lunes, 22 de febrero de 2016

LECCIÓN 13: TÚ ERES UN ESPÍRITU ILIMITADO

07/04/2015                                 El Camino de la Transformación.  Lección 13.  Jeshua-Jayem                           @cursorecargado



EL CAMINO DE LA TRANSFORMACIÓN

LECCIÓN 13

TÚ ERES UN ESPÍRITU ILIMITADO

Ahora, comenzamos.

En verdad, como siempre, saludos amados y santos amigos.  

Venimos a unirnos con ustedes, aunque nosotros no estamos separados ni alejados de donde ustedes se encuentran. No somos inaccesibles para ninguno de los Hijos de Dios. En verdad, en toda la Creación no existe la separación. Esto significa simplemente que yo no estoy separado ni alejado de donde te encuentras. Y donde te encuentras no tiene nada que ver con la localización del cuerpo que has aprendido a llamar tuyo.

En verdad, eres Espíritu Puro. En verdad, tú eres como yo soy. En verdad, lo que eres mora y se extiende a través de todas las dimensiones de la consciencia. En verdad, lo que eres nunca ha conocido la separación de Dios.

Hay un aspecto de ustedes que ha elegido percibirse e identificarse con el cuerpo físico en un mundo tridimensional llamado espacio-tiempo. Ésta es parte de la experiencia que has creado y que por consiguiente has manifestado desde tu Ser. Pero cuando hablo del Ser, hablo no del ser que es el sueño del cuerpo, el ser con el cual te has identificado. Más bien, hablo del Ser que trasciende toda limitación y que existe en todas las dimensiones.

Amados amigos, a modo de introducción de las próximas doce lecciones de las que vamos a estar hablando y que hemos llamado El Camino de la Transformación, el cual se sustenta en esta simple verdad:

En ningún momento has estado aprisionado dentro del cuerpo. Nunca —“en ningún momento”— has estado limitado por la apariencia que has llegado a creer que eres tú, no importa cuán profundo el dolor, no importa cuánta certeza hayas puesto en eso que llamas el sentido común que te dice:

 “Yo estoy aquí. Yo soy este cuerpo.
Este momento está ocurriendo. Esto es todo lo que existe”.

Independientemente de todo eso, la verdad no se ha alterado. Tú no eres la mera apariencia de un cuerpo-mente que llamas tu ser, el “yo”.

Ahora, con esta simple idea como fundamento, podemos empezar. Amados amigos, El Camino de la Transformación se basa exactamente en lo mismo en que se basan todos tus sueños —en la decisión concerniente a qué estarías dispuesto a comprometerte. Porque no se puede soñar un sueño, es decir, no se puede crear una experiencia en el campo de la consciencia, sin estar cien por ciento comprometido con ella. Puede parecer que no es así, pero te aseguro que lo es.

Esto significa que en cada momento en las experiencias de tu vida, de todo lo que has sido consciente, nada de eso ha sido causado por algo fuera de ti mismo. Al leer estas palabras, por ejemplo, si te limitas a ser solo el cuerpo, que recibe ciertas frecuencias vibratorias que pasan a través de los ojos y que crean un determinado estímulo neurológico en tu cerebro, que a su vez traduce esas vibraciones en ciertas palabras del idioma Español, esta experiencia no es causada por nada externo a ti.
Igualmente eres infinitamente libre, en este mismo momento en que contemplas estas palabras, de poder experimentar la transmisión de la vibración de una manera totalmente diferente, más allá de las palabras. Eres libre de percibirte en los reinos del Espíritu Puro. Eres libre de verme a mí y a los que se unen conmigo, mientras te transmitimos esta frecuencia que crea la vibración a través de tu forma física.


UN EJERCICIO PARA EXPANDIR TU CONSCIENCIA

Este es un ejercicio sencillo. Toma solo un momento dentro de tu consciencia, deja caer esta simple piedrecita:

Yo no soy lo que percibo que soy.
Yo soy ilimitado, yo soy Espíritu Puro y nada es imposible para mí.

Por lo tanto, en este momento, yo elijo abrirle acceso a las otras dimensiones de experiencia, de modo que, yo pueda experimentar este momento de una manera diferente.

A medida que pronuncias estas palabras, observa que imágenes comienzan a entrar en tu campo de consciencia mientras te imaginas quizá que eres mucho más de lo que eres, que ser tan solo el simple cuerpo, sino que moras en las dimensiones muchísimo más elevadas que la dimensión física. ¿Puedes ver las imágenes fugaces de otros seres, los colores de la luz, los sentimientos sutiles de los cuales tal vez no te habías hecho consciente mientras estabas concentrado traduciendo las vibraciones al idioma Español? ¿Qué observas flotar a través del campo de tu consciencia? Préstale atención, porque no puedes imaginar lo que no tienes o que no estás experimentando.

Eres el campo de consciencia que está teniendo esa experiencia ahora. Tú creas la capacidad. Tú decides que entrará en el campo de tu consciencia y como lo experimentarás. Mis amados amigos, aprendan a mirar más allá de las escenas. Aprendan a sentir más allá del cuerpo. Aprendan a hacerse conscientes de lo que está oculto más allá de la esquina metafórica de sus ojos, es decir, la periferia o bordes exteriores del campo de sus consciencias.

Date cuenta que la experiencia con la que estás más familiarizado, —es decir, la de ser un cuerpo-mente, que lee o escucha las palabras, que son vibraciones de sonido, que las traduce al Español y, que por tanto, percibe que está conversando con otro ser que también cree ser otro cuerpo— es una percepción muy limitada. Date cuenta que alrededor de los bordes, por la periferia, hay algo mucho más vasto, algo que puede ser cultivado, que te permite estar consciente en niveles mucho más elevados.

