LECCIÓN 31
PON TÚ FE Y LEALTAD EN EL AMOR
Amados y santos amigos, como siempre, este es un pensamiento que te he repetido muchas veces, te lo digo nuevamente, y te lo vuelvo a repetir: es con alegría que yo vengo a permanecer contigo. Porque la relación es la más santa de todos los lugares —la relación entre dos quienes deciden mirarse el uno al otro, habiéndose visto adentro y no haber encontrado carencias. Porque esos dos pueden mirar a los demás y ver solamente la perfecta inocencia, solamente la perfecta paz, solamente el perfecto Amor.
Por lo tanto, es con gran alegría que vengo a unirme contigo, porque te observo con perfecta paz y perfecto amor, y perfecta fe. Mi lealtad a ti es inquebrantable. Ningún evento que ocurra en el ámbito del espacio y del tiempo pueden manchar mi lealtad a ti porque yo conozco la profunda Verdad que es tu propio Ser —la cual es inquebrantable, inalterable, imperturbable e inmutable por siempre. Porque mi lealtad es perfectamente pura. Mi fe en ti es insondable e inconmensurable.
¿Cómo puede esto ser así? Porque quizás, incluso ahora, tu mente dice, “Bueno, sí, pero la semana pasada yo estaba un poco molesto con mi pareja, y hace tres semanas atrás yo olvidé pagar por la barra de caramelo que agarré en una tienda. Puesto que soy una persona tan horrible, tu lealtad Jeshua, está mal situada”.
Mi fe en ti surge desde mi fe en mi Padre. Mi fe en ti surge desde el perfecto conocimiento de que tú perteneces solamente a Aquél (el Uno) que yo he llamado Abbá.
Mi fe, entonces, es la expresión de lo que he llegado a conocer como lo he mirado dentro de la profundidad de mi propio ser, tanto dentro de mi encarnación física que se hizo tan famosa, como también desde entonces, cuando descubrí la perfección del Amor que impregna todas las cosas, y que se puede ver por debajo de las superficies, y a través de las apariencias que los ojos del cuerpo y que el sistema de pensamiento del ego te mostrarían.
¿Qué quiero decir con eso? Mientras tú permanezcas en tu mundo físico, el más grande reto que tienes, momento a momento y momento a momento, es estar vigilante en contra de la identificación con las percepciones innatas y que han nacido como resultado del aparato físico del propio cuerpo. Es decir, cuando tú observas a través del cuerpo —que es donde parece que está tu atención. El dispositivo que llamas tus ojos inmediatamente te muestran un mundo de objetos separados por el espacio.
Si te identificas con ese nivel de percepción, solo podrías concluir que están separado, los unos de los otros. Cuando ves los eventos que ocurren, sería absolutamente imposible ver la sutil interconexión de todos los eventos. Caerías en la trampa de olvidar que tú vives en el universo. Y el universo significa simplemente un giro, o una canción —un único evento ocurriendo, como un océano que no es sino un único evento ocurriendo, expresándose como muchas olas. Así también, sucede con todos los eventos en el ámbito del espacio y del tiempo, en el ámbito de la materia física que simplemente emerge desde ese único universo.
Desde el nivel de percepción del cuerpo, la mente pensante en asociación con el cuerpo crea interpretaciones de lo que ella cree que está viendo. Y ahora tu atención, tu conciencia está dos veces alejada de la realidad. Primero, te engañas a ti mismo, pensando que los ojos del cuerpo te muestran lo que es verdaderamente real y significativo.
Por ejemplo, si tú amas a alguien. Ellos están hoy aquí pero mañana se marchan. Los ves cuando empacan sus cosas y sus cuerpos se marchan. Y tus ojos te muestran que ellos se han “ido”. Luego la mente dice, “Que desgracia la mía. He perdido a mi amor”. Nada de eso es verdad.
El alma, el nivel en el cual la realidad es mucho más profunda que el nivel del cuerpo, nunca puede “irse” a ninguna parte. Nadie con quien te hayas encontrado o conocido jamás puede estar afuera de tu corazón a través de su propia acción. El cuerpo-mente, sí, que podría marcharse, pero eso no te quitaría a nadie de tu corazón. Solamente podría ser tu decisión de retirarle el Amor. Es solamente el retirar el Amor lo que crea separación en la experiencia de tu conciencia.
Así que ahora te has establecido en dos niveles alejado de la realidad. Primero te has engañado, pensando que aquello que los ojos físicos te muestran es lo que es verdad. Luego sacas conclusiones y creas interpretaciones de los eventos que los ojos del cuerpo te muestran. Esto crea el efecto emocional que es como una sustancia que fluye a través de ti y alrededor de ti, y que se mantendrá así —hasta que sea sanada.
El tercer nivel de estar alejado de la realidad es el truco de la mente en el cual ésta insiste en que sus interpretaciones son un hecho. Es a este nivel de la mente al que le pregunté dentro de Un Curso de Milagros:
¿Prefieres tener la razón o ser feliz?
