lunes, 22 de febrero de 2016

LECCIÓN 32: EL ANHELO DEL ALMA ES CONOCER EL AMOR

22/07/2015                       El Camino del Conocimiento Lección 32.  Jeshua-Jayem                                @cursorecargado


LECCIÓN 32

EL ANHELO DEL ALMA ES CONOCER EL AMOR


Amados y santos amigos, venimos en lo adelante a hablar una vez más de la esencia de todo lo que tú buscas y de todo lo que tú eres. Con gran devoción y con incesante alabanza, hemos compartido contigo lo único que puede hacer al hijo de Dios libre, lo único que puede iluminar a la mente, lo único que puede purificar al corazón, y que trae la serenidad del alma.

¿Cuál, entonces, podría ser tal tema? ¿Hacia qué tema podrían apuntar todas estas palabras? En verdad, ¿Hacia dónde apunta la salida del sol por la mañana? ¿Hacia dónde apunta el sonido de la risa de un niño? Amados amigos, ¿Hacia dónde apunta el mismo aliento que respiras? ¿Hacia dónde apuntan todas las cosas de la creación? Porque como ya te lo he dicho antes, no hay nada que tú puedas crear que no exprese tu anhelo de despertar.

Por lo tanto, todo lo que el cuerpo-mente "hace" no es más que el intento del alma de liberarse de toda limitación y de descansar de nuevo o de reclinarse en esa perfecta paz que es el verdadero conocimiento de que solo el Amor es real.

El yogui en su cueva, no hace sino expresar el anhelo de esa alma de reclinarse ante Dios. Los amantes entrelazados expresan solo el anhelo del alma de degustar, de tocar la realidad del Amor. Y el Amor no es más que Dios, porque Dios no es más que Amor. Todas las cosas, entonces, te reflejan a ti a través del aparato sensorial del cuerpo-mente el anhelo de toda la creación de conocer, con certeza perfecta, la presencia viva de Aquél (el Uno) a quien yo he llamado Abbá.

En El Camino del Conocimiento, debe llegar a suceder que la mente se convierta del miedo al Amor, de la duda a la fe perfecta. La fe perfecta no es aquella etapa inicial e intermedia en la que uno elige tener fe en las cosas que no se ven con la esperanza de que pudieran materializarse, porque la fe perfecta echa afuera al miedo. La fe —cuando ha sido purificada, cuando ha madurado, cuando está totalmente realizada— es lo mismo que el completo perdón, el retorno a la paz, y el conocimiento de que solo el Amor es real.

El Amor, amados amigos, es la esencia de todo lo que eres. El Amor es la esencia de todo lo que danza como un reflejo temporal ante los ojos de tu propio cuerpo-mente. No hay nadie —ni nada— a quien puedas mirar cuya esencia no sea el Amor. No hay nada que puedas experimentar cuya esencia no sea el Amor.


LA ÚNICA PREGUNTA

La única pregunta, entonces, es:

¿Estás dispuesto a hacer el viaje desde el miedo al Amor
mientras contemplas a todas las cosas,
mientras experimentas cualquier emoción?

Porque no puede haber nada que obstruya de ti la Luz y la presencia de tu Creador. Percibir el mundo real de Amor es saber con perfecta certeza que tu Padre y tú son uno.

Cuando recuerdes solo tus pensamientos de amor, el Amor es todo lo que verás. "Recordar tus pensamientos de amor" no quiere decir que al ver el pasado, decides ignorar esos pensamientos que fueron menos que el amor. Lo significa en verdad, es que, nunca ves el "pasado".

Ten la seguridad, que si tienes un recuerdo ahora, es que estás teniendo una experiencia muy presente. Es absolutamente imposible pensar en el pasado porque el pensamiento está ocurriendo ahora. Verás el pasado mientras elijes estar en el presente.

Si estás todavía cargando con los efectos de lo que es menos que las reacciones de amor y las percepciones que has hecho de ellas, seguirás viendo el "pasado" como siempre lo has hecho.

Sin embargo, cuando ves el pasado, si eliges primero ser la presencia del Amor —deseando solo ver con los ojos de Cristo— no habrá un solo evento que alguna vez hayas experimentado como alma que no se traduzca inmediatamente en algo perfectamente inofensivo, en la perfecta comprensión de que solo ha ocurrido un sueño.

Porque el Amor contempla a todas las cosas y ve que no hay ninguna sustancia en ellas, excepto el Amor a partir del cual los involucrados en esa situación estaban anhelando encontrar una manera de conocer la realidad de sí mismos.

Escucha con mucha atención: No hay nada de lo que tú puedas experimentar que no sea otra cosa que el anhelo del alma de ser la perfección de lo que ella es —el Amor. Todas las cosas —tus rascacielos, tus autopistas muy transitadas, tus ejércitos— son la expresión del anhelo del alma, esa chispa de divinidad que reside en todas las cosas creadas de conocer el Amor.

