lunes, 22 de febrero de 2016

LECCIÓN 7: EL NACIMIENTO DE LA MENTE DE CRISTO

01/01/2016                       El Camino del Corazón Lección 7.  Jeshua-Jayem                                @cursorecargado


LECCIÓN 7

EL NACIMIENTO DE LA MENTE DE CRISTO

Por siempre, yo estoy contigo. Por siempre, yo estoy contigo. Porque mucho antes de que nacieran las estrellas, mucho antes de que los planetas surgieran, mucho antes de que incluso un pensamiento de lo físico hubiera surgido dentro de la Mente Divina del Hijo de Dios, ya habíamos sido creados juntos y por igual. Sin embargo, esa Creación de lo que únicamente es real no conoce punto de nacimiento.

Por lo tanto, debido a que el Padre es por siempre, así también, nosotros hemos permanecido juntos y nos hemos mantenido juntos en el Amor. A lo largo de todos los tiempos y hasta la eternidad nosotros permanecemos juntos en la Realidad de lo que somos. Por lo tanto, creo que no es extraordinario cuando te digo:

Por siempre yo estoy contigo, incluso hasta el final de esta era.

¿Qué viaje has hecho alguna vez que no sea familiar para mí? ¿Qué viaje he hecho yo alguna vez que, en verdad, no sea familiar para ti? Porque cuando tú me miras desde algún lugar profundo de reconocimiento interior, aunque las palabras puedan ser diferentes, dices dentro de ti mismo:

“¡He aquí que! Cristo aparece ante mí”.

Cuando tienes un pensamiento acerca de mí en la mente y el cuerpo se inunda de una emoción, suave, dulce y ligera, y reconoces que el Santo Hijo de Dios nació y se perfeccionó en tu amigo, Jeshua ben Joseph, ¿qué es lo que hay dentro de ti que sabe que esto es la verdad? ¿Qué parte de tu mente, qué capacidad dentro de tu corazón puede mirarme y reconoce la Verdad dentro de mí, y que debido a ese reconocimiento me amas? Porque igualmente te digo, de que pasa lo mismo en esa parte de mi mente, en esa parte de mi corazón que te contempla y te dice:

“¡He aquí que! El Niño Santo de Dios está delante de mí. Y yo lo Amo”.

Esa parte que sabe, esa parte que comprende de inmediato, es la Mente de Cristo. Esa parte se reconoce a sí misma en todos y cada uno. Esa Mente de Cristo mora dentro de ti en toda su plenitud ¡ahora! Por lo tanto, como yo te lo he dicho muchas veces, nunca dejes de recordar que cada quien conoce al otro por su propia condición. Si me miraras a mí y dices: “Amado amigo, gracias”, mírate bien a ti mismo y di: “Amado amigo, gracias”. Deja que la respiración fluya.

¿Cuántos viajes se han hecho? ¿Cuántos momentos de experiencia han pasado bajo el puente de tu ser antes de que por primera vez empezaras a volver a re-despertar a la Verdad que es verdad siempre? ¿Cuántas vidas, cuántos mundos antes de que una luz comenzara a amanecer, tan imperceptible al principio que no fue reconocida? Y una vocecita susurró desde un lugar que parecía tan lejano de dónde has habitado:

Amado hijo, estás conmigo ahora.
Tú permaneces como Yo te he creado para ser.
Por lo tanto, estás en paz. Eres amado.

La voz parecía tan lejana, tan tenue, que seguramente, no podía ser la suya. Sin duda, a ti te pareció que fue solo un momento de fantasía.

En medio de algún viaje, hiciste una pausa. Y cuando contemplaste a una gota de lluvia caer sobre una hoja y tus ojos vieron esa experiencia, sentiste y supiste que eras uno con la hoja y la gota de agua, y que, de hecho, tú eras esas cosas. ¿Cuántos momentos de experiencia pasaron por delante de ti para que este tipo de cualidades comenzaran a surgir en tu consciencia, que al principio parecían ser diminutas ideas locas? Pensamientos como: “Dios mío, acabo de sentir que soy uno con toda la Creación. ¡Bueno, mejor no le digo nada a nadie sobre esto!” Y así lo hiciste.