Porque la felicidad solo puede ser el resultado de la perfecta fe. Y la perfecta fe emerge de la perfecta lealtad. Y la perfecta lealtad emerge espontáneamente en la mente que descansa en rendición.
Hemos dicho muchas veces que las claves del Reino son: el deseo, la intensión, la aceptación, y la rendición. En la aceptación, tú pasas a través de un período profundo de deshacer, en el cual desconectas el cable que te ha guiado a insistir en que son correctas las interpretaciones que tú has creado y que luego las has vinculado a los eventos que el cuerpo-mente físico ha percibido.
Así que en la medida en que se va perfeccionando la aceptación, uno llega a ver que su mundo entero, que todo lo que uno ha construido, ha sido deshecho. Es decir, lo que percibes como creencia, lo que percibes que es como sentirse natural, lo que sea que percibas, ha sido deshecho. La mente se desenreda.
Ahora bien, la percepción del cuerpo-mente, por supuesto, continúa. Los ojos físicos parecerán mostrarte que hay alguien más allí en otros cuerpos, y que ellos están haciendo lo que están haciendo, y que tú estás haciendo lo que estás haciendo, de manera que allí no hay ninguna conexión. Ese nivel continuará así mientras haya un cuerpo. Sin embargo, la mente que ha sanado no identifica eso como el nivel primario de la realidad.
A medida que la aceptación rinde la construcción que ha sido hecha en la mente —que no existe en ninguna parte excepto en la mente— uno descansa en una aceptación sin obstáculos de ver como el cuerpo-mente pasa a través de sus días hasta que regresa al polvo. Sin embargo yo no existe un “ser que se ha engañado”, ya no existe un ser apegado, ya no existe un ser que se arrastra en ese nivel de identificación porque ya no existe la necesidad de identificarse con las interpretaciones. Y ya no existe —muy felizmente— ninguna necesidad de tener la razón.
Cuando la aceptación llegue a completarse, algo mágico ocurre. Algo que está más allá de toda comprensión de la mente pensante. ¡El ego nunca podría comprender esto! Es como si algo que había existido, porque estaba contraído por el miedo muere y se disuelve como la niebla ante el sol naciente. Y todo lo que queda es un espacio tranquilo en el que la conciencia ha sido purificada.
Los eventos todavía surgen y desaparecen. Uno continúa hablando con sus amigos, tal vez como siempre lo ha hecho. Uno nota la tendencia en el cuerpo-mente de crear interpretaciones, y algunas de ellas son todavía muy necesarias "Esa luz acaba de cambiar a rojo. Mi interpretación es que sería prudente que me detuviera". Pero ahora hay algo que está envuelto alrededor de todo eso. De modo que lo que surge es visto como, en última instancia, como algo muy intrascendente, muy inocente y carente de cualquier valor profundo.
Porque tú pondrás tu lealtad en lo que has decidido valorar. Y en esa espaciosidad, en esa perfecta quietud, en esa profunda paz, la mente —o la autoidentidad personal— se disuelve en rendición.
Alguien que ha despertado sabe exactamente lo que se siente. Alguien que ha comenzado a despertar ha tocado los momentos de la rendición perfecta. Porque en la rendición, la mente contempla que todas las cosas que surgen y desaparecen son perfectamente inofensivas. No pueden tener ningún valor, ya que permanecen en el tiempo. Y las cosas del tiempo son como las olas que surgen del océano —como tuvieron un principio, tendrán un final. En su mismo principio, es certero su final.
Solo un tonto podría crear y darle lealtad a lo que es temporal, temporal y, en última instancia, insatisfactorio. Pero el sabio de corazón decide poner su valor en lo que es eterno.
¿Y qué puede ser eterno sino Dios? Y Dios no es más que Amor.
Por lo tanto, en El Camino del Corazón y en El Camino de la Transformación, y ahora en El Camino del Conocimiento, todo lo que hemos tratado de compartir contigo ha sido diseñado, para guiarte a ver que el Amor es la única cosa que vale la pena valorar. El Amor es incondicional. El Amor simplemente ama con el fin de permanecer en su propia naturaleza.
Y debido a que Dios no es más que Amor, a medida que la mente se va desenredando a sí misma del nivel perceptual del cuerpo-mente, de las interpretaciones seleccionadas y creadas en la mente y superpuestas sobre esos eventos, y especialmente mientras se desenreda a sí misma de la necesidad de tener la razón acerca de las cosas que ha hecho, lo que tú eres —la inteligencia pura, la pura e infinita potencialidad creativa— se transforma sí misma para identificarse solo con el valor del Amor. Esto es lo mismo que decir:
Yo valoro solo a Dios.
Entonces, el alma comienza a redespertarse, el alma —esa gota de luz pura, que es inteligencia pura— comienza a darse cuenta que para conocer a Dios debe ser Dios. Y puesto que Dios es solo Amor, el alma desea ser solo Amor. Porque amando como Dios ama, a Dios se le conoce. Cuando Dios es conocido, el Ser se realiza y es recordado. Y el sueño del soñador es trascendido.