¿Se ha distorsionado? ¡Oh sí! Pensar que uno puede despertar en el Amor, conocer el Amor, y llegar a tener Amor mediante la construcción de armas de destrucción debe ser algo totalmente demente. Pero el anhelo del cual surge no es absolutamente diferente del anhelo del pacifista que colocaría una flor en el cañón de un rifle. No es diferente de la madre que toma entre sus brazos y amamanta a su hijo recién nacido. ¡El anhelo es uno y lo mismo!

Es por esto que he dicho muchas veces que lo que no es Amor es miedo y nada más. El miedo no es más que la contracción que ha ocurrido en el alma que ha perdido, de manera temporal, la cordura de saber que no es necesario buscar el Amor, que solo necesita abrirse y ser el Amor. Porque el intento de buscar el Amor solo revela que la cordura no tiene el dominio y el mando de tu corazón, alma y mente.

Cualquier intento de obtener el Amor es una locura. Al igual que, cualquier intento de abstenerse de recibirlo o de darlo es también una locura. Dar y recibir no es lo mismo. Dar para obtener no es un verdadero dar. Dar y recibir es uno. Porque en cualquier caso, el corazón debe estar abierto, las defensas deben dejarse a un lado, y el alma debe estar totalmente vulnerable.

Sin embargo, en la perfecta paradoja del viaje espiritual, cuando la vulnerabilidad es aceptada y permitida totalmente a través de la maestría de las llaves del Reino (deseo, intención, aceptación, y rendición), cuando esto, en efecto, se logre completamente, el Amor será conocido. Porque en perfecta vulnerabilidad, el alma recuerda su perfecta invulnerabilidad. El mundo no puede hacerle nada al que solo ama.

Oh, en verdad amados amigos, la belleza de cada flor, el canto de cada pájaro que canta —estas cosas se te han dado a ti, santo Hijo de Dios. Las aguas cristalinas, la vasta extensión del desierto, estas cosas se te han dado a ti. No hay creación que tenga adentro de sí la capacidad que, como ser humano, posees.

Ni siquiera las ballenas y delfines pueden verdaderamente experimentar y darse cuenta de la presencia y el misterio del Creador. Ellos fluyen en la inocencia perfecta de la creatividad, en el Amor del Creador, pero su capacidad para reflexionar, conocer, y de encarnar conscientemente lo que es el Amor, no es igual.

Y aquellos que perciben que buscando una ballena, un delfín, un lobo, un oso, un cuervo, o lo que sea, va a añadirles algo a su propia naturaleza, están todavía atrapados en proyectar en otra forma de creación lo que debe ser aceptado en y para sí mismo.

Porque el cuerpo es el templo del Espíritu viviente, cuando se le ve a través de los ojos que han despertado. Donde tú estás es donde el Cielo está totalmente disponible. Lo que tú eres es el Amor de Dios manifestado. Y cuando recuerdes solo tus pensamientos amorosos, eso significaría que en ese mismo momento presente, estarás re-cordando, estarás llevando los aspectos de ti mismo dentro de la total comprensión de que solo el Amor es real.

Por ejemplo, "Sí, mi perro se acaba de morir. Sí, mi marido me acaba de dejar". Estas son solo las formas externas rebotando alrededor en el campo del cambio. "Pero la esencia no me ha dejado, porque soy libre de amar. Soy libre de hacer la transición energética de un conjunto de circunstancias dentro del momento presente. Soy libre en cada momento de no permanecer en el miedo, de no permanecer en ese gran miedo de que no me es posible sobrevivir porque a mi osito de peluche se lo han robado".

¿Y qué son los esposos, las parejas, las profesiones, los automóviles, y el dinero en el banco si no el intento del niño dentro de ti de tener y de aferrarse al "oso de peluche" que tú piensas que puede consolarte? Sin embargo, ¡el Cristo dentro de ti puede amar!

En cada momento en el que parece que estás siendo confrontado con el desafío que pone de manifiesto dentro de ti tus miedos más profundos sobre tu seguridad, tus miedos más profundos acerca del "manejo de los bienes y propiedades" —el dominio que llamas tu "vida"— estas cosas no vienen por accidente. Y han de venir sin cesar en un mundo de cambio incesante. Porque todo lo que observas y dices que amas y lo percibes como una forma temporal de creación, ya está muriendo y muerto para ti.

No puede haber paz en el mundo. Pero  puede ser la encarnación de la paz cuando miras más allá de toda forma y percibes la esencia de todas las cosas como el anhelo del Amor, el anhelo de recordar.

Cuando tu pareja te abandona —no importa lo que digan— te deja porque anhelan el Amor. ¿Significa esto que tú le has fallado? ¡Absolutamente no! Porque esto significaría que es tu víctima. Pero me has escuchado decirte muchas veces: No hay ninguna causa, salvo la que surge dentro del campo de soberanía de cada alma. El Amor está siempre presente, y no hay ninguna razón para quedarse o irse. Solo hay razón para despertar a la voz del Amor y de permitirle que te mueva.