Pero esos momentos empezaron a llegar más seguido, aunque quizá fugazmente, y sin embargo, ahora más familiar —un sentimiento debajo de todo el drama, de todo el llanto, de toda la lamentación, de todo el resentimiento, de todo el miedo, de todo el esfuerzo, y de toda la búsqueda. La aún pequeña voz vendría a decir:

Amado hijo, tú permaneces como Yo te he creado para ser.
Eres amado.
Eres totalmente amoroso y totalmente digno de ser amado por siempre.

La vocecita seguía pasando aunque aparentemente desapercibida a través del rugido y el estruendo que parecían haber hecho un hogar dentro de tu mente. Ten la seguridad, de que no estarías donde parece que estás en este momento, si no hubieras empezado ya a experimentar muchos de esos momentos que expresan la cualidad que acabo de describirte, al verdaderamente escuchar a la vocecita suave y silenciosa del Consolador interno.

Por lo tanto, de hecho, cada uno de ustedes sabe que hay un anhelo en su interior que no pueden y que no podrán ya negar por más tiempo. Sabrás desde el Cristo adentro de ti que Cristo se ha avivado adentro de ti, y que Cristo está llegando a ocupar el lugar que le corresponde como el amo de tu mente, tu corazón, tu cuerpo, tu respiración, tus sueños y tus ¡pasiones! Cada uno de ustedes sabe que es absolutamente inútil tratar de conformarse con menos.

No viene por algo que alguna vez yo haya hecho por ti. Viene porque debe venir. Debe surgir adentro de cada mente creada independientemente de sus viajes, a pesar de sus intentos de negar lo que es eternamente verdadero. Que es llamada la ilusión del sueño de separación. Debe venir y es inevitable porque Cristo no será negado. Cristo no puede ser negado, porque solo Cristo puede expresar lo que es absolutamente verdad.

Solo Cristo puede informarle a la estructura celular del cuerpo que incluso el más simple de los gestos extiende Amor a la otra persona que lo contempla. Solo Cristo sabe cómo respirar el aliento que libera de todo trauma, de toda herida. Solo Cristo entiende el poder del verdadero perdón, que es siempre, por cierto, el perdón de uno mismo, ya que nadie te ha hecho daño en ningún momento.

Solo Cristo puede traer una sonrisa a los labios de un cuerpo, de tal manera que cuando alguien te mira y ve esa sonrisa, su corazón se llena. Solo Cristo puede caminar en este mundo, pero no ser del mundo. Y solo Cristo puede trascender cada limitada y temerosa creación, transformándolas en la hermosa flor que florece y da su dulce fragancia a toda la creación. ¿No es esto lo que siempre has deseado sentir que se mueva a través de tu ser? ¿No es esa la llamada al despertar viviente adentro de ti? Oh, amado amigo, ¡tú sabes que lo es!

Ámense, por lo tanto, los unos a los otros[1]. Y ama, por lo tanto, al Ser que te ha sido dado a ti por el Padre. Aprende a escuchar solamente a esa voz. Aprende a desear solamente a esa voz. Aprende a seguir solamente a esa voz que conoce la Verdad que es verdad siempre:

Yo y el Padre celestial somos uno.
Este mundo no es sino un reflejo pasajero y un sueño.
No tiene ningún valor, salvo el que Cristo pueda darle.
Solo el Amor es real.
Cualquier otra cosa es la elección de creer momentáneamente en la ilusión.

Ten la seguridad, que la ilusión dentro de un mundo ilusorio puede parecer que tiene un gran poder. Pero todo el poder te ha sido dado a ti. Todo el poder bajo el Cielo y la Tierra te ha sido dado a ti Santo Niño de Dios. Y ese poder habita dentro de ti como la Vida de tu vida, el aliento de tu aliento, la Verdad de tu verdad, el ser de tu ser, y la alegría de tu alegría. Nunca ha habido una creación ilusoria que alguna vez, en verdad, lo haya amenazado. Ni tampoco puede una ilusión quitarte la realidad.

Lo único que puede ocurrir es que utilices ese poder para creer en la pérdida. Todas las formas de pérdida que percibes a través de los ojos físicos o a través de la mente mundana no son nada más que sombras pasajeras de tu insistencia en la creencia de que la pérdida es posible. Todas las formas de contracción conocidas como el miedo no son más que modificaciones temporales del mismo poder que te fue dado a ti —un poder que has tratado de utilizar para ver si era posible convencerte a ti mismo de que algo más allá del Amor es real.