Eventualmente serás capaz de percibir estas dimensiones de la energía con tus ojos abiertos, como cuando observas a otro cuerpo-mente que tiene la experiencia de vibrar pensamientos a través de él y de dirigirlos a ti en este momento. Tú llamas a eso una conversación. Verás a otro ser, no como un cuerpo, sino como un campo de luz. Verás colores. Sentirás vibraciones. Y esos colores y esas vibraciones te dirán mucho más que lo que las palabras pudieran decirte. El resultado, por supuesto, es que no te dejarás engañar por las palabras tan a menudo como lo hacías antes.

Practica este pequeño ejercicio tan a menudo como elijas en cualquier circunstancia. No es difícil. Solo tienes que utilizar el campo de tu consciencia para decidir estar consciente de lo que está por la periferia, es decir, por los alrededores de los bordes de la experiencia de la tercera dimensión que tengas.

Por ejemplo: vas manejando tu automóvil y acabas de llegar a un semáforo en rojo, mientras te vas deteniendo al lado de otro automóvil con un conductor, trata de mirar más allá de los ojos físicos. Si te limitas, verás un automóvil con otro cuerpo sentado detrás de un volante, similar a lo que tu cuerpo —o a eso que tú llamas tu cuerpo— está haciendo.

¿Qué tal si te permites hacerlo esta vez, al observar a ese ser y luego te dices adentro de tu mente: “Esto no es sino una pequeña expresión de ese ser; me pregunto que estará ocurriendo alrededor de los bordes, por la periferia?”.

Puede sorprenderte cuando de repente un pensamiento entra en tu consciencia. Sabes que ese pensamiento no es tuyo. Podría ser el pensamiento de la persona que está en el otro automóvil diciendo: “Dios mío, ¿por qué no planché la camisa de mi marido esta mañana? ¡Oh, él se va a enojar muchísimo!”. ¿Cuántas veces has tenido pensamientos como esos que entraron en tu mente y que los has rechazados por creerlos producto de tu imaginación?

Lo que aquí estamos sugiriendo, es que utilices los momentos más ordinarios de tu día a día para ser consciente de tu propio ser, de tu propia expansión natural, de tu ilimitado Ser. No hay nada oculto en ningún momento. En cualquier momento tienes completo acceso a la totalidad de otra alma.

¿Te parece esto como una invasión a la privacidad? Amados amigos, no existe tal cosa. La privacidad solo es importante para aquellos que creen que están aislados y separados, y quizás tengan algo que esconder. En realidad, nada está oculto. A medida que vayas confiando en la naturaleza profunda de tu propio ser que es perfecta sabiduría, compasión perfecta, y perfecto Amor —es cuando comenzarás a liberarte del miedo que has acumulado acerca de las extraordinarias habilidades que ya posees.

Descubrirás que puedes confiar en tu Espíritu ilimitado. Mientras estás sentado en tu vehículo mirando al que está detrás del volante del vehículo que está al lado del tuyo, y te permites a ti mismo relajarte y observar lo que hay alrededor de los bordes, y como esto toca tu consciencia, te darás cuenta que las mentes no están separadas unas de otras. Si sus mentes tocan la tuya, y tú estás tocando la de ellos, eres libre de enviarles Amor. Eres libre para darte cuenta de lo que estás recibiendo del otro y, sin abrir la boca de tu cuerpo, puedes enviarles la respuesta llena de sabiduría que ellos están buscando.

Imagina que vas al supermercado y mientras vas empujando el carrito de metal por los pasillos, llenándolo con lo que parecen ser alimentos frescos, observa las ondas de pensamiento de quienes te rodean. Imagina que comienzas a captar lo que está pasando con sus dramas, sus historias, sus vidas, y que realmente puedes ser capaz de comunicarles telepáticamente las respuestas a sus dilemas. ¿No sentirías que esto es como un mayor grado de libertad, que al que estás acostumbrado?

El Camino de la Transformación requiere absolutamente que te comprometas a vivir de una manera diferente. ¿Por qué no es acaso una transformación un cambio del status quo? ¿Cómo podrías experimentar la transformación sino te dedicas tiempo a ti mismo para pensar y ser diferente? Pidiéndomelo a mí no lo vas a lograr. Leyendo miles de libros sagrados con eso tampoco lo vas a lograr. Solo una cosa y nada más que una cosa te traerá la transformación que tanto has pedido y es tu voluntad de comprometerte en ser diferente, dónde quiera que mores.

Comienza otra vez con el simple ejercicio de recordarte ti mismo que, en verdad, eres un Espíritu ilimitado, morando en todas las dimensiones. Todas las habilidades extraordinarias son ya inherentes en tu consciencia. Porque si no fuera así, eso significaría que Dios crea con desigualdad. Tu mente egoica podría responder: “Bueno, tú naciste con ese don, y yo no lo tengo”.

No es así. Dios crea a Su Hijo amado. Y la Filiación fue creada igual en Espíritu. La única diferencia, es en el ámbito del tiempo, y es ahí donde parece que algunos han accedido y cultivado sus inherentes habilidades más que los demás.