Así que en el mundo, no se puede encontrar la paz. Porque en el mundo, solo existe la profunda creencia de que el Amor está ausente y que debe ser buscado, perseguido y obtenido —extraído— de las formas de la creación, ya sea la profesión, una flor, un océano, un desierto, un amante, una pareja o el dinero.

Las formas del mundo no contienen ninguna realidad. Por esto quiero decir que cuando nos fijamos en alguien o algo, y la energía de querer poseer o extraer es lo que te motiva, entonces tú ya estás demente. La locura es totalmente ilusoria, esto significa que cualquier intento de vivir de esa energía solo puede fallar.

Sin embargo, en ese mismo momento, el mundo te espera en perfecta transparencia. Nada puede obstaculizarte. En el más atestado de los centros comerciales, en el atasco de tráfico más terrible, no hay nada que te impida elegir recordar solamente tus pensamientos amorosos.

No hay nada que te impida elegir mirar a un hermano o a una hermana y ver su inocencia perfecta, para ver su esencia inmutable, mientras les permites tener completa libertad para viajar como ellos necesiten, hasta que elijan recordar esa esencia dentro de ellos mismos, hasta que hayan elegido aprender a ser la quietud de la presencia de Dios.

La quietud no se opone a la actividad o al movimiento. Más bien, ésta impregna al mismo cuerpo-mente. Hay una cualidad de la quietud en aquel que está despierto que es siempre atractiva. Sin embargo, los que están despiertos incesantemente se involucran.

¿Por qué? Debido a que ellos ya no se resisten al fluir de este mundo de ensueño, incluyendo al cuerpo-mente. Ellos han invertido la estructura de pensamiento del mundo dentro de sí mismos. El cuerpo-mente ya no está coaccionado por el miedo. Sin obstrucciones, éste sirve a un solo propósito —la extensión del Amor.

¿Puedes extender el Amor reprimiendo la energía del cuerpo? No. ¿Puede extender el Amor aferrándote a los pensamientos y creencias rígidas acerca de cómo debería ser la relación? No.

La única manera entonces de recordar el Amor, la única manera de descansar en la certeza de El Camino del Conocimiento, es llegar a la conclusión de que aquello que no es Amor es miedo, y solo miedo. En cualquier momento —en cualquier momento de la experiencia— independientemente de lo que esté ocurriendo, cuando el Amor no esté presente dentro de ti como un bien muy preciado, es que tienes miedo.

No estamos hablamos aquí de la emoción, o de la onda de energía, que podría pasar por el cuerpo cuando vas caminando por el recodo de un sendero de excursionismo y de repente contemplas a una osa pardo madre muy furiosa que protege a sus cachorros y que quiere tenerte a ti de desayuno. Esas son solo las emociones que pasan a través del sistema del cuerpo-mente que te ayudarían a huir o quedarte. No cometas el error de percibirlas, como miedo. Son solo un, impulso eléctrico bioquímico, programado en el cuerpo-mente. ¡Porque incluso un sabio iluminado le prestaría mucha atención a eso!

Sin embargo, el sabio iluminado rápidamente verá y posiblemente diga: "Tal vez ha llegado mi hora. Adelante, osa, ven a comerme. Adelante, crucifícame". O tal vez, ese mismo ser iluminado diga: "Apártame de la ciudad. Hay demasiada gente. Debemos huir a través del lago, pues me vienen persiguiendo y me comerán, si pueden. Esta no es mi hora. Este no es el lugar".

La paz, entonces, no es pasividad. La paz, el estado del Amor, es un estado en el que ninguna experiencia es obstruida dentro de ti. No cometas el error, como hacen muchos, de pensar que la experiencia tiene algo que ver con lo que está afuera del propio cuerpo-mente. Porque recuerda que, nada es causado por ningún solo evento que ocurra más allá de los límites del cuerpo-mente.

Si dos seres humanos se unen —es posible que no sepan por qué, pero por alguna razón sus corazones están abiertos— ellos andan caminando por ahí con un letrero de neón que dice: "Yo solo quiero amar y ser amado. Esa es la única realidad. Estoy un poco cansado de tener este muro de resistencia". Van caminando por la esquina y, ¡oh, Dios mío, las chispas vuelan! Ellos dicen: "¡Oh! ¡Amor! ¡Esto es! ¡Esto es lo que es real! ¡Dios mío! ¡Oh! ¿Cómo puede pasar esto? Oh, esto debe ser un regalo de Dios". ¡Tonterías! Es un don de ti mismo.  eres el que escogió en la profundidad de tu ser, de finalmente llegar a estar lo suficientemente cuerdo como para permitir que el contexto de una experiencia de compartir el Amor fuera atraída hacia ti. Y adivinen qué, eso también está ocurriendo en tu amante por la misma razón. Son dos almas que han enviado una llamada y que se han unido en un campo del espacio-tiempo dentro del cuerpo-mente por un momento, en el que cada uno ha dicho: "¡Sí!" a la posibilidad de recordar la pureza del Amor.