Pero la historia ha terminado. El sueño de separación está terminando. Toda la creación está ahora experimentando un creciente poder, un movimiento, un impulso que debe llevar a la mente, desde la cual la creación fluye, a un nuevo nivel. No es tanto un nivel evolutivo como un nivel de re-conocimiento, un nivel de re-membranza, un nivel de re-tornar.

Esa ola de impulso está viva y ya ha surgido dentro de tu corazón y mente. Tú lo sabes. Deja de negarlo. Deja de cuestionarlo. Deja de buscar signos del mundo que te rodea de que está bien sentirlo.

Acéptalo como un don divino de tu Creador. Porque se ha hecho la llamada. Aunque muchos la escuchan, pocos la oyen, y menos seres aún se vuelven totalmente dedicados a responderle. Por lo tanto, deja que tu oración sea siempre:

Que solo Cristo, more adentro y
como esta creación que una vez pensé que era yo mismo.

Que solo Cristo, informe a cada pensamiento, a cada respiración y a cada elección.

Que el Amor dirija cada paso. Que el Amor transforme este viaje en el tiempo, de forma tal que en el tiempo, verdaderamente se pueda llegar a conocer la realidad de la eternidad, de la paz, de la santidad —de la santidad— la intimidad, y la alegría del Amor del Padre, antes de cada aliento y, de hecho, incluso antes de cada pensamiento que surja en la mente.

Porque cuando sabes que eres la santidad misma, ¿cómo podrías mirar a tu hermano o hermana y creer que ellos te han hecho daño? ¿Cómo podrías querer hacer otra cosa que amarlos? Es decir, deja que el Amor de Cristo a través de ti fluya tan profunda y tan profundamente que ellos capten que tú no crees en su ilusión.

Cuando les das a los demás aquello que únicamente es verdad, debido a que todas las mentes están unidas, les estás ofreciendo el único regalo que tiene valor. Cuando les das a los demás la verdad —tal vez incluso sin decir una palabra— debido a que todas las mentes están unidas, ellos reconocen lo que les estás ofreciendo y se dicen a sí mismos: “El que está delante de mí sabe la verdad sobre mí y está mirando a través de cada uno de mis intentos de ser menos de lo que soy. Por lo tanto, veo que es seguro elegir de nuevo”. Ahí es cuando ocurren los milagros.

No te esfuerces en sanar este mundo. No hagas nada para hacer un alarde de lo mucho que amas a los demás. Abandona el concepto de ser una abeja ocupada. Simplemente la presencia del Amor, porque sabes que no hay absolutamente ningún valor en ser cualquier otra cosa. Y que, en verdad, nunca has tenido éxito en ser otra cosa que la presencia del Amor.

Cada momento que has experimentado en tu sano juicio, cada momento de lo ilimitado, cada momento de verdadera intimidad, cada momento de alegría llena de gracia que alguna vez hayas conocido, en cualquier forma que parezca que se presenta, ha llegado porque le has permitido a tu mente deslizarse en el mar de la paz. Allí tú simplemente permaneciste, vacío, sin desear nada, sin buscar nada, siendo simplemente la presencia de lo que eres.

Cuando esa cualidad llegue a estar cultivada de forma que impregne tu consciencia con cada respiración y en cada momento, tú sabrás que Cristo, en efecto, habrá surgido en ese día. Y celebrarás la Pascua con cada respiración.


LA SOMBRA DEL MIEDO

¿Qué, entonces, podría alguna vez surgir que obstruya a la Verdad que es verdad siempre?

Hay un antiguo bosque en tu planeta. Un bosque tan alto en un agreste valle montañoso tan agreste que nunca nadie ha estado allí. Desconocido para la mente de la humanidad, la vida continua en el bosque. Profundo en el corazón de este bosque, esta mañana una pequeña brizna de hierba parecía estar siendo sacudida por un viento invisible. Como fue sacudida por tan solo una fracción de un momento, tan sutil y suave fue el viento que a medida que la luz del sol daba en la brizna de hierba, se proyectó la más pequeña de las sombras concebibles sobre una roca que estaba un tanto alejada de la diminuta hierba.

