo no. Soy demasiado pequeño y débil.
Ah, yo no puedo lograr eso todavía. Tal vez algún día”.
Sin embargo, durante todo el tiempo, tú eres Aquél, El Uno. Mediante el Poder
de Aquél, El Uno, tú tienes el poder para pensar este pensamiento: “yo nunca podría ser como Jeshua. Realmente soy
demasiado pequeño e insignificante, demasiado frágil, demasiado débil y
demasiado estúpido. Ah, la Consciencia Crística eso será para otra persona,
pero no para mí”.
Todo ese tiempo, ese mismo pensamiento ha usado
el Poder del Uno. ¡Porque ese Poder es Vida! ¡Ese Poder es Puro Ser! ¡Ese Poder
es el Mundo Real! Ese Poder es la única cosa que existe, — ¡y punto! Por el Poder de Aquél, el Uno, tú has soñado el
pensamiento del yo separado. Por el Poder de Aquél, El Uno, cuando tú lo decidas, despertarás del
pensamiento de la consciencia egoica.
Ahora, ¿por qué es todo esto tan
importante? Amados amigos, El Camino de
la Transformación requiere que haya lo que existe en la forma. Tú existes
en la forma. Tú estás sentado en una silla. Tú conoces el espacio y el volumen
de un cuerpo humano. Tú conoces los pensamientos particulares que identificas
como propios.
Aquí aparece la historia de ese cuerpo-mente
que emergió del deseo sexual entre dos seres llamados los padres que se unieron.
Y una pequeña cosa se fue contorneando por un camino hasta tocar a otra cosa, y
hubo un estallido de Luz, y una chispa pura del Alma Pura tomó la decisión de intencionalmente desarrollar una fijación o identificación con, y
como, una forma física.
Así
que, divirtiéndose un Sábado por la noche es la fuente de tu ser —como un ser
corporal.
Si tuviste suerte, ambos padres
conscientemente desearon utilizar el cuerpo como un medio de comunicación para
enseñarse solo amor, que se dieron el uno al otro. Y entonces aceptaron que esa
pequeña chispa de Luz comenzara el nacimiento de otro cuerpo, y se invitó claramente
a otra Alma a venir y morar con ellos, como maestro y amigo, como hermano o
hermana. Desafortunadamente, esto es todavía muy raro en tu planeta.
Esa es la matriz en la que has descendido,
una y otra vez, ya que has venido a enseñarte a ti mismo que eres tan solo un solitario,
separado, endeble, y débil individuo. A la muerte del cuerpo, te encontraste a
ti mismo como un Alma, y te asustaste por el resplandor de tu Luz, porque esa Luz
no es igual que la interpretación que has aprendido de ti mismo.
El miedo causa la condensación, la
contracción, el descenso si se
quiere. Y en aquello que tú desciendes es en una matriz de energía que mejor
resuena con tu propia percepción y
creencia acerca de ti mismo. Las creencias no son solo pensamientos. Son una cualidad de la vibración.
Y desciendes una vez más, en un campo de
energía, en un sueño, en un universo físico, en un marco de tiempo, en una
estructura familiar que resuena y vibra con la manera en que tú has aprendido a
percibirte a ti mismo. Pero todo ese tiempo, sin embargo, tú has sido Aquél, El
Uno: radiante, perfectamente libre, usando el mismo Poder de Dios para crear y
creer en un sueño de pequeñez, debilidad, separación y soledad.
Ahora mismo, mientras lees estas palabras
—ahora— eso es lo que estás haciendo.
Estás eligiendo como vas a pensar de ti mismo. Y cómo pienses de ti mismo se
refleja en el mundo que ves, en las experiencias que se manifiestan dentro de tu
propio universo particular de consciencia.
Si supieras que tú eras el Uno Ilimitado,
nunca tendrías miedo de volver a crear monedas de oro. Nunca creerías que debas
vivir en escasez. Pero ustedes todavía siguen, en su mayor parte, aferrados a
la creencia de que son ese pequeñito pensamiento de separación llamado mente egoica,
que está todavía esforzándose en encontrar a Dios, sin reconocer que es con el mismo
Poder de la Presencia de Dios a partir del cual ustedes crean la percepción que
tienen de sí mismos.