El Amor no condena, el Amor no juzga. Lo que no es Amor es miedo, y nada más. Por lo tanto, recuerda siempre que ningún acto de amor debe ser juzgado nunca. Porque cada acto de amor debe ser apreciado. Cada momento de la presencia del Amor y de la realidad debe ser apreciado. Cada momento en el que un alma, dos almas, tres almas, diez almas, un país de almas, un universo de almas —no importa— toman la decisión de soltar las defensas, para abrirse y expresarse como la presencia del Amor —¡ese acto debe ser apreciado! Puesto que es algo raro en el mundo.

Aquellos que tratan de tener una pareja, para crear una exclusividad, están en verdad expresando únicamente un cierto nivel sutil de miedo. El Amor no le niega a nadie la libertad perfecta, que es la soberanía y el derecho de cada alma. Porque no podrás conocer el Amor hasta que hayas hecho a todos los seres libres. No podrás conocer a tu Creador hasta que ames como tu Creador ama. Y no hay nadie que esté leyendo estas palabras que no anhele conocer el Amor completamente, para volver a casa otra vez.


VOLVER A CASA PARA AMAR

Debido a que "volver a casa" significa conocer el Amor. Y que conocer el Amor significa que ya no es posible decir dónde terminas tú y comienza el Creador. Alguien así simplemente ama. Alguien así descansa en la perfecta certeza del Amor tan profundamente que la idea de restringir la libertad de los demás no puede surgir. ¿Por qué esto es así? ¿Si tu copa está realmente desbordante, le exigirías a los demás que colocasen sus vasos medio llenos antes ti, exigiéndoles que tú necesitas adueñarte de sus vasos? El Amor permite todas las cosas. El Amor abarca todas las cosas. El Amor confía en todas las cosas, y por lo tanto, trasciende de inmediato todas las cosas.

Si deseas conocer el Amor, pasa los próximos treinta días, y en cada uno de esos días sin falta —recuerda que es sabio utilizar el tiempo de manera constructiva— pases algo de tiempo contigo mismo con un trozo de papel y un lápiz, y que verdaderamente mires hacia atrás en tu pasado honestamente. ¿Dónde te has negado a darle total libertad a las siempre cambiantes expresiones de la creación?

¿Alguna vez has juzgado a un político? En ese mismo momento, tú te estabas negando a extender la libertad perfecta, porque juzgar fluye desde el miedo y no desde el Amor.

¿Alguna vez has estado en una relación en la que una parte de ti siente al menos un ligero impulso de tratar de convencer a la otra de que en realidad no aman a esa persona que conocieron en el supermercado, y de que realmente solo te aman a ti? ¿Alguna vez, incluso cortésmente por un momento, le has insinuado a otra persona que su pasión por alguien, que no seas tú podría ser una especie de "anormalidad biológica", o que sin duda, ha enloquecido y que necesita sentarse a pensar un poquito en serio? Todo eso es miedo, y nada más.

Porque el Amor se sacia en su propio ser. El Amor se desborda. La idea de poseer, controlar o limitar solo puede venir de alguien que se siente vacío. El Amor hace a todas las cosas libres. El Amor hace al mundo libre para que el mundo sea como es. El Amor ve la perfecta inocuidad. El Amor ve que porque las cosas son como son, son como son. Piensa bien en esa afirmación. Porque las cosas son como son, la mente en perfecta libertad les permite ser como son, y los ve como algo totalmente inofensivo.

El Amor ve que el mundo que se muestra a través del cuerpo-mente —este mundo de los edificios, de los automóviles, de la contaminación, de las playas cristalinas, de las grandes extensiones desérticas, de los árboles imponentes, de los lagos, de los estanques, este mundo de martirio y dolor, el de una madre cuyo hijo acaba de morir , este mundo de martirio y dolor en el corazón de un niño que acaba de enterrar a su padre, este mundo de paz, este mundo que contiene todas las posibles expresiones de la conciencia— este mundo es perfectamente inofensivo. Este mundo que tú experimentas en este momento ahora no puede añadirte nada, y no puede quitarte nada.

En este momento ahora, ¿dónde estás? ¿Estás enamorado en este momento? ¿Acabas de perder tu trabajo? ¿Y crees que el problema que perturba tu paz es que no tienes trabajo? Eso no es así.

Lo que perturba tu paz es que la pérdida del trabajo ha puesto de manifiesto en ti tu identidad profunda con y como el cuerpo. Tú crees que el cuerpo debe sobrevivir y continuar, y tal vez digas: "¡Maldita sea, tengo que mantenerme en el mismo nivel de confort material que conocía hasta ayer!" 