Nadie se dio cuenta. La sombra no tuvo ningún efecto. La roca ni se dio cuenta. Nadie en el planeta se dio cuenta. Nadie en cualquiera de los cielos se dio cuenta, excepto yo. Necesitaba algo para construir una historia alrededor de esto. Esa pequeña sombra proyectada por una pequeña brizna de hierba momentáneamente movida por un viento en algún bosque remoto, no tiene prácticamente ningún efecto sobre el giro de los planetas, la creación de nuevos soles, y ciertamente ninguna traza de efecto en la profundidad de como el Padre te ama.

A esa pequeña sombra es a lo que tú le has dado el poder. Parece que es capaz de obstruir a la Verdad que está dentro de ti de ser vivida. En el momento, en el que le diste poder a esa pequeña sombra. En ese mismo momento, nació el miedo. El miedo es siempre una contracción alejada del Amor. Y el miedo te hace más pequeño que la brizna de hierba que momentáneamente parece proyectar una sombra y que, por tanto, obstruye tu reconocimiento de la calidez del sol que te baña siempre.

Cuando te resistes a la curación, cuando luchas por aprender a “hablar tu verdad”, puedes estar seguro de que algo ha ocurrido justo antes de eso. ¿Qué es? Es tu decisión de creer que la sombra es todopoderosa. Y que si sanas, si creces, si cambias, si dejas que Cristo viva en ti, la pequeña brizna de hierba y la diminuta sombra que ella crea por un momento muy temporal vendrán a castigarte y aplastarte.

Si realmente pudieras tomar esta historia en tu ser y reconocer la absoluta risibilidad de tal creencia, nunca más volverías a temerle al miedo. Nunca más permitirías que el miedo te domine y dirija el curso de tu vida.

Aprenderías lo que significa confiar en aquello que nació en el corazón. Te levantarías y saldrías sin miedo —sin ninguna historia en lo absoluto. Lograrías aquello que la creatividad desea expresar a través de ti. Y durante todo ese tiempo sabrías que por ti mismo no haces nada, sino que es el Padre, quien a través de ti, puede hacer cualquier cosa.

Por lo tanto, ¿qué formas de la sombra de esa brizna de hierba vas a permitir que manejen y posean tu alma?

Hay muchas formas de esa sombra, ¿no? Hay colegas, padres y hermanos que complacer. Hay gobiernos ante los cuales inclinarse. Hay parejas y niños que deben ser atendidos primero. Hay cuentas que pagar. Hay deseos que comprobar y mantener en orden. Hay actividades, declaraciones y comportamientos —hechos por otros— que requieren al menos de siete u ocho horas al día para que puedas analizarlos y juzgarlos a muerte y tú piensas: “Vaya, este mundo es agotador. Pero alguien tiene que hacerlo”.

¿Y pensaste que era el Amor lo que hace que el mundo funcione? Confía en mí, ¡el Amor no da vueltas para no obtener nada!

El Amor te creó. El Amor concibió dentro de ti como algo individual —al menos dentro de la danza del tiempo y el espacio— el poder de elegir, el poder de sentir, el poder de canalizar la luz y el Amor, el poder de saber que algo existe dentro y como tú. ¡Eso es lo que el Amor ha hecho! ¿Alguna vez el miedo ha creado algo remotamente parecido a esto?

¿Entonces qué quieres? ¿Creación o imitación? ¿La paz o la capacidad de simplemente drogarte a ti mismo con la trivialidad? Imagina que todo el poder bajo el Cielo y la Tierra fluyera a través de ti con cada respiración para que tu consciencia atestigüe, no lo que haces como el fabricante o hacedor, sino aquello que lo divino está haciendo a través de ti en cada momento. Llegarías a maravillarte de la creatividad del Amor, el mismo Amor que mueve al sol, a la luna y a las estrellas. ¡Vaya que eso sí sería un pasatiempo muy delicioso!

Por cierto, has llamado al cuerpo tu cuerpo, como si tuvieras algún derecho a poseerlo. Dale el cuerpo a Dios. Dios sabe cómo usarlo; tú no. Cuando tu vida es dada para ser solo la presencia del Amor por ninguna otra razón de que tú quieres que sea así, tú vas a saber —porque llegarás a ser— la Verdad que hace a todas las cosas libre:

Toda la creación está esperando para moverse a través de mí,
y yo quiero ser consciente de ello. Quiero que mi experiencia,
mi consciencia viviente, sea felizmente absorbida en
observar el flujo de Amor a través de mí.