Así que, ahí estás —sentado en tu silla,
tendido en el piso, o sentado en tu almohada. Y tú eres Aquél, El Uno. Estás en la forma; es decir, has creado una
percepción de ti mismo que incluye la experiencia de ser un cuerpo-mente, que está separado de todos los otros
cuerpos. Que está separado de la roca.
Obviamente, puedes mirar por la ventana y decir que, en cuanto al cuerpo con el
cual te identificas, éste es de alguna forma parcialmente diferente a todos los
demás objetos.
¡Para eso es este mundo! ¡Este universo
es el intento de crear un reflejo que
te convenza de que el primer
pensamiento de miedo de la separación es
la verdad de lo que tú eres! Tú estás utilizando, o
inconscientemente has estado utilizando, tu universo físico para reflejarte
constantemente lo que debe ser la verdad: que tú estás separado de toda la Creación.
Este mundo no es nada más que el reflejo
de ese pensamiento. Sin embargo,
incluso aquí, Aquél, El Uno impregna todas las cosas, y la comprensión de tu
Ser como El Uno está más cerca de ti
que tu propia respiración —simplemente a una decisión de distancia.
Aquí, hay una gran riqueza que no se
encuentra en ninguna otra dimensión, la riqueza de los dramas de la separación, de la búsqueda, búsqueda, búsqueda,
búsqueda. Por ejemplo, uno de los buscadores diría:
"Bueno, una vez leí Un Curso de Milagros, pero
parece que no me funcionó, lo voy a leer de nuevo. Ah, tampoco funcionó. Bueno,
tal vez si pruebo otra forma de meditación. No, eso tampoco me funcionó. A lo
mejor si trato con el Budismo. No, eso tampoco me funcionó. Voy a probar con el
Cristianismo. No, eso tampoco me funcionó. Voy a intentarlo con drogas —¡con
eso lo lograré!"
La misma energía de búsqueda es la energía egoica. Porque solo el ego
puede buscar. El Espíritu Puro solo
puede extender. ¡Y hay una gran
diferencia!
La consciencia egoica, como bien lo
sabes, actúa por medio de las formas de las relaciones
especiales. Tienes una relación especial con tu empleador; tienes una relación
especial con tu cónyuge, con tus amantes, con tu vehículo, con tus botas y con
tus automóviles. Y el mundo se opone a tu necesidad de ser especial, tal como:
“Oh, mira
este automóvil. Hmm … ¡Esto sí que es algo sexy! ¡Ah, te vas a sentir tan pero
tan bien!”.
Así que buscas
crear los medios para obtener ese automóvil determinado. O piensas:
“Si esa persona fuera mi esposo. Ah, déjame pretenderlo
y seducirlo. Voy a actuar como si yo fuera más que mi pobre, mísero, y solitario
yo, para que crea que soy alguien grandioso. Voy a extender mis plumas de pavo
real”.
Hmm … ¡es interesante que hayamos utilizado
la palabra “pavorreal” para demostrar como la extensión de las grandiosas
plumas sirve para seducir y atraer a una pareja!
Y así sigue y sigue. El mundo es el
reflejo de la creencia en la necesidad
de una relación especial. La búsqueda de ella es la intranquilidad que se
siente —esta intranquilidad se siente en la mente, eso crea las olas de intranquilidad
en los fluidos y las energías sutiles, que están adentro contenidas y que
construyen la ilusión del cuerpo. La intranquilidad de la respiración, la
rigidez de los músculos, la soledad cuando recuestas tu cabeza sobre la
almohada en la noche, porque tú cree que eres ese cuerpo-mente, separado y solo,
aparte de todos los demás.
El infinito, y eterno flujo de comunicación
que se produce a través de toda la Creación, sin obstáculos, está perdido para
tu consciencia. Sin embargo, está tan cerca de ti. Que solo se requiere de un
pensamiento para cambiar el impulso hacia una nueva dirección, para que
descanses tu cabeza sobre la almohada y digas:
Yo no soy este cuerpo-mente. Yo soy Aquél, El Uno,
puro, sin límites y sin manchas. Estoy en comunicación con cada piedra y cada
árbol y cada época del tiempo que alguna vez haya sido.