Por lo tanto, en verdad, amados amigos, mi fe en ti es perfecta, porque yo he llegado a valorar solo a Dios. Mi lealtad a ti como la descendencia de mi Padre proviene de haber recibido esa iluminación para mí mismo, habiendo despertado de ese laberinto —la compleja red de percepciones en el cuerpo-mente, las interpretaciones que el cuerpo-mente ha puesto sobre esos eventos, y la construcción del ego de lo que él siente que es correcto acerca de todo eso. Debido a que yo he disuelto todo eso, yo permanezco en devoción pura solamente a lo que es real y perfectamente incondicional:
La presencia de mi Padre, que es lo mismo que la presencia del Amor.
¿DÓNDE HAS PUESTO TU LEALTAD?
Entonces en verdad, observa bien entonces para que veas a que has elegido serle leal. Y si has elegido serle leal a algo del mundo, tú has estado efectivamente usando la lealtad como una manera de vencer al miedo. Piensa acerca de esto. He dicho muchas veces que lo que no es Amor es solamente miedo.
En un estado de Amor, no hay apegos; no hay negación. No hay nada obstruido en la naturaleza de la experiencia del cuerpo. Uno le da al César lo que es del César. Uno suda bajo el sol del verano. Uno simplemente está donde uno está, pero la mente —la esencia de tu identidad— es como el Amor. Y todo lo demás es superfluo.
Y por consiguiente, te encuentras en un laberinto de eventos llamado el espacio y el tiempo. Por esto, quiero decir que te encuentras yendo hacia tu trabajo. Te encuentras en una determinada relación tridimensional. Pero tú no te engañas a ti mismo pensando que este lugar, este contexto, es el todo.
Es solo una oportunidad para ti de ser el que ama en el medio de ese contexto, simplemente para recibir el beneficio de conocer el Amor. La profesión, la pareja, el automóvil, el jardín, o el bote pueden ir y venir, porque todo lo que comienza en el tiempo en el tiempo termina. Pero tú te deleitas en amar, aceptar y ser el campo en el cual esos eventos surgen, se levantan y caen.
Si tú le eres leal a una persona, a un lugar, o a una cosa, observa bien para que veas si: ¿Hay, en el fondo de eso, algún miedo del cual aún no has sido honesto? ¿Eres leal con el fin de tener a esta persona, lugar, o cosa para que te apruebe y se quede contigo de manera que obtengas lo que tú quieres?
Y no hay nada malo en ello. No pienses que porque miras y ves que: "Tú sabe, en el fondo es que, me gusta mucho este trabajo y los ciento veinte mil dólares al año que me pagan; Me gusta mucho la sensación de seguridad que me da", esto no es nada malo. Esto no significa que tienes que renunciar a ello y andar sin un centavo viviendo por las calles.
Lo más importante es que llegues a ser perfectamente honesto con lo que estás haciendo, y que retires la tendencia de la mente a decir: "Bueno, yo realmente estoy trabajando en esta profesión porque creo que el producto que creamos tiene un enorme impacto en el planeta. Creo que realmente podemos hacer las cosas diferentes. Y, además, creamos puestos de trabajo y donamos dinero a obras de caridad. Es por eso que estoy aquí". ¡Oh, no digas tonterías!
En el mundo, tú harás lo que haces a causa de dónde has puesto tu valor. Es por esto que muchas veces he dicho:
Si tú quieres saber verdaderamente que idolatras, con que te comprometes, que es en lo que más profundamente crees, simplemente observa donde estás, con quienes estás, y que estás haciendo con tu tiempo, y cómo te sientes con todo eso —verdaderamente.
Aquellos que insisten en ahorrar dinero por si vienen los días de las vacas flacas están simplemente declarando: "Yo creo que pueden venir los días de las vacas flacas a menos que haga algo para evitarlo". Han puesto su fe en su poder para manipular y utilizar el mundo para crear lo que perciben que deben tener.
Y eso es muy, pero muy diferente que la fe que tiene alguien que ha despertado en Dios quien sabe que lo que sea que surja y desaparezca en el campo del espacio tiempo es insignificante. Porque esa mente está tan identificada con ser la presencia del Amor que el cuerpo-mente podría contraer cáncer mañana y expresaría: “¡Que importa!”
La mente que descansa y se apoya en la libertad ha aprendido a transferir su fe y lealtad al Amor. Esa mente ha llegado a disfrutar de la paz que viene solo con amar. ¿Por qué que daño puede pasarle a la mente que simplemente ama, que mira a todas las cosas y ve su perfecta inocencia y que juega en el Reino proporcionado por su Padre —el reino del cuerpo-mente, el reino del espacio y del tiempo, el reino del poder de elegir el Amor en vez del miedo?
Es por esto que te sugiero este simple pensamiento:
El sufrimiento proviene de identificarse con la forma, ya sea el cuerpo, una creencia, una profesión, o un contexto de experiencias de cualquier tipo. Porque todas las experiencias viene y se van. La liberación y la paz profunda provienen de identificarse con el contenido.