Entonces, usas eso para percibir a los demás como si fueran más especiales que tú, para así probarte a ti mismo tu falta de valía, tu pequeñez, tu debilidad. Piensas que algún día, tal vez, si tan solo vivieras las próximas cien vidas, siendo una “buena” persona. Entonces, quizás estas habilidades comenzarían a manifestarse de forma espontánea en ti. Pero no hay casualidades, nada de lo que ves que se manifiesta en la vida de cualquiera ha ocurrido por casualidad. Todo lo que ves es deliberado, intencionado —todo.

Por lo tanto, si al conversar con otra persona le dices: “Oh, ellos pueden hablar con Jeshua pero yo nunca podría hacer eso”, ¡deja de engañarte a ti mismo! Más bien, trata de ver si esa capacidad también se manifiesta en tu campo de consciencia, y de ser así, sería porque la has atraído hacia ti mismo como un recordatorio de lo que ya es inherente en ti.

Si una persona coloca la mano en la frente de alguien que está enfermo, y el que está enfermo se levanta y la enfermedad ya no está presente, recuerda que has atraído esa experiencia hacia ti mismo, a través de ese querido hermano o hermana, en el campo de tu consciencia para recordarte a ti mismo la verdad de tu ser. Si sientes que te atrae ser un sanador, entonces, abandona todo aquello con lo que te habías comprometido y comienza a sanar.


CULTIVANDO LA CONSCIENCIA ILIMITADA

A medida que nos vamos adentrando en estas lecciones de transformación, descubrirás que comenzamos a hablarte más directamente a ti. Nosotros no vamos a “andar por las ramas” contigo, no calmaremos tu resistencia, tus miedos, y no te daremos palmaditas por el dramatismo que has creado y que parece separarte de la verdad de tu ser.

Porque a medida que avanzamos por El Camino de la Transformación, te hacemos un llamado para que surjas, para que te levantes y asumas la responsabilidad total de todo lo que ves, de todo lo que piensas, y de todo lo que elijas. Puedes estar seguro, que si escuchas este llamado, es porque hay una parte más profunda en ti que te ha hecho el llamado como una manera de recordarte que todas estas cosas ya están contenidas dentro de ti.

El Camino de la Transformación es un camino donde asumes la responsabilidad por el tiempo, por todos y cada uno de los momentos del tiempo. Porque el tiempo no es una prisión para ti. Es lo que surge de tu propia consciencia, y nunca habrá un lugar o un tiempo, —ningún lugar o tiempo— que sea más adecuado para El Camino de la Transformación que el lugar donde te encuentras y el tiempo que es ahora.

No hay nadie que no tenga ese privilegio. No hay nadie que por su posición y situación en la vida, tal como el mundo lo ve, que no pueda regar, cultivar y cosechar el fruto que descansa dentro de su consciencia ilimitada. No hay nadie que sea una víctima del mundo que ve. Porque el mundo que ellos ven realmente no está ocurriendo en ningún lugar, excepto en el campo de sus consciencias, que hemos llamado consciencia o mente.

Los edificios, los automóviles que conduces, el dinero en el banco, nada de eso es real. Estos no son más que símbolos de la cualidad de la experiencia que has elegido atraer hacia ti mismo, como una experiencia de aprendizaje temporal.

Amados amigos, usen adecuadamente el tiempo. Pregúntense:

¿Estoy totalmente comprometido a transformar mi consciencia de alguien que había estado durmiendo, y percibiéndose a sí mismo como limitado dentro de la dimensión del espacio-tiempo, o es qué voy a estar verdaderamente comprometido a escuchar la llamada de mi hermano de tomar mi cruz y que lo siga [1]?

Ésa es, la cruz de la crucifixión, la pesada cruz[2] de madera que has estado cargando y que dice: “Bueno, realmente estoy esforzándome, estoy tratando de alcanzar la Consciencia Crística, pero tal vez si pudiera deshacerme de mi esposo, la alcanzaría. O quizás si me mudara a otro lugar, la lograría. A lo mejor es que existe alguna técnica espiritual de esas que hay por ahí que no he encontrado todavía de esa gran variedad que están disponibles. Pero una vez que la encuentre y que comience a practicarla, entonces podré continuar y alcanzarla.”

Te encuentras en el más sagrado de los templos, tu propio Ser. Tú moras en el momento perfecto para tu transformación. Nada te limita en absoluto, y en ningún momento. El poder de la libertad de elegir es la esencia de Cristo. Y el mismísimo poder que has estado usando para convencerte a ti mismo de tus limitaciones es el mismo poder que yo utilicé para vencer a la muerte. No hay diferencias, excepto el guiñar de un ojo, la intención, el compromiso, el reconocimiento —eso es todo. En realidad, todo está disponible para ti y nada te es imposible.

Entonces, ¿Qué es lo que está ocurriendo en tu consciencia que parece estar creando el bloqueo, el obstáculo a la presencia del Amor?

Cuando creas una percepción limitada temporal como una forma de atraer hacia ti cierta cualidad de experiencia, hay una tendencia a caer en la trampa de identificarse con las restricciones que tú mismo has establecido desde tu libertad ilimitada, con el objetivo de tener una experiencia de aprendizaje temporal.

Cuando en tu consciencia te identificas con los límites o las restricciones —que son las líneas que libremente has elegido dibujar sobre el lienzo— creas una prisión. Esa prisión, de hecho, es una completa ilusión, y en realidad tu Ser ilimitado ha continuado experimentando cualquier cosa que desea a través de todas las dimensiones de la creación.

crees que las líneas que has dibujado en el campo de tu consciencia te definen —las piedrecitas que has dejado caer, las ondas que has creado— has sido solo tú, creando la restricción, la densidad y el conflicto. Esto no está ocurriendo en ninguna parte de tu ser, excepto en esa parte de ti que se ha extendido a sí misma como un rayo de sol en eso que llamas tu dimensión espacio-tiempo.