Y sí, cuando comiences con ese
pensamiento, te parecerá totalmente demente, porque has estado en el otro lado
de la cerca, observando la Realidad desde otra perspectiva. Esta se ha ajustado
como un guante a la mano, pero eso no significa que sea correcta o verdadera.
La demencia parece cuerda a los que están locos. Así es como eso funciona.
EL
FIN DE TODA BUSQUEDA: LA ELECCIÓN DE VIVIR COMO SI TÚ NO FUERAS EL EGO
Pero el final de toda búsqueda se
produce cuando uno se atreve a
sostener en la mente un pensamiento diferente.
Que tú has oído muchas veces a través de Un
Curso de Milagros, y a través de muchos de mis otros canales:
Solo el Amor es Real.
Tú no eres el cuerpo.
Yo y mi Padre somos Uno.
Estoy despierto y camino sobre este planeta como
Cristo.
Elijo el Amor en vez de al miedo.
¿Qué significa esto? El Amor es Espíritu
Puro. El miedo es la contracción, la densidad, la percepción falsa, la consciencia
egoica. Cuando eliges al Amor por sobre el miedo, tú debes decidir no responder de acuerdo con el impulso de la consciencia egoica.
Tú debes decir vivir como si no fueras el ego. De esta manera, lo que se había formado se transforma —y todo aquello que se había impregnado y extendido más
allá de lo que se había formado: se
transforma.
El
Camino de la Transformación, entonces, requiere que comiences con la aceptación
de lo que es Verdad siempre. En esta lección, hemos buscado traerte una
historia, una analogía, una descripción que te puede ayudar, si te vas a sentar
con ella, para imprimir en tu consciencia una remembranza del mismo proceso que
tú has, de hecho, sentido y experimentado como
Dios Mismo, en Su deseo de crear,
en el deseo de Él de crear, en el
deseo de Ella de crear —dilo de la manera
que desees— el Uno se convierte en lo que tú percibes como la multitud, pero permanece
siendo siempre el Uno.
¡Eso es lo que eres! Tú eres el canto
del pájaro. Eres el resplandor y el calor del sol, que toca tu piel. Eres la
piel. Eres el discernimiento de ese calor. Eres el pensador del pensamiento. Eres
el pensamiento. Eres la acción. Eres el espacio desde el cual todo pensamiento
emerge. Eres el viento entre los árboles. Eres la vastedad del espacio.
Tú eres Aquél, El Uno que es eterno. Tú
eres aquél con la suficiente osadía de soñar el sueño de la separación, sin haber
perdido nunca la unidad perfecta. Y tú eres El Uno, la pequeña gota de leche,
experimentando la remembranza de lo Divino, de lo Real, de lo Verdadero, del
Uno.
Tu viaje no es en soledad. Incluso
ahora, estás perfectamente despierto. Porque solamente alguien que esté
despierto podría atreverse a crear la
gran inteligencia y creatividad, a través del cual tú como una chispa de Dios
se vuelve cada vez más conscientes de tu Ser: Dios sumergiéndose en Dios; ¡Dios descubriendo a Dios! ¡Qué delicia,
qué delicioso juego!
Entonces, aquí, empezamos a dejar que el
secreto salga de la bolsa. La separación no fue porque hayas pecado. La separación
no fue por algo terrible que salió
mal. La separación fue solo otra forma de la Danza de la Creación Misma, quizás
llevada a los extremos. Porque Dios busca los límites de lo que es ilimitado.
Has estado jugando al juego de “Las Escondidas”.
Tú eres el Uno con los ojos cerrados, apoyado contra el tronco de un árbol,
contando, mientras que los fragmentos de tu Ser corrieron a esconderse. Y tú
eres el Uno quien ha extendido las manos para descubrir esos fragmentos, y está
en el proceso de hacer eso. Tú eres el Uno que se ha convertido en los muchos,
y que luego está esperando a ser descubiertos por Ese Uno. Tú eres el Alma que
espera por ser tocada por la Gracia. Tú es el Uno separado que está escondido
en la oscuridad, temblando, y sin embargo queriendo que la Luz te encuentre.
¿Por qué no empezar ahora, en este momento, por medio de sentarte en silencio
como Cristo durante cinco minutos? Y decirle al Uno que viene, ahora, desde el
tronco del árbol:
Me he escondido muy bien. Pero sabes, ¡creo que
sería para mí un gran placer si me encuentras!