Por contenido, simplemente queremos decir la matriz o fuente a partir de la cual todas las posibilidades son posibles. Es como un músico que llega a apreciar el campo del silencio a partir del cual las notas pueden surgir en un determinado orden secuencial, con el fin de crear una hermosa melodía. Si no fuera por el silencio entre las notas, ninguna canción podría haber tocado jamás tu corazón.
La matriz de Amor, que es la presencia del Padre, la inteligencia pura, el campo en el cual todas las cosas surgen y desaparecen y nunca cambian, ese campo es como un lienzo sobre el cual un gran artista pinta. Pero el maestro artista sabe que sin el lienzo, no hay nada. Y que por lo tanto, primero rinde honores al lienzo en blanco.
LAS CREENCIAS LIMITANTES SE DESMORAN NATURALMENTE MIENTRAS EL ALMA DESPIERTA
La lealtad y la fe son cosas importantes sobre las que reflexionar. Hay un proceso de crecimiento, por supuesto, cada vez que empiezas a darte cuenta que en lo que tú has puesto tu fe no puede realmente, verdaderamente satisfacer al alma, esto es como si una estructura se desmoronara.
Ahora bien, ¿qué es lo que está ocurriendo realmente? Tú, como un ser infinito, simplemente te has dado cuenta de que has sido engañado. Y le estás retirando el valor a lo que le pusiste tu fe. Eso se siente como un desmoronamiento. Y, literalmente, es un desmoronamiento en el nivel sutil de la energía que construye el sistema de creencias de percepción acerca de la naturaleza de la experiencia.
Por ejemplo, para darte un ejemplo sencillo: si alguien cree que debe tomarse una taza de café por la mañana con el fin de ponerse en marcha, y luego posteriormente en la vida por cualquier razón, se da cuenta de que nunca la necesitó en lo absoluto. Puede seguir adelante y disfrutar de su café, pero nunca será por la misma razón. Esa estructura de creencia se desmoronará y, literalmente, verá la vida de otra manera.
Todos y cada uno de ustedes pueden hacer una pausa en esta lección ahora mismo para que simplemente reflexionen sobre qué estructuras de creencias se han desmoronado en sus vidas. ¿Y si esto no siempre te condujo a una sensación de mayor expansión, de más sabiduría profunda, de más conocimiento certero?
En otras palabras, la vida prosigue desde la ilusión a la realidad. Mientras el alma despierta, se siente, literalmente, una sensación de expansión y crecimiento. Pero este crecimiento no tiene nada que ver con el cuerpo haciéndose cada vez más grande, o con una cuenta bancaria en crecimiento, o con tener más hijos. Todos ustedes saben que a medida que la sabiduría se redespierta en la mente, hay un sentido de crecimiento. Y ese tipo de crecimiento se vuelve muy atractivo para ti.
PON TU FE EN EL AMOR QUE TE DIO A LUZ
Cuando llegues a convertirte muchísimo más en un amante de la sabiduría de la perfecta unión con Dios, de manera tal que eso sea lo único que te importe, tú ya estarás en un noventa y nueve por ciento libre de la ilusión. Y el mundo nunca más tendrá el poder de verdaderamente atarte a ti nuevamente.
Pon, entonces, tu fe en el Amor que te dio a luz a ti. Cuando digo: “que te dio a luz a ti”, no estoy hablando acerca del cuerpo. No estoy hablando acerca de tu historia personal, de tu ego. Al “tú” al que yo me refiero es al que existe adentro y previo a todas esas cosas.
Así es como tu Padre te ha creado a ti como el poderoso océano en el cual tú has estado —conociéndolo o desconociéndolo— emanando todas las olas que se han convertido en tu particular experiencia como alma. Eso es lo que Dios ha creado. Ten fe y confianza en Aquél (el Uno) que te ha creado a ti, como una infinita fuente de conciencia que es infinitamente libre en cada momento de decidir qué experiencia tendrá.
¿Por qué es esto importante? Tu mundo te enseñaría, y el nivel de percepción del cuerpo-mente diría: “Bueno, quiero tener una experiencia. Ah, acabo de tener una idea quiero comprarme un helado de barquilla. Bueno, tuve la experiencia de conducir mi cuerpo hasta la heladería y de comerme un helado”. Ese evento en efecto ocurre.
Pero si observas más de cerca, descubrirás que tu experiencia es el valor que tú has puesto en el evento. Sé que esto parecerá muy sutil para ti, pero es muy, pero muy importante. La experiencia en realidad no ocurre en ninguna parte sino en el campo de la mente.
Tú podrías fácilmente ir a la tienda a comer helado y tener tu mente en el libro que estás escribiendo, o en el recuerdo de una gran aventura amorosa o en la gran película que viste anoche, y ni siquiera notar el sabor del helado. Llegas a casa, y tu esposa o esposo te dice: "Bueno, querido, ¿cómo te fue en el viaje a la heladería?" Y tú respondes: "¡Ah! Eh, es verdad. Te cuento me paré en la heladería. Pero ya tú sabes, si te digo la verdad, ¡ni siquiera me acuerdo que helado comí!"