¿Puedes entender que cuando tu amor llegue a estar tan completo, que ya no te importará si el cuerpo-mente existirá mañana? ¿Porque a dónde irías? Tú no eres más que el campo del Amor mismo. Tu esencia es inmutable para siempre. Tú eres Espíritu puro.

Si acabas de perder tu trabajo, siéntate y respira y abre el corazón y decide amar a tu empleador por sobre la muerte de tu ilusión. Entonces, ábrete y recibe a todo lo que está a tu alrededor —al canto de los pájaros, a los primeros rayos del amanecer de un nuevo día, a la hierba debajo de tus pies. Recibe al campo de posibilidades infinitas que ha sido lanzado bien abierto para ti. Porque lo que desaparece en tu experiencia no puede hacerlo por accidente. Solo puede ocurrir a través de la complicidad o el consentimiento del mundo que te rodea con el alma dentro de ti. Nada surge por accidente.

Y si llegas a casa para descubrir que tu hijo ha muerto mientras dormía en su cuna, siente en verdad tus sentimientos con gran curiosidad. Tal como: "Oh, esto es lo que un ser humano siente cuando percibe que ha ocurrido una pérdida. Traeré Amor a este momento y sentiré esto tan profundamente como pueda porque quiero aceptarlo con realidad".

Entonces mira con ternura a esa pequeña forma sin vida, y llega a saber que el alma que la animó por un breve instante no se ha ido a ninguna parte, excepto en el desarrollo y cumplimiento de su destino y del tuyo —siempre en perfecto acuerdo. No es ese tipo de acuerdo en el que un niño dice: "Sí, mamá, sí, papá, lo que ustedes digan", sino el acuerdo de la perfecta soberanía de dos almas ilimitadas.

Me has escuchado decir antes que el camino espiritual no puede comenzar hasta que la mente acepte la completa responsabilidad de todo en el campo de su experiencia. Esto debe incluir a todos los seres que vienen y se van.

Llegarás a darte cuenta que: "Yo los llamé para que vinieran, y luego los llamé y les pedí que me abandonaran. Me pregunto ¿por qué lo hice? Oh, Dios, aquí está este sentimiento de nuevo. Estoy completamente solo. Me han abandonado. Ese es el por qué ellos han tenido que abandonarme. Porque debo sanar esta creencia ridícula de que he sido abandonado. Tengo que superar toda separación. Debo despertar más allá del sueño del soñador".

Nada que tú creas puede surgir por accidente. Y todo lo que tú experimentes te está llamando al campo del Amor inmutable y perfecto que trasciende, supera, y subyace en todo lo que surge y desaparece.



LA DECISIÓN DE ENSEÑAR ÚNICAMENTE AMOR

El Amor es el más crítico de los temas, amados amigos. El Camino del Conocimiento debe llevarte a la conclusión de tomar la decisión de enseñar únicamente Amor. Y la única manera de enseñar el Amor es ser el Amor en todas las circunstancias.

Esto no significa que tú te pintas una sonrisa de plástico en la cara y que ya nunca más vas a sentir ninguna emoción. Eso no es la iluminación. Esa es la altisonancia del intento del ego de usurpar el poder de Dios. El ego espiritual, la personalidad espiritual es el último "huevo" que debe romperse.

Uno solo se despierta cuando uno permite todas las cosas, confía en todas las cosas y acepta todas las cosas, lo que es lo mismo que sentir todas las cosas. Porque en ese preciso momento, la misma cosa que ha surgido es trascendida porque no se le obstruye o se le resiste. Y lo que no ha sido obstruido o resistido es aceptado y consumado en la amplitud del Amor.

Tienes dentro de ti mismo, entonces, todo el poder bajo el Cielo y la Tierra para traducir al propio cuerpo desde una contracción del miedo a un espacio que refleje la realidad del Amor de Dios. Porque el propio cuerpo-mente que surgió primero del miedo puede ser reabierto para que la energía de la verdad fluya a través de él. De forma que nada de lo que surja en tu experiencia en el campo emocional obstruya el recuerdo del Amor.

Francamente, el campo emocional es el único lugar donde puedes experimentar algo. Todo lo demás no son más que pensamientos sobre las cosas. La brecha que existe entre un pensamiento acerca de las cosas y el sentimiento natural de experimentar las cosas es exactamente la misma brecha que existe entre la ilusión y el Cielo.

Es por esta razón que ninguna idea de Dios es lo mismo que Dios. Ningún concepto acerca del amor es lo mismo que el Amor. Ninguna filosofía acerca de la iluminación es lo mismo que la iluminación. El sentir sin obstrucciones acepta y abarca a todo lo que surge y desaparece. Los medios sin obstáculos sin juicio. Incluso aquello que surge como el miedo o la ira nunca deben ser juzgados u obstruidos. Lo que surge como la tristeza o la alegría, lo que surge como la pasión del cuerpo, todas las cosas deben estar abierta para y ser aceptadas. Incluso el estado de ser de tu alma que aún no ha trascendido el mundo.