Ahora, piensa acerca de esto. Si te sientes restringido en esta dimensión, eso no significa que estés restringido. Simplemente significa que un diminuto rayo de tu luz temporalmente tiene un cierto tipo de experiencia. Y si sigues el rastro de este rayo de Luz hacia atrás hasta su Fuente, encontrarás algo que es más brillante que diez mil de tus soles, algo muchísimo más grande que el sol que da luz a tu universo físico, ¡algo tan vasto que de ello han surgido una multitud de universos!

Esa Luz de tu alma, Espíritu Puro, permanece inmaculada e ilimitada. Ese diminuto rayo puede llegar a ser consciente de la totalidad, que es el proceso de despertar. Esto no cambia nada en absoluto, desde que comenzaste a identificarte, no con el diminuto rayito que está teniendo una experiencia temporal, sino con ese Campo de Consciencia, del cual está surgiendo el inmenso poder para experimentar la dimensión espacio-tiempo.

Imagina que intercambias tu identidad y que eres el océano desde el cual surge una multitud de olas, que surgen continuamente, cada una ligeramente diferente, cada una un poquito más grande o un poquito más pequeña, un poquito más rápida, cada una con un poquito más de espuma que las otras. Esta es precisamente la danza temporal de olas que se emiten desde un Campo de Consciencia que es como un océano de agua que no conoce ni principio ni fin y cuyas costas lejanas jamás pueden encontrarse.

Ese es tu Ser, no la diminuta ola que tiene un nombre y una historia de haber nacido en un determinado tiempo y vivido en una cierta casa o ciudad. Ciertamente nunca serás cómo tú mismo te haces llamar: un banquero, un maestro, una madre, o un padre. Ninguna de esas cosas en lo que tú eres.

El Camino de la Transformación es mucho más simple de lo que piensas. Pero, de nuevo, se apoya en tu decisión de utilizar el tiempo para estar totalmente comprometido con el despertar de los estrechos límites que has colocado en tu vasto campo de consciencia. Por ninguna otra razón de que podría ser algo muy entretenido, podría ser algo muy divertido permitir que este diminuto rayo continúe en el espacio y el tiempo por un tiempo, mientras estas consciente de la totalidad de tu Ser y realmente operar desde esa totalidad.

¿Puedes imaginarte vivir de esa manera? ¿Puedes imaginar tu cuerpo-mente manejando a su pequeño vehículo por la calle, pero que cada vez que te detengas en la luz roja y notes que hay alguien al lado tuyo, y qué tú ya no percibes a otro cuerpo? Todavía verás el automóvil; todavía verás el cuerpo. Pero lo que sientes, lo que sabes, y lo que estás viendo es un campo infinito de consciencia, exactamente cómo tú eres. Y que el campo de su mente toca la tuya a través de todas las dimensiones. Y que tú eres Cristo y que puedes transmitirle sabiduría y Amor.

Puedes aprender a dirigir energías. Podrías verlas de un cierto color. Puedes tocar sus campos de consciencia, sus campos áuricos. Puedes enviarle sanación al órgano del cuerpo que veas que quizás esté un poco fuera de control. puede ser la encarnación en el espacio y tiempo de ese Ser que es tan vasto, tan grande, tan lleno de poder extraordinario, que lo único que podrías hacer es sonreír, tal vez invisible y desconocido por aquellos que, inadvertidamente, se han identificado con la diminuta gotita de espuma que forma parte de la ola, que es parte del océano de su Ser.

Pero lo que ellos eligen no influye en tu elección. Escucha con mucha atención: Lo qué los demás eligen no influye en tu elección en lo absoluto, incluso aun cuando parezca que es así. Ni siquiera es correcto decir: “Oh, bueno, me dejé influenciar por fulano y mengano; fui un poco inconsciente, es por ello que eso me sucedió. Me dejé convencer”.

¡No, no, no! En cada momento de tu experiencia, lo que experimentas viene desde adentro de ti. No es desde una fuente localizada afuera de ti mismo. En cada momento, sigues siendo libre para observar y darte cuenta de si quieres pasarla bien dónde te encuentras. Es decir, tienes tu propia percepción de la vida y puedes reconocer que tienes el poder de pensar diferente.
Por ejemplo:

“Oh, en verdad, no estoy en un embotellamiento de tráfico. No existe tal cosa como un embotellamiento de tráfico. Todo está perfecto. Es solo que se han juntado en un gigantesco tejido de experiencias una gran cantidad de almas infinitas. Así que mientras me siento aquí en este pequeño vehículo con este cuerpecito divertido, voy a ser Cristo”.

 “Voy a conectarme con lo que está pasando en los alrededores de los bordes de mi consciencia. Voy a sentir los pensamientos de cualquiera al que elija dirigirle la atención. Y desde el fondo de mi ser, le dirigiré Amor. Puedo elegir ser la verdad de lo que soy. La luz roja del semáforo, los automóviles, todo el ruido discordante, todas esas cosas no crean mi experiencia. Mi experiencia fluye desde adentro de mí. Y se extiende hacia el exterior”.


SOLO TÚ TIENES EL PODER DE CAMBIAR TU EXPERIENCIA

Escucha cuidadosamente. Nadie tiene el poder de crear tu experiencia. Nadie tiene el poder de limitar tu experiencia. Y en ninguna parte de las leyes de Dios se ha escrito nunca que debas conformar tu experiencia con las decisiones de los demás. Permaneces libre, libre para elegir ser la encarnación de Cristo. Tú eres el que puede bendecir a la Creación. Y esto comienza cuando estás dispuesto a asumir la responsabilidad de querer utilizar el tiempo precisamente para eso.