¿Así que dónde ocurre la experiencia? No ocurre al nivel del propio cuerpo-mente. Ocurre en el nivel de la mente. Y la mente moldea la experiencia de acuerdo a lo que elije valorar.
Ahora bien, ¿significa esto que simplemente dejas de actuar y no haces nada en el mundo? No. Un ser despierto en el mundo, simplemente se deleita y se divierte —desde un estado claro de conocimiento de que cualquier cosa que elija hacer con el cuerpo-mente no es más que una elección libre basada en lo que está decidiendo valorar en el momento. Y si es dueño de esa valoración, puede disfrutar totalmente de la experiencia que está teniendo.
Entonces, has completado el círculo has llegado al punto de partida. Si quieres diseñar un sitio Web, si quieres ser un banquero, si quieres ser una bailarina, una prostituta o un agricultor —¡eso ya no importa! Porque la mente que está despierta, mientras que el cuerpo dure, simplemente ve que la experiencia surge y desaparece. Toma participación total y se da cuenta de que tiene el poder de crear su experiencia mientras se deleita, satisfactoriamente, y como si fuera una bendición —independientemente de lo que el cuerpo-mente esté haciendo en verdad.
No puede haber diferencias. No importa si tú eres un maestro de pie en un bote en la playa de un gran lago en lo que ahora llaman Israel hablándole a una horda de cientos, o quizás viendo si tú puedes en verdad hacer que con muy poco peces y panes alimentar a cinco mil personas. Y entonces decir: ¡Oh! ¡Qué te parece! ¡Eso fue divertido!
No hay diferencia entre eso y conducir un camión en la Ciudad de Nueva York efectuando entregas de pescado congelado, si la mente dentro del alma asume la completa propiedad y se deleita en el misterio de crear la experiencia, y elije traer alegría y libertad a ese momento.
Este es por qué los eventos del mundo nunca podrían atarte. Todo sufrimiento viene a causa de la interpretación que tú superpones sobre los eventos. Y en ese mismo momento, tú has utilizado los dones que Dios te dio, que son el poder de la conciencia, para crear tu experiencia.
Una vez más, mi crucifixión fue mi lección final de aprendizaje en el logro de haber roto el hechizo. Yo ya no estaba bajo el hechizo de la mente egoica, o del cuerpo-mente. Simplemente yo observé mi experiencia y decidí libremente estar en un estado de Amor en el medio de ese contexto.
Tú eres libre de estar en un estado de Amor en el medio de cualquier contexto, mientras miras y observas a las olas de la temporalidad ir y venir.
Mientras ves lo que pasa, y mientras tú desarrollas esa capacidad dentro de ti mismo —a través de las decisiones a favor del Amor, a través de las decisiones a favor del perdón, y a través de las decisiones de ser feliz en lugar de tener la razón, de vivir en inocencia y asombro en lugar de vivir en la certidumbre y el miedo, y descansar en verdadero conocimiento, verdadero saber, en vez del relativo conocimiento del mundo —llegarás a ver que todas las cosas que surgen y desaparecen no pueden abandonarte nunca. Esa pérdida es imposible.
Porque donde la mente elije descansar en el Amor, todas las cosas que surgen y desaparecen son recordadas y restauradas y santificadas. Hay perfecta paz.
Aunque un amigo muy querido desaparezca en eso que tú llamas “la muerte”, debido a que tú no identificas a tu amigo con el cuerpo-mente y debido a que, entonces, tú no percibes que ya no podrías amar a tu amigo, entonces simplemente encuentras gozo en seguir amando a tu amigo. Mientras moras en el Amor, tú comienzas a experimentar la realidad de que nadie muere. ¡Nada muere!
Debido a que la inteligencia no puede irse a ninguna parte. Un científico una vez dijo: “Creo que lo descubrí. La energía es lo que hace a todas las cosas, no puede irse a ninguna parte. Solo puede cambiar de forma”.
Esto no es diferente a lo que un místico, un iluminado, un gran salvador, un mesías, o una persona muy ordinaria que se despierta y dice:
¡Sabes, solo el Amor es real!, todas las cosas existen por siempre.
No estoy separado. No estoy perdido. ¡Soy libre!
El gran viaje en el campo del espacio y el tiempo es permitirle a ese discernimiento establecerse en tu ser para que esa cualidad de la conciencia penetre e impregne el nivel de la mente egoica, el nivel de interpretación, y el nivel de percepción del cuerpo-mente —el aparato del cerebro y el sistema nervioso.
Todo eso continuará todavía, pero tú comienzas a impregnar eso con la creciente conciencia de que solo el Amor es real, y que:
Tengo el poder de extender el perdón.