Y si hay algunas telarañas en el camino hacia ello, tú vas a barrerlas fuera del camino.

Cuando estás en esa cualidad del ser, el Cielo y la Tierra se moverán para convertirse en tu sirviente, y no hasta entonces. Después de todo, si envías un mensaje conflictivo nadie se aparecerá para el baile. Ahora que ya sabes lo que es la sombra. Quizás a veces disfrutes bailar con ella. Pero aquí está la gran pregunta:

¿Vas a dejar que la sombra te guíe o vas a dirigir?


EL NACIMIENTO DE LA MENTE DE CRISTO

Cuando tu vida se libere así —no estoy hablando de la perfección como la conocerás— cuando tu vida se convierta en esa motivación, esa actitud, esa declaración, y esa devoción, entonces la perfección será atestiguada a través de ti. Porque el verdadero significado de la perfección es la mentalidad milagrosa que es donde se produce el ahorro de tiempo. Cuando tu vida se convierta en eso, cuando ya no tengas ningún compromiso conflictivo en tu ser, sabrás exactamente lo que fue para mí el resultado de mi vida, porque ya tú serás eso.

Sí, ya sé que estás preocupado: “¿Eso significa que cuando esté realmente muy cerca, voy a tener que hacer mi iniciación final en la crucifixión? Y si tengo que hacerlo, ¿me prometes que al menos esterilizarán los clavos? ¿Puedo elegir el día y la hora? No me gusta levantarme muy temprano”.

Tú ya sabe todo lo que tiene que ver con la crucifixión. Te la has hecho a ti mismo un millón de veces en formas mucho peores que un simple clavo a través de la mano que crea una pequeña punzada de dolor. El infierno no es más que el estado de estar apegado, o atrapado, en el proceso de la crucifixión del propio Ser, que es el intento de asesinar y destruir lo que Dios ha creado a partir del Amor.

Deja de perder tu energía tratando de amar a Dios. Eso no lo va a lograr por ti. Deja de perder tanta energía tratando de aprender cómo amar a los demás. Eso no lo va a lograr por ti. ¡Y por el Amor de Dios, por favor frena todos los intentos de conseguir que los demás crean que tú los amas!

Pon toda tu atención en renunciar a los patrones de creencias por medio de los cuales has tratado de crucificar al Ser que Dios hizo y colocó dentro de ti como tu propia consciencia de tu existencia. Aprende a Amar a ese Ser más allá de todas las cosas creadas. Aprende a cultivar a ese Ser. Aprende a cultivar adentro solamente a ese Ser que habla de la alegría y de la verdad. De forma que tus palabras, tus acciones y tú presencia siempre elevará a los demás. De manera que cuando alguien entre en la habitación en la que estás sentado, de pie o moviéndote, sienta como que un soplo de aire fresco lo ha golpeado, incluso si tú no has movido ni siquiera un dedo.

Mientras quede un rastro de energía dentro de ti mediante el cual te esfuerces en tratar de obtener de cualquiera de las cosas que percibes o de los objetos que te rodean aquello de lo que tú estás seguro que te falta en tu interior, no podrás conocer el Amor del Ser. Y no podrás experimentar la libertad. La felicidad es un trabajo interior.

Entonces, ¿qué pasa? Finalmente logras hacerlo correctamente y dices: “Muy bien, ¿qué ha estado haciendo esa pequeña sombra? Bueno, vamos a ocuparnos de esta sombra, y de esta otra, y de esta otra, y de esta otra. ¿Cuántas briznas de hierba y cuántas sombras hay dentro de este ser que parecen estar superpuestas sobre el Ser?” ¿Es esto importante? ¡Claro que sí, estás muy ocupado dando nacimiento a Cristo!
¿Qué pasa cuando eso ocurre realmente? En primer lugar —y escucha bien— nada será inaceptable para ti.

Sin embargo, la mente todavía se resiste: “Bueno, pero, ¿significa que si alguien no es un vegetariano que aun así es amado? ¿Eso quiere decir que si alguien vota por alguien que estoy seguro es el tipo equivocado que no está loco, que puedo amarlo? ¿Significa eso que si alguien busca el poder político y que, por lo tanto, crea una guerra y mata a cinco mil mujeres y niños, que todavía podría mirarlo y que mi amor no se perturbaría? ¿Quiere decir que todo lo que surge dentro de este mundo temporal no es ya realmente, verdaderamente, literalmente, un problema para mí por más tiempo —que ‘nada’ es inaceptable?”.