El Amor es la capacidad de estar completamente presente con lo que es, devorando como devora un niño un caramelo: "¡Hmm! Dame otro mordisco. Porque este sueño no puede contenerme. Por lo tanto, ¡vamos adelante tráelo!".


EJERCICIO PARA DESPERTAR EN EL AMOR

Amados amigos, si quieres verdaderamente utilizar esta enseñanza de El Camino del Conocimiento como la época del tiempo en el que te despiertas dentro de la decisión de ser la presencia del Amor y nada más, de manera que puedas moverte en el resto de tu experiencia como el Cristo iluminado que ya eres, observa bien en cada uno de los próximos treinta días:

¿En qué aspectos de mi vida he reprimido el amor?

¿Dónde he elegido los patrones de comportamiento, las decisiones y las elecciones con una sonrisa en mi cara, mientras que todo el tiempo he estado tratando de controlar y manipular al mundo con el fin de mantenerme a salvo de sentir y confrontar a mis propias inseguridades?

¿Dónde he exigido que el mundo se muestre de cierta manera para que yo pueda fingir que estoy en paz, y fingir que soy feliz y amado?

Cualquiera puede ser feliz y amar en una tienda de dulces. Cualquiera puede ser feliz de pie en frente de una multitud cuando todo el mundo te aplaude. Cualquiera puede ser feliz siendo abrazado por veinte amigos que dicen que te aman. Pero solo un iluminado puede ser feliz cuando esos veinte amigos han decidido crucificarte.

Por lo tanto, en verdad, es en tus momentos más oscuros, es en el desmoronamiento de las estructuras que tú has hecho, donde se te dan las mejores oportunidades de darte cuenta del gran poder dentro de ti para enseñar solo el Amor.

Sin embargo, el ego podría convencerte de que para conocer al amor, tú debes configurar tu mundo de manera que nunca experimentes los desafíos y las inseguridades del abandono, la soledad, y del no saber —el tipo de inseguridad que uno podría sentir cuando no sabe de dónde vendrá su próxima comida. El intento de crear seguridad material fluye solo desde la mente egoica. Porque la mente iluminada está en completa abundancia, siempre.

Cuando caminé en este mundo como un hombre y fui enseñado por los Esenios, mis hermanos y hermanas y yo aprendimos a practicar una forma de vida que también era conocida en otras culturas en la antigua India. Tomamos la decisión consciente de renunciar a toda materialidad y caminar, literalmente, desnudos en el mundo —sin ser dueño de nada, sin poseer nada— enfrentando la cruda realidad de la perfecta vulnerabilidad del cuerpo, confiando en las expresiones de la gracia y el amor a través de los demás. Nos pasábamos caminando de arriba abajo con un tazón de mendigo y simplemente decíamos: “El cuerpo-mente tiene hambre. ¿Sería tan amable de llenar mi plato?” Y recibir el "sí" o el "no" con el mismo aprecio.

Muchos de ustedes no tienen idea de lo que significa tener hambre. Crees que el hambre es eso que roe temporalmente y que se produce porque no has ido a tu refrigerador en las últimas horas. Anda y permanece en el bosque sin nada que comer. No lleves nada contigo, tal vez un poco de agua, y permanece solo, abierto a los elementos durante tres días y tres noches. Entonces, sabrás algo de lo que significa ser un Esenio, ser alguien quien va sin ningún intento de proteger el cuerpo-mente de los temores muy profundos de su propia muerte.

Una vez un hombre rico vino a mí y me pidió que le enseñara. Y yo simplemente le respondí: "anda, vende todo lo que tienes y sígueme". Él no quería a Dios tanto.

Por supuesto, como te lo he dicho muchas veces, esto no significa que debas ir a entregar tu riqueza material que tienes en tu mundo. Lo que significa es que lo que tú debes entregar es tu apego a ella. Debes ver que no es más que una ilusión, que no te puede proporcionar la seguridad que realmente buscas. Porque la seguridad solo puede venir al descansar en el Corazón de Dios:

El cuerpo-mente ni siquiera es mío.
La pareja no es mía.
La profesión no es mía.
La cuenta en el banco no es mía.

Estas cosas del mundo no pueden mantener a mi alma a salvo.
No pueden despertarme.

Solo mi decisión de rendir el mundo,
de trascender el mundo, de permanecer tan vacío en el mundo,
solo mi decisión de enseñar únicamente Amor puede despertarme a
la invulnerabilidad que está más allá de la vulnerabilidad de las cosas creadas—
incluso este mismo cuerpo-mente que una vez equivocadamente identifiqué como mi ser.