Cada vez que la mente tiene fe en Aquél (el Uno) que la ha creado y descansa en esa paz, ocurre un milagro. Cada vez que tú extiendes el perdón, un milagro ha ocurrido, debido a que tú le has retirado el valor al viejo sistema perceptual y has elegido la realidad.
El sabio iluminado es simplemente alguien que ha cultivado la práctica de entrenar a la mente para que elija a la realidad del Amor bajo cualquier circunstancia. A través de los muchísimos éxitos que ha tenido, ha llegado a saber que lo que ha elegido es la Verdad. Dios ha sido revelado. La lealtad ya no es cuestionada.
¿QUÉ ELEGIRÁS VALORAR?
La fe y la lealtad, entonces, deben fluir desde la mente y su poder de elegir lo que valorará. Sé tú, por consiguiente, leal al Amor. Sé tú, por lo tanto, leal a tu perfecta unión con Dios. Ten fe en Aquél (el Uno) quien te dio a luz a ti y quien ha estado guiando tu viaje a casa durante todo el tiempo. Pero recuerda, que te he dicho muchas veces que desde el mismo momento en que el sueño de separación comenzó a ser soñado, ya la respuesta se te había dado —ha sido llamado el Espíritu Santo— la mentalidad correcta en lo profundo de tu ser que no puede ser tocada.
Apóyate y descansa en esa mentalidad-correcta para elegir solo el Amor. Extiende completa libertad a las olas que vienen y se van. En el sentido de que, el clima es una ola, el César es una ola, tú cónyuge es una ola; es decir, mientras tú los quieras ver como cuerpos-mentes. Ellos son olas. Ellos vendrán y se irán. Pero si tú habitas en el campo del Amor, habitas en la intemporalidad y en la eternidad. Tú habitas en la espaciosidad que acoge entre sus brazos a todas las cosas, que confía en todas las cosas, y que por consiguiente, trasciende a todas las cosas.
Ahí, entonces, amados amigos, está la pura esencia de la lealtad y la fe: si tu lealtad está en cualquier cosa que puede desmoronarse, simplemente todavía tú no has elegido plenamente poner tu lealtad en lo que no puede desmoronarse. Si tu confianza o fe está en exigirles a los individuos que actúen de cierta manera, entonces todavía tú no has llegado a tener fe en la perfección del Amor que ya está trabajando en la vida de todos ellos, llamándolos a niveles más profundos de remembranza.
Mira, entonces, la perfección de todos los eventos. Porque las olas que surgen en la temporalidad llamada mundo no tienen poder, en y por sí mismas. Ellas están ya sostenidas en los brazos del perfecto amor de Dios, y cada evento verdaderamente no sirve a ningún propósito salvo darle un codazo a esa alma, para que brille e irradie la pura conciencia o inteligencia, para que vea más profundamente más allá de sus ilusiones.
Cuando alguien te ataca o proyecta sobre ti, simplemente está proclamando a gritos su propio miedo y demencia. El que está despierto lo observa con amor y simplemente le dice: “Ah, ¿es así entonces? Bueno, muy bien. Sí, gracias por compartirlo. Que pases un excelente día”. Y continúa confiando y teniendo fe y deja que la vida de él o ella sean una expresión de la lealtad que él o ella le dan solamente a la voz del santo Aquél (el Uno) dentro de ellos.
Observa y mira en que aspectos de tu vida tienes fe y lealtad. Simplemente pregúntate a ti mismo: “¿Dónde están mis ídolos? ¿A qué estoy apegado, y porque? Recuerda que esos pensamientos de “yo” y “mío” no conocen la naturaleza de las cosas. Cuando dices: “mi automóvil”, o “mi esposa”, no estás tratando con la realidad, porque todas las cosas le pertenecen a Dios. No hay nada que tú poseas excepto la realidad, de que tú eres como el pensamiento de Amor en la forma.
CUANDO ELIGES EL AMOR, TE HACES LIBRE
Date cuenta, entonces, que cuando eliges el Amor, te haces libre. ¿Quién puede hacerte daño? ¿Qué ganancia o pérdida puede afectar tu paz? En cada momento mientras tú recuerdas el Amor, tú das Amor. Dondequiera que tú vayas y a todos los que tú veas serán tocados en un lugar secreto. Puede que ellos no sepan porque se sienten atraídos de estar en tú presencia, pero tú lo sabrás. Tú estás simplemente eligiendo ser —y remarco mis palabras bien aquí— tú estás simplemente eligiendo finalmente ser despertado y ser Dios encarnado.
Recuerden entonces siempre, amados amigos, que lo que se desmorona solo puede ser la forma y no el contenido. El Amor no puede nunca desmoronarse, debido a que es el contenido que es la presencia de Dios. Porque el Amor es contenido, es invariable, inalterable e inmutable para siempre.
La perfecta libertad viene a cualquier mente que cambie su identificación del nivel del cuerpo, del nivel de la mente interpretativa, del nivel de la mente egoica que insiste que sus construcciones son reales, correctas y valiosas, y llega a identificarse con el Amor.