En verdad, de cualquier manera lo estás haciendo. Siempre usas el tiempo para exactamente aquello que elegiste. No estás sobreviviendo. No estás tratando de hacer las cosas como el mundo lo quiere. Nunca ocurre nada, sino que tienes discernimiento de los efectos de aquello para lo que has elegido usar tu consciencia, y eso es todo.

Aquí es donde, comienza El Camino de la Transformación. Y definitivamente es también donde culmina. Pero la diferencia será que ya nunca más vas a elegir nada que hable de limitación.

Incluso así el cuerpo-mente, con el cual una vez te identificaste, todavía parezca que se mueve de un lado para otro en el espacio-tiempo, nunca más volverías a ver el cuerpo-mente y dirías: “mío”. Simplemente dirías:

 “El cuerpo-mente es un medio de comunicación temporal surgido del océano de mi ilimitado Ser como lo he hecho muchísimas veces en una multitud de universos. ¿Cuál es el problema?”.

Tu consciencia literalmente cambiará. Tomará una nueva perspectiva. Y sabrás que eres Espíritu Puro, que absolutamente no moras en el tiempo, que simplemente te deleitas utilizando el cuerpo-mente como un medio de comunicación.

Cuando abordas un avión y te vas de viaje hacia alguna playa distante a un lugar en el que te gusta estar, aún estás utilizando el cuerpo-mente como un medio de comunicación entre tú y la Tierra, entre tú y las otras creaciones que han surgido de las otras mentes. Independientemente de si es un bello edificio o una bella pintura, todo lo que alguna vez has experimentado es lo que has dibujado para ti mismo a través del cuerpo como un medio. Es una experiencia, y eso es todo. Tú eres el ser ilimitado que está en el asiento del conductor.

  
TRAER CONSCIENCIA A LA LIMITADA DEFINICIÓN DE TI MISMO

La segunda etapa en El Camino de la Transformación requiere que comiences a traer consciencia a los diminutos trazos de líneas que has dibujado en el lienzo blanco e ilimitado, perfectamente inmaculado y puro de tu consciencia. Los psicólogos llaman a esto personalidad o máscara. Ten consciencia del pequeño ser que has creado. Pregúntate:

¿Qué estoy defendiendo? ¿Qué hago continuamente a diario que ya no me satisface? Después de todo, yo tuve que ver con eso. Yo lo he hecho. ¿Cómo podría ver a estos pequeños seres, a estas pequeñas gotas de espuma sobre esta ola temporal que ha surgido de mí? ¿Cómo podría utilizarlos de forma diferente? ¿Me pregunto si podría crear un nuevo ser?

¿Por qué es tan importante esta cuestión? Es por causa de los trazos que has dibujado. Por ejemplo, quizás te digas a ti misma: “Bueno, soy Mary Jane. Soy la vicepresidenta de un banco. Y nací en tal y cual ciudad. Y mis padres son así y asá, y yo sería una persona realmente diferente si no fuera porque mi hermana me golpeaba cuando yo era niña”.

En el mismo instante en que te defines, te limitas con los parámetros que has elegido valorar. Así de rápido, instantáneamente [chasquidos de dedos], creas exactamente las vibraciones de experiencia que son los efectos de los trazos que has dibujado en tu consciencia. Piensa en esos trazos, los parámetros de un pequeño ser que son como los efectos de ciertas piedrecitas que han sido dejadas caer en la piscina de tu consciencia. Una vez que dibujas las líneas, fluyen ciertos efectos desde allí.

¿Qué pasaría si decides crear un ser que se vea así mismo como perfecto e ilimitado? En vez de decir: “Bueno, tengo que ir a ver a mi hermana. Sé que ella me golpeaba, pero así es como son las cosas. Así es como soy”, sino que simplemente te asientas cómodamente, y dices:

Yo soy un ser perfecto e ilimitado, y pienso crear un ser que es una expresión del Amor Ilimitado de Cristo. Voy a ver a este ser humano (puedes usar sus nombres, pero no la llames tu hermana) y voy a utilizar el tiempo para irradiarle tanto Amor como pueda. Por ninguna otra razón que se siente muy grandioso hacerlo. Soy la encarnación de Cristo, y esta persona puede que no lo reconozca, pero eso no importa. Yo puedo disfrutarlo de todas maneras.

¿Ves hasta donde podrías comenzar a llegar si vas más allá de identificarte con cierta definición de ti mismo pero que realmente te ha encerrado en un reducido conjunto de parámetros, que solo te producen ciertos tipos de efectos?

¿Qué pasaría si te sientas con aquellos a los que llamas tus padres y deliberadamente eliges mirarlos como unos seres a los que llamaste a tu campo de consciencia? ¿Qué pasaría si decides ver que ellos son infinitos seres libres y en perfecta igualdad contigo? Ellos simplemente decidieron recibir tu telegrama cósmico y asumieron ciertos roles en el espacio-tiempo para ayudarte a representar lo que querías aprender.

¿Comenzaría esto a cambiar tu identificación con ellos como simples padres? Porque si los miras y dices: “Estos son mis padres”, te habrías definido solo como su hijo. ¿Comienzas a darte cuenta de lo que esto significaría?