Los que en verdad están despiertos vienen y se van como el viento. Tú no sabes de dónde vienen, y no sabes a dónde van. Porque ni siquiera ellos lo saben. ¿Cómo podrían? Pero ellos escuchan la voz del Espíritu. Y el Espíritu es como el susurro del viento, que dice: "Ven. Vete. Toca. Habla. Contente. Márchate. Abstente. Abraza. Come. Rápido. Reza. Baila".

El que permanece en un sentir libre de obstrucciones naturalmente fluye con lo que viene desde lo profundo de un corazón y una mente en profunda quietud y danza mientras conoce la quietud. Porque el cuerpo-mente que los demás ven ya no está habitado por la contracción del ego. El iluminado no puede ser entendido. Solo puede ser apreciado por los iluminados.

¿Qué, entonces, van a elegir ser hoy, amados amigos —el que anda por un mundo ordinario, o el que camina por el Cielo, al lado de su Creador? ¿Vas a caminar hoy por el mundo como aquél que tiene todo resuelto, o vas a caminar como aquél que en perfecta inocencia simplemente ama y se ríe y que mantiene una risita entre dientes dentro de la gran ilusión del drama de este mundo?

Porque este mundo surge y desaparece en un pestañear de un ojo. Es simplemente como puntos en una pantalla que han creado una película temporal. Una vez que la película termina, la pantalla vuelve a estar como siempre ha estado, hasta que la próxima película llegue a la cuidad.

Tu consciencia es como esa pantalla. Ella atestigua lo que surge y desaparece, incluso dentro del propio cuerpo-mente. Identifícate con esa pantalla pura, con el testigo puro, con la espaciosidad que es más ancha que todos los universos. Date cuenta de esa parte de ti que está simplemente consciente de lo que está surgiendo —un sentimiento, un pensamiento, una palabra, una canción que escuchas, el ser testigo de un accidente de tránsito. No importa.

Cualquier cosa que surja en el ámbito de tu experiencia surge en el campo de esa espaciosidad de consciencia que es el regalo que Dios te dio como tu propia existencia. Porque el Espíritu puro es la consciencia misma. Y esa consciencia puede ser alimentada por la decisión a favor del Amor o por la creencia en el miedo.

Amados amigos, si verdaderamente has elegido ordenarte en El Camino del Conocimiento, no pierdas tiempo. Observa bien en los próximos treinta días; profundiza en lo que en verdad te ha estado motivando.

¿Cuáles son los patrones que crearon las decisiones, las reacciones, las respuestas, las racionalizaciones, las grandes palabras, la gran búsqueda, el gran esfuerzo —¡todo! Observa bien, percibe y llega a saber qué fue lo que nació desde el miedo, no importa lo que pareció. Porque en verdad, el lobo puede venir disfrazado de oveja.

¿Dónde has sido tú como un lobo rapaz que viene disfrazado de oveja sonriendo falsamente con el fin de conseguir que otro te de lo que tú crees que careces? ¿Dónde te has abstenido de amar? ¿Dónde te has negado a llegar a ser perfectamente vulnerable? Porque es solo en el otro lado de esa decisión que surge tu invulnerabilidad perfecta.

Tú eres Amor y nada más. En cualquier momento en el que te comportas, hablas, o te percibes a ti mismo siendo distinto al Amor, es que  has utilizado el poder de tu consciencia para elegir aquello que tratar de estar en contra del Reino de Dios. Y  eres el que sufre por eso.

Amen, amados amigos. Muchos de ustedes que han leído mis palabras me ven con ese amor tan grande. Me ves y dices: "Oh, Jeshua. ¡Él solo ama tan perfectamente!" ¡Bueno, por supuesto que sí! ¡Debido a que he llegado a ver que no hay nada más que valga la pena hacer! Sé que suena muy simple, pero la Verdad es simple.

 debes venir en tu propia naturaleza Crística para ver en inocencia perfecta que no hay nada más que hacer, sino amar. Amar sin límites, amar sin miedo, amar por medio de extender la libertad perfecta a toda la creación para que sea y haga lo que quiera ser y hacer.

Entonces, y solo entonces, puedes tú llegar a saber que nada puede traicionarte, que nada puede hacerte daño, y que nada ni nadie puede traerte nada a ti ni quitarte nada. ¡ tienes la libertad infinita y perfecta de amar! Y en esa decisión, tú conoces a tu Creador y puedes decir simplemente conmigo:

¡He aquí que! ¡Yo y mi Padre somos uno y lo mismo!
Ahora, déjame darte un abrazo. Ahora déjame hacerte libre de tener tu experiencia. Ahora déjame ver esta gran película. Ahora déjame disfrutar mi ensalada.

¡Es todo tan simple!