Identificarse con lo que es condicional y temporal no podrá nunca producir lo que es incondicional y eterno. El poder de la mente puede dar un salto desde lo condicional hasta lo incondicional a través de la decisión de colocar valor solo en eso.
Bueno yo entiendo que lo que surge dentro del cuerpo-mente es el miedo por la supervivencia. Sin embargo, es un miedo inútil, puesto que el cuerpo-mente desde el momento de su concepción ha estado marchando inexorablemente hacia su muerte.
Y si el cuerpo-mente en sí mismo es totalmente impotente, para existir eternamente, entonces todos lo que depende del cuerpo-mente debe desmoronarse con él. Entonces, todos los que han construido una casa sobre las bases de haberse identificado con el nivel perceptual del cuerpo-mente, con las interpretaciones de la mente pensante, y con la insistencia de la mente egoica de tener la razón ya que todo eso es como los pisos de una casa construidos sobre unas fundaciones de error e ilusión. Tú podrías igualmente tener eso ahora —van a derrumbarse, van a desmoronarse.
Las ilusiones no tienen vida. Eso es lo que las hace ser ilusiones. Solo en la realidad la Vida es finalmente encontrada. Sí, tú sentirás ese desmoronamiento cuando sucede, porque lo que se desmorona en la mente envía una onda de choque, como una onda, hacia abajo a través del cuerpo-mente, a través del cerebro, a través del sistema nervioso. Y el cuerpo se estremece y se expresa con gemidos, y puede que se queje y llore, pero no es nada más que el derrumbe de la ilusión.
Eventualmente, el propio cuerpo debe desmoronarse como una ilusión. Porque la mente que crece en el resplandor de su despertar debe finalmente apartar la dimensión física entera como si fuera un juguete que se deja con la edad. El cuerpo-mente, el sistema nervioso, ya no puede contenerte por más tiempo, porque lo que tu valoras irradiar es simplemente ser la presencia del Amor de Dios. Comenzarás a darte cuenta de que no necesitas el cuerpo-mente en lo absoluto para extender el Amor. Mientras el cuerpo dure, ámalo, acéptalo, permítelo. No esperes grandes cosas de él. Solo úsalo como un medio de comunicación temporal.
Puesto que lo que quieres es el Amor, practica enseñar solamente amor. Enseñar amor no es hablar acerca del amor, de la filosofía del amor, o de la metafísica del amor. Tú enseñas amor mediante ser el amor en cada momento. Y solo puedes ser el amor mediante permitirte a ti mismo sentir la presencia del Amor en, y mientras, experimentas tu momento-a-momento.
Debido a que el Amor es incondicional, tú eres libre ahora. No es una serie de circunstancias que deben cambiar antes de que tú tengas el poder de estar en el Amor. Esto es la misma cosa que decir que Dios te es dado a ti por medio de la gracia en cada momento, y que tú solo pides abrirte y recibir.
Solo el Amor es real. Solo el Amor te permite trascender el gran miedo, el gran sufrimiento, que proviene solamente de un temporal, problema de identidad equivocada —un problema de autoridad. Tú piensas que tu construcción del mundo es tu autoridad. Tú crees que el cuerpo-mente es quien tú realmente eres. Esto es simplemente un problema de autoridad. Cuando llegues a conocer que tú eres simplemente la expresión de Aquél (el Uno) —puro Espíritu, Amor— estarás libre del mundo.
Ahora bien, ¿será que el mundo “lo entenderá”? ¿Será que el mundo dirá: “Ah, me alegra mucho que seas libre”? Por supuesto que no, puesto que el mundo es el intento de ser otra cosa diferente que la Verdad del Reino. Por consiguiente, cuando alguien proyecte sobre ti en cualquier momento, cuando alguien está de alguna manera en algo que no sea amar, esto solo puede ser debido a que ellos están todavía eligiendo insistir en lo correcto que es su construcción basado en los datos sensoriales que llegan a través de sus sistemas nerviosos, con el cual se han identificado. En otras palabras, ellos están viviendo en una ilusión.
Solo el Amor es real. Si quieres estar con alguien que este cuerdo y despierto, mora solo con los que eligen enseñar solamente el Amor. Deja que esos sean tus amigos. Deja que esos sean tus compañeros. Deja que esos sean tus amantes, y tus cónyugues, porque solo ellos son capaces de honrar la Verdad que es verdad siempre, y ver esto como la misma esencia de tu alma.
Ese por eso que hay una gran atracción hacia aquél que está despierto, porque ellos te “ven”. Ellos te ven a ti en tu esencia porque ellos ven desde su propia esencia. Estos dos no son más que uno y lo mismo, porque el santo Hijo de Dios es uno. Por lo tanto, elige el Amor. Y trasciende el sufrimiento que es este mundo.