Sí. Esto no quiere decir que lo apruebas. Significa que ya no es inaceptable. Porque lo que no puedas aceptar, lo juzgarás. Y todo juicio es el intento de asesinar lo que tú has decidido que no tiene derecho a ser.

El juicio es lo contrario del perdón. El juicio vive en el lado de la cerca donde está el miedo. El perdón vive en el lado de la cerca donde está el Amor, y solo el Amor puede curar a este mundo. Imagina, entonces, que vivieras en un estado del ser en el que, literalmente, nada fuera inaceptable para ti, porque sabrías que la Fuente de tu verdadero ser está mucho más allá de las limitaciones de todo lo creado en el espacio y el tiempo. Que ni siquiera la muerte, que ha sido creada a partir de la contracción conocida como el miedo, es inaceptable.

Te digo esto a ti: Si vas a elegir confiar en mí, yo te mostraré el camino a la paz. Voy a esperar por tu respuesta, mientras tanto yo no puedo hacer nada para quitarte tu libertad que requieres para llegar a estar totalmente comprometido y permitir que Cristo nazca donde una vez reinó la inútil ilusión. Yo te mostraré cómo convertirte en el ser a partir del cual toda la Creación surge, de forma tal que sabrás la Verdad que te hace libre.

Ahora, esto hará que surja desde adentro de ti el más fundamental de los miedos posibles. ¿Cuál es? Es el último que hay que superar: el miedo a la muerte. Porque cuando eres confrontado por la Verdad, sabes que todo lo que has tratado de crear como un sustituto de la Verdad debe morir. Es por eso que se dijo: “Lo último que hay que superar será la muerte”[2] —el miedo a la muerte. Se permite la muerte para que Cristo pueda vivir.

Comprende bien esto: No hay nadie y no habrá nadie en ningún momento que lea estas palabras a quien yo no le haya hecho esta promesa:

Yo te mostraré el camino a la Verdad que es verdad siempre y que te hará libre.

Pero solo tú puedes tomar la decisión de llevar a la totalidad de tu ser en este viaje. Y todo lo que se requiere es lo que tú llamas un poquito de buena voluntad. Un poquito de buena voluntad es todo lo que se necesita.

Yo conozco el camino a casa porque he completado el viaje, y yo te mostraré el camino. Con cada palabra que pronuncio, mi única intención es la de revelarte el lugar dentro de ti que es la presencia del Amor que buscas.

¿Qué pasaría si eliges comprometerte realmente y tomas en consideración lo que te estoy compartiendo, y retornas a la inocencia de un niño, mientras contemplas lo que esto significaría en tu vida? Ten la seguridad que, cuando hayas completado el viaje al Reino, el viaje dentro de él comienza de nuevo. La felicidad, la sabiduría, la creatividad, las risas, las amistades, la familia, la alegría, la serenidad y la paz —que han sido, en su mayor parte, vistos como un sueño imposible— se convertirán en tu estado más normal y natural de ser. Sin embargo, nada de esto puede ocurrir a través de ningún poder que pueda moverse a través de .

Puedo guiarte. Te puedo mostrar el camino. Y puedo caminar a tu lado por el camino que has elegido. A veces, puedo darte mi fuerza hasta que la tuya sea tan segura como la mía, al sostenerte y llevarte. Pero en última instancia, debes exigirme que te ponga abajo para que tus pies toquen el suelo del Reino de los Cielos y camines, con tu fuerza, con tu virtud, con tu certeza, a mi lado.

De hecho encontrarás en ese día y en esa hora que aquello que tan frecuentemente tú me preguntabas a mí, ahora yo te lo preguntaré a ti: “¿Cómo crees tú que podríamos hacer esto? ¿Qué te gustaría crear conmigo?” Y entonces, de hecho, nosotros seremos como hermano y hermano, hermana y hermano, seremos como amigos, que están bailando y jugando en el Reino preparado para nosotros por nuestro Padre.