Nunca te identifiques con lo que estás haciendo, pero deja que lo que estás haciendo sea infundido por tu ser. Porque mientras estés en el mundo, el cuerpo-mente actuará. Su propia naturaleza es la acción y la actividad en sí, al igual que es la naturaleza de una hoja en otoño caer desde un árbol al suelo. ¿Es que caso tú dirías: "¡Oh! ¡Bueno, eso no debería haber pasado! La hoja no debería haber tenido que morir. No debería haber tenido que cambiar de colores. Oh, ¿qué está funcionando mal en este universo?"

Tú eres como la hoja en el árbol. Y tú ya has estado cayendo hasta el momento de tu muerte. ¿Cuánto tiempo más vas a perder antes de que decidas de una vez romper las cadenas del miedo que están sostenidas en los mismos tejidos del cuerpo-mente? ¿Cuánto tiempo más vas a esperar para disfrutar de la danza de la caída desde la rama de nacimiento hasta la tierra de muerte del cuerpo-mente con el fin de experimentar la libertad total de la caída?

Porque la gran caída desde la gracia, el gran sueño del sueño de la separación finalmente debe ser aceptado y vivido con Amor perfecto, sin nada que lo obstruya, sabiendo que la experiencia muy momentánea del cuerpo-mente en un mundo perfectamente demente está bien porque es una ilusión. Porque resistir la ilusión es insistir en que la ilusión es real. Es solo en la aceptación completa de la ilusión que la ilusión se disuelve ante tus ojos. El Amor todo lo libera de nuevo.

Durante los próximos treinta días, haz solo esto: Dedícate y comprométete en cada momento de cada día en enseñar solo el Amor. Toma sobre ti mismo el compromiso de disciplinar la mente y el corazón, mientras abres el cuerpo sin obstrucción. En cada momento, establece a todos los seres libres por medio de estar únicamente comprometido con el Amor. Ve cuanta alegría puedes experimentar por medio de ser el amante de toda la Vida.

No desees nada de nadie. No necesites nada de nadie. Expresa tu pasión. Expresa tu anhelo. Observa a las hojas caer, si eso está ocurriendo en tu vecindario. Donde quiera que estés, contempla a todas las cosas y decide amar el infierno en ellas. Porque el infierno en ellas es solo lo que tú ha proyectado sobre ellas. Retira tu proyección y acéptalas con amor.

Durante treinta días, ¡tú puedes hacerlo! Durante treinta días —¡Ese pequeño marco de tiempo de treinta días en una sola vida humana! ¿No te darías permiso a ti mismo por treinta días? ¡Esto no es una tarea difícil! Cualquier persona con algún grado de inteligencia y madurez seguramente puede decidir cada mañana, por un día, ¡enseñar solo Amor y en la cadena de treinta de días!

Si esta es, en verdad, la transformación de tu alma que tú buscas, de manera que solamente Cristo esté presente donde estés, completa esta única asignación. Y cuando esté hecha, simplemente hazla de nuevo, y de nuevo, y de nuevo —por los siglos de los siglos.

El cielo te está esperando. El Amor te sirve tu bienvenida. Sin embargo, esa bienvenida no es sino la decisión de finalmente aceptarte a ti mismo y vivir la Verdad que ya te ha hecho libre. Ama y dale a todas las cosas completa libertad para ser y hacer lo que quieran. ¡Porque no hay otra puerta hacia la libertad perfecta que has buscado por oh, tanto, tanto tiempo! Deja que el tiempo termine, para que la eternidad pueda ser recordada. Solo el Amor puede hacerte libre.

Y en verdad, con eso, amados amigos, que la paz sea con ustedes siempre. Porque de hecho, se está goteando a través de los éteres de tu propia atmósfera, esperando a que ustedes la absorban. Que la paz este siempre con ustedes. Amén.


La organización Shanti Christo acaba de poner a disposición la traducción al español de esta exquisita obra espiritual.


Te recomiendo que adquieras los libros de "El Camino de la Maestría", en la página web: www.shantichristo.com/ 



Esta traducción no oficial fue realizada por Oscar Ruiz, 


El Camino de la Maestría
se compone de tres libros:

1er  Libro   "El Camino del Corazón"
       de la Lección 1 a la 12


2do Libro  "El Camino de la Transformación"
       de la Lección 13 a la 24

3er Libro  "El Camino del Conocimiento"
       de la Lección 25 a la 35

Recomendaciones: 
  • Cada libro debe estudiarse durante un año, y cada lección durante un mes, al final de los 3 años de estudio habrás alcanzado la Maestría.
  • Compra un diario y un bolígrafo que solo debes utilizar en El Camino de la Maestría.
  • Coloca sobre la portada de tu diario una imagen que represente para ti, tu idea más elevada del Amor.
  • Anota todas tus experiencias, todo lo que sientas, guarda el diario y el bolígrafo en un lugar donde no colocarás nada más, ese será tu lugar sagrado.

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