REVISA DONDE HAS PUESTO TU LEALTAD
Observen bien, entonces, amados amigos, por los próximos treinta días. Disfruta simplemente observando en donde has puesto tu lealtad en el pasado, y donde la has colocado ahora. Observa el gran viaje que has hecho. ¿Qué demonios ha hecho que hayas cambiado la lealtad que le tenías a tu oso de peluche por la lealtad que le tienes a Dios ahora, sino Dios mismo?
No creas, entonces, que has estado separado de Aquél (el Uno). Porque en cada momento de tu experiencia incluso mientras creías en las ilusiones que los ojos del cuerpo te mostraban, ya Aquél (el Uno) que no es más que Amor estaba trabajando en la disolución tus ilusiones, una por una, de la manera única de acuerdo con la dinámica de tu propia alma.
Cuando el barco navega hacia el puerto, que es el hogar. El largo viaje se olvida. Tal vez habrá algunas historias contadas en el bar mientras todos se toman unas cervezas. Pero en un día o dos, en una semana o en un mes, el viaje desaparece de la conciencia. Y los amigos simplemente moran juntos, cultivando flores, bailando en las noches, viendo el sol cuando se pone, abrazándose y dándose besos.
Cuando el barco navega hacia el puerto, el viaje ha terminado. Y solo hay aguas tranquilas, aunque alrededor la tormenta puede estallar con su furia. ¡Déjala! Deja que la tormenta de la vida estalle con su furia.
Simplemente identifícate con la paz que está más allá de toda comprensión, la paz que viene cuando la mente llega a elegir solamente identificarse con el Amor. La paz, amados amigos, es el resultado del cambio de identidad que surge por medio de depositar tu fe, y tu lealtad solamente en Aquél (el Uno) que es solo Amor.
Permite, entonces, que todo lo demás se desmorone. ¿Esto significa que debes renunciar a tus monedas de oro? ¡Por supuesto que no! Porque eso sería como decir que las monedas de oro tienen el poder de atarte. ¡Y no lo tienen! Ni el tenerlas ni el carecer de ellas pueden atarte. Solamente tu decisión de no amar puede atarte y puede hacerte sufrir.
Da, entonces, perfecta libertad a todas las cosa creadas, porque ellas no te pertenecen a ti, ni te las entregaron para tu seguridad ni para apoyar a tu ego ni para hacerte feliz. Te fueron dadas para que las disfrutes y para que las bendigas.
Porque el Cristo que caminó sobre esta Tierra sabe que su propósito principal es bendecir a las creaciones de su Padre, para hacer que todas las cosas sean libres en la santidad de su propia, profunda y perfecta unión con Dios.
Trata de no poseer nada ni a nadie. Trata de no cambiar nada ni a nadie. Busca solo el Amor. Y en el Amor, tú serás hecho libre.
Así pues, mientras concluyes esta lección, simplemente toma la decisión de pasar cinco minutos sin hacer nada sino amando a todo lo que veas a través de los ojos del cuerpo, todo lo que notes que surja en la mente como un recuerdo o una imagen de un amigo, o una imagen tuya, o un evento —cualquier evento que haya ocurrido. Simplemente decide amar. Eso es todo. Luego, trata de decirte a ti mismo que la paz es un largo camino por recorrer. Que está presente en todas las decisiones a favor del Amor.
Por lo tanto, en verdad, con perfecta fe, y perfecta lealtad, te observo a ti y ya sé que tú has sido transportado en las alas de ese Amor que te ha llevado hacia sí mismo. En perfecta fe y lealtad observo al santo y Unigénito Hijo de Dios, y sé que el sueño de separación ya ha sido corregido, y que tú moras en perfecta seguridad ¡Ahora!
Porque los eventos del espacio y del tiempo no pueden nunca tocar o alterar al Espíritu, la inteligencia pura, la infinita conciencia, que es la verdad de lo que tú eres. Depende de ti decidir disfrutar del poder de la conciencia por medio de seleccionar solamente pensamientos de Amor.
Que la paz, amados amigos, esté siempre con ustedes. Amén.
La organización Shanti Christo acaba de poner a disposición la traducción al español de esta exquisita obra espiritual.
Te recomiendo que adquieras los libros de "El Camino de la Maestría", en la página web: www.shantichristo.com/
Esta traducción no oficial fue realizada por Oscar Ruiz,
El Camino de la Maestría
se compone de tres libros:
1er Libro "El Camino del Corazón"
de la Lección 1 a la 12
2do Libro "El Camino de la Transformación"
de la Lección 13 a la 24
3er Libro "El Camino del Conocimiento"
de la Lección 25 a la 35
Recomendaciones:
- Cada libro debe estudiarse durante un año, y cada lección durante un mes, al final de los 3 años de estudio habrás alcanzado la Maestría.
- Compra un diario y un bolígrafo que solo debes utilizar en El Camino de la Maestría.
- Coloca sobre la portada de tu diario una imagen que represente para ti, tu idea más elevada del Amor.
- Anota todas tus experiencias, todo lo que sientas, guarda el diario y el bolígrafo en un lugar donde no colocarás nada más, ese será tu lugar sagrado.
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