Es muy, pero muy importante traer a la luz de la consciencia las definiciones que tienes de ti mismo, e insistir en ello cada día. Sino lo haces es como dejar caer la misma piedrecita dentro del mismo arroyo y crear los mismos efectos. Y nada se transformaría.

Eso también hará que surjan algunos miedos. Tu mente egoica se preguntará: “¿Qué pasaría si yo abandonara las definiciones ‘yo soy familia de’?”. Aquí está la respuesta: nada pasaría, porque verdaderamente en realidad esas definiciones nunca han podido limitar a tu Ser ilimitado de continuar creando y experimentando, a través de todas las dimensiones. El único cambio que se podría decir que ocurriría es que ese diminuto rayito de tu ser que está danzando actualmente a través de la experiencia de ser un cuerpo-mente en el espacio-tiempo, comenzaría a abrir las puertas de par en par y, de hecho accedería a la Consciencia Cósmica.

Si quieres vivir la experiencia de caminar sobre este planeta como un maestro iluminado, primero tienes que llegar a entender los fundamentos sobre los que se basa El Camino de la Transformación. Segundo, traer a la luz de tu consciencia las definiciones de ti mismo que han llegado a ser inconscientes para ti. Y entonces deliberadamente redefinirte a ti mismo en la medida en que te adentras en el campo de tus experiencias.

He aquí la esencia: Nadie puede tomar la decisión por ti.

Yo nunca he iluminado a nadie. Yo nunca he elevado a alguien ni siquiera un centímetro. Simplemente elegí demostrar lo ilimitado de mi ser para mí mismo y parte de esa experiencia la adquirí en la crucifixión, y esto solo fue para que yo pudiera aprender a superar a la muerte. Ésa fue mi elección, mi camino, mi evocación de la experiencia. Y puedo decirte que es preferible y es muchísimo más grandioso estar en el cuerpo estando completamente consciente de tu Ser Cósmico.

Al mismo tiempo, debo decirte, que es perfectamente aceptable para ti que te percibas a ti mismo, si así lo deseas como un rayo limitado de consciencia. Sí, con eso conseguirás ciertos resultados. Pero aun así serías completamente libre de continuar en ese campo de experiencia por el tiempo que desees.

Imagina que una persona se va a nadar en las aguas de una piscina que tiene ciertas medidas —cada extremo podría ser de unos doce metros de longitud y los lados de unos sesenta metros; eso no importaría. Todavía así habría cierto volumen de agua, y bueno ese es el campo en el que tú nadas. Ese campo de agua es como el campo de tu consciencia. Está conformado por los límites que eliges dibujar.

El mismo ser podría decir: “soy demasiado maravilloso para nadar en una piscina. Creo que pondré mi pequeño cuerpo en un avión y volaré hacia el gran océano, para nadar en el medio, sin estar limitado por una caja”. Esa experiencia de nadar sería muy diferente.

Tu consciencia es exactamente así. Todo lo que experimentas desde el momento en el que te levantas en la mañana hasta el momento en que te vuelves a levantar otra vez en la mañana siguiente (porque no hay tiempo inactivo) todo lo que veas, todo lo que experimentas es el resultado directo de dónde y de cómo hayas dibujado las líneas en el blanco lienzo de tu consciencia. Y eres libre en cualquier momento de borrarlas y dibujarlas de forma diferente. Nunca digas, entonces, que has descubierto algo. En vez de eso, aprende a decir:

Experimento los efectos de ciertas líneas que he dibujado en el infinito campo de mi ser. Y eso está perfectamente bien.

Es como caminar bajo la lluvia. Aprende a disfrutarlo, desde el lugar ilimitado dentro de ti, como si Cristo estuviera caminado sobre esta Tierra diciendo:

“Elijo sentir la lluvia que cae sobre la piel de este cuerpo. Siento el estremecimiento de la carne por el frío. ¡Qué delicioso es esto! ¡Soy ilimitado, por siempre! Este momento no me define. No es una prisión para mí. ¡Soy libre! ¡Soy libre!”

“Mañana, puedo mudarme a un clima más cálido donde el sol brille y no hayan nubes de lluvia. Si fuera así, entonces disfrutaría de los rayos de la luz del sol sobre mi piel y del sudor en la frente. Y voy a notar lo que se siente cuando el sudor se deslice sobre la piel —no ‘mi piel’—, sino ‘la piel’”.

 “Y cuando me encuentre con un amigo, me acordaré que los campos de nuestras mentes se encuentran en muchas dimensiones. ¿Qué elegiré entonces atraer a ese momento?”.

 “¿Me veré a mí mismo como si estuviera limitado por los límites de la piel de mi cuerpo? ¿Les contaré todos mis lamentos, mis problemas? Mi vehículo tiene un neumático desinflado, y además mi madre me acaba de llamar y me dijo que estaba muy triste porque olvidé su cumpleaños, Oh no, mi Dios, yo no sé cómo voy hacer para arreglar todo eso”.

 “¿O me encontraré con ellos como el Ser Cósmico ilimitado que soy? ¿Será que crearé el espacio en el cual voy a disfrutar irradiarles Amor? ¿Voy a disfrutar observar lo que está ocurriendo justo alrededor de los bordes de la experiencia de la tercera dimensión que, por supuesto, continúa?”.