Encuéntrame, querido Padre. Tócame con Tu Gracia.
Porque yo soy Tú, voy a decir recibirla. En este momento, elijo ahora recordar
que yo soy El Uno quien ha sido ambas cosas lo buscado y lo encontrado. Yo soy El
Uno quien ha permanecido perfectamente sin cambios por siempre. Yo soy El Uno
quien había percibido a mi Ser como si hubiera cambiado, como si hubiera
pecado, como si hubiera separado mi Ser.
Yo
elijo, ahora, unificar las dos partes de mi Ser. Voy a ser un cuerpo-mente
sobre este planeta, que danza, canta, y juega creando lo bueno, lo santo y lo
bello. Ahora abro esa parte de mi mente que puede pensar de manera ilimitada
que se atreverá a soñar el sueño imposible. ¡Yo soy El Uno quien deja que Dios
viva en mí ¡ahora! ¡Yo y mi Padre somos Uno! Yo soy la gota de leche que se asienta
de nuevo en la plenitud de la copa en la que mi Creador habita como la leche.
Cuando yo camine con este cuerpo sobre la Tierra, y
sienta la bruma de la niebla sobre mi piel, me diré a mí mismo: “¡Ah, sí, es
muy buena!” Porque yo soy El Uno con el poder para crear este cuerpo, para
crear la bruma de la propia niebla. Y la bruma de la niebla alrededor de mí es
la Presencia de mi Padre ante la cual mi Alma se reclina.
Este mundo ya no es una carga. Este mundo de espacio
y tiempo ya no es algo de lo cual tenga que escaparme. Ni siquiera la
enfermedad o el mal-estar es una limitación para mí. Porque donde quiera que yo
esté, Yo Soy la presencia del Amor. Y en este momento, doy nacimiento al Amor y
bendigo al mundo que veo.
Y en esto, Dios recuerda a Dios. Porque amados amigos, El Camino de la Transformación debe traerles a ustedes, al final, el
tranquilo reconocimiento de que: Solo
existe Dios. ¿Por qué temes, si el Amor está aquí? Solo existe el Amor o el
miedo.
Que la Paz, sea, con ustedes, amados y
santos amigos. “Amigos” porque ustedes son una parte de mí, y yo una parte de
ustedes —partículas de Luz que danzan en la ola del Único Dios, de la Única Mente,
de la Única Verdad, el Mundo Real. ¡El chiste, la broma ha sido sobre nosotros!
Y lo hemos jugamos sobre nosotros mismo muy bien. Ahora, el tiempo de regocijo
está a la mano, cuando elevamos nuestra individualización, reconociendo nuestra
Unicidad —para danzar la Danza de la Creación incesantemente, extiendo solo lo bueno, lo santo y lo bello.
Que la paz sea con el Unigénito de Dios —el
Propio Dios. ¡DIOS ES! Amén.
Nota:
Lección revisada, se hicieron algunas correcciones a la traducción (el 03/05/2017).
La organización Shanti Christo acaba de poner a disposición la traducción al español de esta exquisita obra espiritual.
Te recomiendo que adquieras los libros de "El Camino de la Maestría", en la página web: www.shantichristo.com/
Esta traducción no oficial fue realizada por Oscar Ruiz,
El Camino de la Maestría
se compone de tres libros:
1er Libro "El Camino del Corazón"
de la Lección 1 a la 12
2do Libro "El Camino de la Transformación"
de la Lección 13 a la 24
3er Libro "El Camino del Conocimiento"
de la Lección 25 a la 35
de la Lección 1 a la 12
2do Libro "El Camino de la Transformación"
de la Lección 13 a la 24
3er Libro "El Camino del Conocimiento"
de la Lección 25 a la 35
Recomendaciones:
- Cada libro debe estudiarse durante un año, y cada lección durante un mes, al final de los 3 años de estudio habrás alcanzado la Maestría.
- Compra un diario y un bolígrafo que solo debes utilizar en El Camino de la Maestría.
- Coloca sobre la portada de tu diario una imagen que represente para ti, tu idea más elevada del Amor.
- Anota todas tus experiencias, todo lo que sientas, guarda el diario y el bolígrafo en un lugar donde no colocarás nada más, ese será tu lugar sagrado.
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