Un poco de sombra proyectada por una pequeña brizna de hierba es todo lo que parece impedir que entres totalmente a donde yo estoy. Si todavía te tardas un poco más, está bien. Tú no me puedes impedir que conozca la verdad acerca de ti y que te ame. Cuando estás enAmorado, cuando estás tan inmerso en amar simplemente, ¿no es cierto que no tienes sentido del tiempo en lo absoluto? No tienes la sensación de que ningún efecto perturba tu paz. Estás simplemente “moviéndote al compás de la música”. Estás amando, y tu plenitud crece aún más santa.

Por lo tanto, ámense los unos a los otros como yo los he amado. Porque el Padre me ha amado primero a mí para que yo pudiera mostrarte la verdad de lo que es el Amor y la realidad de tu ser. No voy a dejar de hacer esto, sin importar cuánto tiempo decidas tardarte. Porque el Amor es, en efecto, paciente y amable. El Amor no puede ser engañado, y el Amor no permite la ilusión. El Amor abarca todas las cosas, confía en todas las cosas, y permite todas las cosas. El Amor sabe perfectamente a dónde va, y no cesa en ese viaje hasta que cada brizna de hierba es liberada de proyectar sombras, y toda la Creación regresa al Corazón de Dios.

Aprende a amar a tu Ser y grítale a este mundo:

¡Yo y el Padre somos uno!
Ese es el suelo desde el cual me muevo, vivo y tengo mi ser.
¡Qué así sea!

Recuerda siempre que el Padre contempló a Su única Creación y dijo: “¡He aquí, que es muy buena!” ¡Esa bondad tiene un nombre y es el tuyo! ¡Y he aquí, que es muy buena! ¡Esa luz merece brillar!

La puerta está delante de ti. ¿Vas a abrirla a través del poder de tu elección? Porque lo que experimentes te revelará que elección has hecho en este día.

Amado y santo amigo, que la paz sea contigo siempre. Y que la Verdad que es verdad siempre brille dentro de tu corazón y mente a través de todas las eras. Recuerda, hay una muy buena razón perfecta por la que te sigo diciendo, una y otra vez: “Yo estaré contigo siempre”. Amén.






[1] Juan 13:34 “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros”. (N. del T.)
[2] 1 Corintios 15:26 “Y el último enemigo que será abolido es la muerte”. (N. del T.)


Nota:
Lección revisada, se hicieron algunas pequeñas correcciones a la traducción (el 05/08/2016).



Nota del traductor

El traductor de este libro procede de Venezuela. Esta es una traducción no oficial. Se le recomienda a los lectores adquirir la traducción oficial en www.shantichristo.com también pueden obtener otros materiales complementario en la Fundación Shanti Christo. La traducción es casi literal para no alterar en nada el mensaje original de Jeshua ni la estructura del texto, es la intensión de Jeshua permitir que cada frase se retenga dentro del corazón, que cada idea llene la mente y el cuerpo con su frecuencia o vibración real. Ya que así fue diseñada cada palabra, la estructura de cada frase, la cadencia y el humor. Se ha evitado el uso de términos que pudieran desconcertar a los lectores de los otros países de habla hispana. La mayoría de los pronombres de la segunda persona del singular y del plural se han traducido por “tú/tu/ti/te/tus” incluso cuando está claro que Jeshua le habla a un grupo de personas. 


La Fundación Shanti Christo acaba de poner a disposición la traducción al español de esta exquisita obra espiritual.

Te recomiendo que adquieras los libros de "El Camino de la Maestría", en la página web: www.shantichristo.com/ 



Esta traducción no oficial fue realizada por Oscar Ruiz, 



El Camino de la Maestría

se compone de tres libros:


1er  Libro   "El Camino del Corazón"

       de la Lección 1 a la 12


2do Libro  "El Camino de la Transformación"

       de la Lección 13 a la 24


3er Libro  "El Camino del Conocimiento"

       de la Lección 25 a la 35

Recomendaciones: 
  • Cada libro debe estudiarse durante un año, y cada lección durante un mes, al final de los 3 años de estudio habrás alcanzado la Maestría.
  • Compra un diario y un bolígrafo que solo debes utilizar en El Camino de la Maestría.
  • Coloca sobre la portada de tu diario una imagen que represente para ti, tu idea más elevada del Amor.
  • Anota todas tus experiencias, todo lo que sientas, guarda el diario y el bolígrafo en un lugar donde no colocarás nada más, ese será tu lugar sagrado.

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