 “Hola Pedro, encantado de verte”. Pero por los alrededores de las esquinas, por la periferia: “Oh, Pedro, veo que tuviste una discusión con tu esposa. Permíteme que hablemos de eso”. Sin siquiera abrir la boca del cuerpo: “Aquí tienes un poco de mi amor para ti”. Tú conoces la sabiduría. Tú sabes la respuesta: “Oh, un pequeño cáncer está comenzando a formársele en el colon. Creo que le enviaré luz a eso”. “¿Así que cómo está tu esposa, cómo están los niños?”. “Oh, muy bien”. Y yo continúo irradiando luz hacia el cáncer.

¿Cuál experiencia prefieres: la consciencia limitada dentro de dos pequeños trazos sobre un lienzo infinito de Luz Radiante, o la Radiante Luz misma, operando a través de los muy temporales trazos elegidos libremente y que tú llamas cuerpo-mente?

El Camino de la Transformación comienza cuando tú decides estar muy comprometido. Esto requiere traer discernimiento a cada conjunto de definiciones que has adoptado acerca del Ser y que le has colocado encima. Y culmina con la transparencia del cuerpo-mente, el pequeño rayito de luz que crees que eres, incluso así éste continúe un rato más, el cuerpo-mente es impregnado por el discernimiento de tu Ser Cósmico. Y esto llega a convertirse en tu identidad.

Entonces tú, eres el Cristo, actuando en el mundo, ilimitado, liberado, desinhibido, no victimizado por nada. Lo que surge, surge, y lo que pasa, pasa. Surgir y desaparecer es exactamente lo mismo para ti. Viene el amor; se recibe. El amor parece que se lo llevaron, ¿y qué? Bendices a ese ser que se retira de tu consciencia y solo tienes que abrirte a quien entra en tu consciencia. Porque tú decides cómo será la relación en cada momento. Y nunca vas a encontrar por ahí algo que te diga que cosa es lo correcto. Simplemente creas la estructura de tu experiencia.

Por ejemplo, cualquier cosa que alguien te diga: “Bueno, a mí me gusta comer carne. Me gusta que la carne esté término medio en mi plato”, y resulta que tú no comes otra cosa que frutas y vegetales, no hay razón para decir nada en lo absoluto. Solo sonríes; y decides que puedes irradiarlos con Amor —no porque ellos estuvieran haciendo algo malo y que si los amas entonces ellos podrían cambiar, sino porque sus decisiones no significan nada. Eso simplemente es una descripción de cómo ellos estructuran sus experiencias.

Si te identificas a ti mismo como un “vegetariano puro”, no serás capaz de evitar juzgar a tu hermano y hermana. Entonces donde el juicio ha morado, habrías creado separación y por un momento perderías la presencia del Amor.

¿Puedes llegar a ser lo bastante centrado y seguro de ti mismo como para aprender verdaderamente a reconocer de que no puedes ser influenciado por las decisiones de las demás persona, y que sus decisiones no tienen nada que ver con las tuyas? Eres libre de aceptar la experiencia de ser totalmente un Ser creado a partir de la inocencia perfecta y del perfecto gozo. Tienes gratuitamente el uso del tiempo para generar esa experiencia.


CREANDO UN DIARIO DE TRANSFORMACIÓN PERSONAL

Se te ha dado mucho en esta lección. Nosotros altamente les sugerimos a aquellos que están comprometido con la transformación, que relean y repasen para que estén muy claros acerca de lo que les hemos compartido. Comienza por crear tu propio diario de transformación personal. El cuál no debes utilizar para ningún otro propósito.

Toma el diario y busca una imagen que represente para ti lo más elevado, lo más profundo, lo más apasionado, la más hermosa expresión de amor que puedas imaginar. No la compares con la de nadie más. Solo colócala en la parte frontal del diario. Compra un bolígrafo que no debes utilizar para otra cosa que no sea para esto. Busca un lugar para colocar el diario de forma tal que nada más ocupe ese espacio, independientemente si es en tu altar o en una gaveta cerca de tu cama. Encuentra un lugar, que provenga del campo de tu Cristicidad, y que te haga decir: “Ah, este es el lugar”.

Entonces, cada vez que comiences una lección, ve a través de ella cuidadosamente y anota los puntos claves que se comparten. Decide lo que van a significar para ti. Y decide que pasos tomarás para incorporarlos en tu vida, en las experiencias diarias —incluso si eso significa que no serán incorporadas en lo absoluto. Toma un cien por ciento de responsabilidad por las decisiones y anótalas en tu diario. Por ejemplo: “No creo que vaya a hacer eso. Esto es algo mío, y yo decido libremente. Así es la forma como se hace” .

En la medida que vas haciendo esto, cuando vayas terminando estas lecciones, te sorprenderás de lo que has escrito en tu diario. A medida que vas de lección en lección, haz también un seguimiento de algunas de las cosas que experimentes a medida que actúas con las prácticas que te ofrecemos. ¿Cómo están cambiando las cosas? ¿Qué experiencias estás empezando a tener a medida que exploras el espacio más allá de las esquinas de tu consciencia normal? Cuando hagas el ejercicio que te hemos sugerido al principio de esta lección, ¿Qué imágenes te llegaron?, ¿Qué pensamientos notaste? ¿Qué colores viste? Escríbelas; anótalas. Diviértete con eso.

Porque de hecho, en cada lección te vamos a estar dando algunas cosas que son muy específicas, aunque te pueda parecer que los ejercicios son muy simples. Pero están diseñados para darte acceso a lo que ya está ocurriendo en todo momento, de una manera que puedas cada vez más fomentar y profundizar tu deliberado discernimiento de lo que ha estado ocurriendo todo el tiempo en tu Cósmico e Ilimitado Ser.

La única transformación que puedes experimentar en el espacio-tiempo es la que llega desde el fondo del océano en una diminuta y temporal ola, y es reajustando las pequeñas gotas de espuma que están en la punta de la ola y que tú llamas el yo del cuerpo-mente, de modo tal que éste comience a ser un transparente conducto para la toma de consciencia del propio océano. Ese es el juego del despertar. En realidad, es el uso más delicioso del tiempo que jamás encontrarás.

En la medida en que elijas hacer eso, confía en mí, que esto te llevará más allá de este mundo, pero no desde la negación, sino simplemente porque el mundo te habrá quedado pequeño. ¡Hay dimensiones de la experiencia que te esperan que son muchísimo más grandes que la dimensión del cuerpo-mente! Pero la manera a la que se llega a ellas, es logrando el pleno discernimiento y consciencia de lo que eliges experimentar en cada momento.

Por ejemplo, cuando experimentas el jabón sobre la piel en la ducha por la mañana —¡guao, que increíble! O una gota de lluvia en la mejilla, el titiritar de frío. El sonido de un gato maullando o los pensamientos de un perro en la calle. Estas cosas las atrajiste a ti mismo en esta dimensión.

¿No quieres probar todo eso? ¿No quieres envolverte con todo eso que hay a tu alrededor? ¿No quieres recordar que la magia está alrededor tuyo? Es desde esa magia, que el momento que estás experimentando se crea desde adentro de tu Santo Ser. Como jamás alguna vez lo fue y como jamás volverá a ser —el Misterio de todos los misterios, la Danza de la Creación, ¡la Realidad del Amor! No hay estado superior en el cuerpo-mente que vivir como alguien que se deja llevar por el viento y que vive en ese estado perpetuamente. Entonces eres libre y el mundo no tiene poder sobre ti.

El mensaje de esta lección es un comienzo para cualquiera que elija envolverse con sus ilimitadas manos con todo lo que está a su alrededor. Pero, desafortunadamente, no podemos decirte la forma de usarlas. Y si no te gusta donde estás, no busques más allá de ti mismo.

Te estamos esperando. Tratamos de comunicarnos contigo de un millón de maneras diferentes, a través del espacio-tiempo y en el espacio entre tus pensamientos. No solo a través del mecanismo de este curso, sino cada vez que hay un poco de espacio abierto en tu consciencia, de hecho venimos y te susurramos:

Amado amigo, ven a jugar a un nivel más vasto.

Todo está dentro de ti. Ven y juega.

¡Ven a jugar con los Hijos de Dios!

Eres libre. En este momento, eres tan libre como siempre lo serás, ahora mismo.

¿Cómo, entonces, vas a utilizar el tiempo? ¿Qué vas a construir que surja de tu campo infinito de consciencia? ¿Qué mundo vas a contemplar? ¿Qué pensamientos vas a pensar? ¿Qué sentimientos vas a evocar dentro de las células? ¿A dónde vas a dirigir el cuerpo para que reciba lo que a diario lo sustenta? ¿Cómo vas a observar o cómo vas a entrar en relación con todos en cada momento, ya sea girando un dial o tocando un cuerpo? En realidad no hay diferencia

¿Qué vas a traer a esta experiencia? ¿Es Cristo tocando el hombro de otro, o es tan solo alguien limitado, o un ser necesitado?

¿A quién le vas a decir lo que tú eres para este mundo? Porque lo que decretes es, al instante. No hay manera de evitar esta responsabilidad. Deja de luchar contra eso, y haz que nazca Cristo donde una vez pensaste que había algo menos que ahí habitaba.

Amados amigos, que la paz sea con ustedes siempre, yo siempre estoy contigo. No vengo a ti yo solo, sino que son muchos los que se han deleitado conmigo en crear esta resonancia, esta vibración, y yo junto con ellos, por la única razón de que el poder se expanda de manera exponencial cuando las mentes se unen en el Amor desde una fundación, desde una base de plenitud y no de necesidad. Yo no tengo necesidad de a esa que ustedes llaman mi Madre; y ella a mí no me necesita. Pero, Oh, cómo nos deleitamos creando juntos lo que extendemos, lo santo, lo bueno y lo bello —¡sin fin! ¿Vas a venir a jugar con nosotros?

Que la paz sea contigo siempre. Y como siempre, Amén.




[1] Mateo 10:38 “El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí”. (N. del T.)
[2] Mateo 11:30, “Porque mi yugo es suave y mi carga ligera”. (N. del T.)

La organización Shanti Christo acaba de poner a disposición la traducción al español de esta exquisita obra espiritual.


Te recomiendo que adquieras los libros de "El Camino de la Maestría", en la página web: www.shantichristo.com/ 



Esta traducción no oficial fue realizada por Oscar Ruiz, 


El Camino de la Maestría
se compone de tres libros:

1er  Libro   "El Camino del Corazón"
       de la Lección 1 a la 12


2do Libro  "El Camino de la Transformación"
       de la Lección 13 a la 24

3er Libro  "El Camino del Conocimiento"
       de la Lección 25 a la 35

Recomendaciones: 
  • Cada libro debe estudiarse durante un año, y cada lección durante un mes, al final de los 3 años de estudio habrás alcanzado la Maestría.
  • Compra un diario y un bolígrafo que solo debes utilizar en El Camino de la Maestría.
  • Coloca sobre la portada de tu diario una imagen que represente para ti, tu idea más elevada del Amor.
  • Anota todas tus experiencias, todo lo que sientas, guarda el diario y el bolígrafo en un lugar donde no colocarás nada más, ese será tu lugar sagrado.










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